The news is by your side.

Pablo, Pedro y sus minutos de gloria

Benito Fdez 2
Benito Fernández*

Creo que era el genio del arte pop, Andy Warhol, quien dijo aquello de que “todos nos merecemos un minuto de gloria” y añadía “en el futuro, todo el mundo será famoso durante quince minutos”. Eso lo dijo a mediados de la década de los 80 del pasado siglos cuando aún internet estaba en pañales. Claro que para Warhol “lo que cuenta no es quien eres, sino quien creen que eres”. Y es cierto. En esta sociedad dominada por los medios de comunicación y las redes sociales, lo que menos cuenta es la valía personal del individuo (o individua, claro), sino la imagen que reflejan de uno o una los mensajes de Facebook o Twitter o las opiniones de ciertos tertulianos radiofónicos y televisivos. Si por algún motivo muchas veces no explicado una persona, sobre todo si está dedicada a la política activa, cae en medio de una polémica por nimia que ésta sea, puede acabar despidiéndose de su puesto y profesión y teniendo que buscarse las habichuelas futuras lejos del pesebre del que ha estado comiendo toda su vida.

 

Viene todo esto a cuento de la ridícula moción de censura que ha presentado Podemos a Mariano Rajoy. Pablo Iglesias sabe que no servirá para nada, pero busca su minuto de gloria después de que su “alter ego” Pedro Sánchez, le haya comido el terreno mediático y haya acaparado desde hace un mes no un minuto sino horas y días de protagonismo en todos los medios de comunicación. Los expertos en redes sociales de Podemos con la ayuda de la Sexta y la Cuatro, harán el resto. Iglesias estaba dispuesto, incluso, a retirar su propuesta y apoyar una nueva del PSOE si Sánchez se decidía dar el paso adelante. Pero Sánchez, que ya ha sufrido en sus carnes otras jugadas similares de Podemos de las que ha salido más que escaldado, no quiere caer en la trampa hasta no tener controlado a todo su partido. Y eso no lo logrará, si es que lo logra, hasta después del congreso federal que se celebrará afinales de este mes. Pablo busca el minuto de gloria al que aludía Warhol, Pedro quiere mucho más, quiere que su minuto de gloria duré, al menos, cuatro años, una legislatura con él al frente de un Gobierno. Y si en él está también una representación de Podemos, no le importaría. Miel sobre hojuelas.

 

Mientras tanto, aquí abajo, en San Telmo, Susana Díaz se lame las heridas de unas primarias que han frustrado, al menos a corto y medio plazo, todas sus expectativas de poder en Madrid y comienza la búsqueda de los responsables del desaguisado.

 

 

Y al circo del PP le siguen creciendo los enanos. Tantos que ya casi no caben en Génova. No hay día en el que no surja un nuevo caso de corrupción o una metedura de pata (y alguna vez de mano) de algún hombre de confianza del Gobierno. Hablando de minutos de gloria, poco a poco se acerca el día en el que Mariano Rajoy tenga que comparecer como testigo ante la Justicia por el Caso Gürtell. Eso sí que va a ser un minuto de gloria, qué digo minuto, horas, días, semanas de programas de televisión con la imagen del presidente repetida hasta la saciedad como si fuese el mismo Bárcenas, siendo el centro del huracán de las diatribas de la oposición y de los habituales y conocidos tertulianos “progres” de la Sexta y la Cuatro. Los “chismes” son solo chismes cuando no afectan a las instituciones y chismes como el del fiscal anticorrupción, Manuel Moix y su empresa en Panamá, por muy legal que sea, tienen escasas justificaciones.

 

Mientras tanto, aquí abajo, en San Telmo, Susana Díaz se lame las heridas de unas primarias que han frustrado, al menos a corto y medio plazo, todas sus expectativas de poder en Madrid y comienza la búsqueda de los responsables del desaguisado. Sobre todo de esos miles de avalistas con nombres y apellidos que el día clave se pasaron en tromba como anónimos al bando contrario. Por mucho que maquille su actitud con buenas palabras y gestos de acercamiento a Sánchez, ya verán como la presidenta se toma la revancha cuando llegue la hora de confeccionar las listas para la próximas elecciones autonómicas. Pese a las deserciones, Susana sabe que aún controla a buena parte de la federación socialista más poderosa de España y eso la mantiene a flote con un plus sobre otros barones menos poderosos que como García Page, Fernández Vara, Chimo Puig o Lambán, han cavado su tumba política al significarse publicamente como susanistas.

Me entra la risa floja cuando oigo las declaraciones de la secretaria general del PSOE de Sevilla, la ínclita Verónica Pérez, autoproclamada dueña del cortijo de Ferraz, hablando de la obsesión y el empeño del Ejecutivo de Susana Díaz por solucionar los problemas que afectan día a día a los andaluces. Menos lobos, Caperucita. El actual Gobierno andaluz en sus dos años y pico de andadura ha estado más pendiente de los avatares del partido y de su secretaria general, que de luchar por los millones de andaluces que lo votaron. Hacer, ha hecho bastante poco. Yo diría que nada. Ahí siguen esos vergonzantes indicadores de desempleo, sanidad o educación que ponnen de manifiesto la absoluta incapacidad de la presidenta andaluza. Puede que ello haya influído también en su fracaso personal en las primarias socialistas. Al menos Sánchez  y los suyos tenían algunas propuestas aunque éstas fuesen locuras que nos pueden llevar a todos al desastre.

 

*Benito Fernández es Periodista.

@maxurgavo