Piropos

 

_María del Carmen, tengo el humor quitao.

_Si te vas a pronunciar políticamente, baja la voz, María Auxiliadora.

_Me voy a acordar de la Montero 2 toda la vida.  A la Montero 1 yo la llamo Chiqui. En la intimidad, claro.

_Hay mucha Montero en este Gobierno, niña.

_¿Tú te crees que puede prohibir los piropos?

_No te exaltes, María Auxiliadora, que peor es llegar borracha y sola a tu casa después de haber estado todo el día maqueándote.

_Con este régimen todo son frustraciones, niña.

_¿Para qué están los regímenes?

_Para cerrarnos la boca.

_Ahí le duele.

_Pues yo me sublevo.

_Relájate que a ver si vas a hiperventilar como la última vez y me pierdo la serie del “Nesqüi”.

_Yo creo que se ha conchabao con las farmacéuticas.

_¿Eso no era lo del coronavirus?

_En esto, también

_¿Y eso?

_¿Tú sabes la inyección de autoestima que te da un piropo?

_No.

_Pues yo sí.

_¿Y quién es el temerario que te piropea?

_Mi frutero.

_¡Anda ya, niña! ¿Pero tú no sabes que eso es marketing?

_Será marketing, pero ni te cuento lo que ahorro en lexatines.

_Lo que te gastas en fruta…

_Mujer, ¿no le voy a comprar con el bien que le hace a mi estado de ánimo?

_Vamos, que el frutero además de largo es psicólogo.

_En la edad de la invisibilidad, que un hombre bien plantao te diga guapa es para resurgir de tus cenizas como un ave que hay por ahí.

_Fénix.

_Antonio. El hombretón se llama Antonio.

_La prueba de la obra hace tiempo que ya no la pasamos, María Auxiliadora, y eso hay que asumirlo con resignación cristiana.

_Es que los albañiles ya no piropean. A esos ya les leyeron la cartilla.

_Ahí voy. A ver si ahora toda la culpa la va a tener la señora Iglesias…

_Ella ha puesto por escrito lo que estaba en el aire.

_Pues creo que lo ha puesto muy malamente.

_Pero malamente, malamente…

_Ahora vas y se lo dices a su marido.

_Vamos, para que me ponga de bonita para arriba…

_¿Tú no querías piropos?