La horrorizada ministra de Transición de algo a algo al oír hablar a sus compañeras del Consejo de ministros de expropiar infraestructuras eléctricas ha puesto cara similar a las diputados, diputadas y diputades de la desnortada oposición que han aterrizado tostados por el sol para hablar de Afganistan, que en su neurona geográfica está cerca de Chiclana de la Frontera.

Recordemos que don Francisco se pasó cuarenta años dictatoriales inaugurando pantanos y centrales eléctricas, hidráulicas, carbónicas y atómicas, como bienes de propiedad pública. Recordemos que hasta el marqués de Fuertes de Villavicencio estaba hasta la msmisima gorra de plato del uniforme de la Casa Civil de Su Excelencia de las inauguraciones con NODO y telediario de las tres. Recordemos que los mercaderes de Europa y los ideólogos de Harvard y del Financial Times habían decidido que era un pecando mortal sin parvedad de materia el que los bienes públicos no fueran privados, de ellos y para ellos. Recordemos que los socialdemócratas de Gonzalez y los neoliberales de Aznar entusiasmados con la democracia transitiva esquilmaron al Estado de toda propiedad – menos el museo del Prado y Doñana para veranear y ver patitos y otras aves migratorias que no se ahogaran en Canarias – y se las vendieron a quienes tenían o tuvieren perraje, garantizándose ellos y sus ministros, ministras y ministres asientos en las compañías que habían comprado en almoneda los efectos eléctricos franquistas que daban calambre.

Y ahora, nada por aquí nada por allá, los nostálgicos franquistas, los liberales de Harvard, las marquesas arruinadas, las cortesanas de alta cuna y de baja cama, los militares sin graduación y el pueblo llano, hasta las viudas sin pensión y los parados de larga duración, pagan un paston histórico cada lunes y cada martes. Y la transitoria ministra de la transición eléctrica afirma con cara de señora del Opus recién salida de los ejercicios espirituales que ella no puede hacer nada porque la red eléctrica y sus conexiones dependen de la Sagrada Congregación de Ritos, del padre Pío y en último extremo del Arcángel san Rafael , patrono de Córdoba que le dio luz a la vida de Tobías en Bagdad antes de nacer don Francisco en Ferroliño.

Y, dado que es un asunto providencial en este país donde el ateismo crece y hay millones de expectantes apóstatas y apostates a que se apruebe la ley correspondiente, pues la oposición , que creó el desafuero junto con los sociatas, prefiere hablar de las pobres señoras que con el burka no pueden ver nada en Afganistán porque Sánchez no se las ha traído y la ministra Montero , doña Irene, no tiene la lista de LGTBI con asiento preferente en los aviones de Defensa, como ha dicho con la lucidez intelectual y política que la caracteriza y por la cual está donde está.

El colmo del esperpento lo ha puesto en escena un diputado que sin enterarse de que la operación se realizaba bajo paraguas de la OTAN y no de Moncloa se ha tirado a la piscina sin agua, al igual que el juez consejero de Justicia de la Region de Madrid que tras su fulgurante paso por el Constitucional, pontifica jurisperitamente en la mismita Puerta del Sol, kilómetro cero y rompeolas de las Españas.

Tomemos todos, y yo el primero que decía don Fernando VII, carbocisteinato de lisina, de propiedades expectorantes en el curso de enfermedades broncopulmonares agudas o crónicas. Podremos expulsar lo que se acumula en nuestros alveolos y respiraremos más mejor.