Recalculando
Eso es lo que debería hacer la dirección del PSOE-A después de los desastrosos resultados, reconocer el error estratégico cometido y recalcular cuanto antes la ruta.
Cuando viajas usando el navegador del coche como herramienta para llegar a un destino por caminos desconocidos y te apartas de la ruta por haber cometido un error, la máquina con su inteligencia te avisa de la pifia y te tranquiliza con una segunda oportunidad con el mensaje ‘recalculando’.
Pues eso es lo que debería hacer la dirección del PSOE de Andalucía después de los desastrosos resultados del pasado domingo, reconocer el error estratégico cometido y recalcular cuanto antes la ruta para poder poner rumbo al gobierno en las próximas elecciones, pasando con éxito por las próximas etapas del viaje en las municipales de 2023.
La realidad nos ha mostrado que esto no iba de renovar el discurso y cambiar liderazgos para ganar, sino de ajustar cuentas con lo que despectivamente descalificaban como ‘el susanismo’ desde la dirección federal del PSOE. Las voces críticas con la deriva errática emprendida, con alianzas con independentistas que nuestros votantes andaluces no entienden ni comparten, con una podemización de nuestras políticas que se aleja de las propuestas propias de la socialdemocracia de amplias mayorías sociales, tenían que ser laminadas y Susana Díaz era la pieza a cobrarse. Caza mayor.
Pues bien, hay que recordar hasta la saciedad que Susana Díaz ganó las elecciones en Andalucía en 2018, en un escenario muy complicado por la situación política nacional tras la moción de censura que llevó de nuevo al gobierno al PSOE tras una moción de censura con apoyo de independentistas y los partidos herederos de Batasuna, que sirvió la oportunidad a la ultraderecha para comenzar a pescar votos en las urnas aprovechando el río revuelto del populismo trumpista versión española.
Andalucía fue el laboratorio donde se puso en marcha el monstruo de VOX que elección tras elección ha ido creciendo y que amenaza la convivencia democrática. Sin VOX a las derechas no les salían los números para gobernar en Andalucía, sin VOX no eran nada.
En 2019 con Susana Díaz al frente como secretaria general, el PSOE de Andalucía ganó de nuevo de calle las elecciones municipales. Sí, con su liderazgo el PSOE de Andalucía fue capaz de ganar el poder municipal de muchos alcaldes y alcaldesas socialistas, gobernando en 6 de las 8 Diputaciones Provinciales.
El modelo inteligente de estrategia era el del compañero Guillermo Fernández Vara en Extremadura, que tras perder las elecciones y el gobierno en 2011, se mantuvo al frente del PSOE en su tierra y recuperó con una victoria en 2015 el gobierno, ganando con mayoría absoluta en 2019. Lo hizo posible porque nadie desde el partido cuestionó su autoridad, sino que recibió todo el apoyo del federal y de los compañeros de otras federaciones, porque desde el conocimiento y la experiencia de gobierno puso en valor el conocimiento de las políticas que solucionan problemas reales de la gente, frente a la incompetencia del gobierno del PP de Monago.
Ese era el camino también en Andalucía, cerrar filas en torno a Susana Díaz, con el apoyo de compañeros y compañeras, del federal y de todo el PSOE, porque volver a gobernar en Andalucía y un partido fuerte aquí es bueno para todos. ¿Que hay que renovar el proyecto?, por supuesto, siempre. En Andalucía, en Madrid y en España entera, porque el PSOE es un partido progresista, que aspira a cambiar la sociedad y eso exige estar en un proceso de renovación constante de ideas y de políticas.
Sin embargo, se eligió un camino equivocado y los hechos tras la noche del 19J son irrefutables, no solamente no se han recuperado los 400.000 votos perdidos en 2018, sino que se ha producido una fuga de votantes moderados hacia el líder del Partido Popular. Muchos votantes socialdemócratas han interpretado que quien podía parar a la ultraderecha en Andalucía era Juanma Moreno y que las políticas del gobierno de Pedro Sánchez al frente de un PSOE podemizado, generando muchas veces expectativas por encima de la realidad, no le generan confianza.
Solamente se puede hacer una cosa, reconocer que se ha perdido el rumbo y poner el navegador de nuevo en modo recalculando la ruta.