Recordatorios 

Cuando yo era pequeño, existían los recordatorios, que eran unas estampitas, con una imagen alegórica, que te daban cuando había un acontecimiento, fuera una primera comunión, fuera el fallecimiento de algún ser querido… 

Me viene esto a la memoria porque habrá que hacer recordatorios, hoy día digitales, para publicarlos cada vez que el Partido Popular continúe haciendo acusaciones de cosas, pareciendo que ha olvidado su propia historia.

Por ejemplo habrá que hacer un recordatorio con un precioso avión con bigote para, cada vez que usen la palabra Falcon, recordar que estos, al parecer perversos aviones, los compró un tal Jose María Aznar y han sido utilizados por todos los presidentes del gobierno, lo cual es habitual en cualquier país democrático.

Habrá que hacer un recordatorio, con un collage de líderes perdedores del PP, para sacarlo una y otra vez, cada vez que el Partido Popular siga diciendo que no puede ser que gobierne el partido perdedor en unas elecciones (entendiendo como perdedor, el que saca menos votos o escaños que otro); en ese recordatorio podremos citar a la gran lideresa Díaz Ayuso que accedió al poder madrileño con menos votos y escaños que Ángel Gabilondo, o a un tal Almeida, que accedió a la alcaldía, con menos votos que Manuela Carmena. Y recordar que, en un sistema parlamentario, el ganador no es quien tiene más escaños, sino que tiene más apoyos parlamentarios para conseguir ser investido.

Habrá que recordar los más de 100 municipios donde la lista perdedora hoy día está gobernando, gracias a complementar sus escasos apoyos con la ultraderecha V-o-x. O volver a recordar como Mañueco accedió a la presidencia de Castilla y León con menos escaños que su contrincante del partido socialista. O el caso semejante hoy día en Extremadura. O el caso de Moreno Bonilla, que accedió a la Presidencia andaluza con menos escaños que Susana Díaz. ¿Cabrán todos en la estampita?… 

Habrá que hacer otro recordatorio ( Con la imagen de Rodrigo Rato tas las rejas) para que cada vez que presuman de ser ellos unos buenos gestores económicos recordar que su gran gurú de la economía está en la cárcel por múltiples delitos. Y que los resultados económicos del gobierno de Pedro Sánchez son un ejemplo de buena gestión y además, con la dimensión social de apoyo a los ciudadanos con una economía más débil. 

Habrá que hacer un recordatorio también, con la foto de Maroto, cada vez que citen a Bildu, un partido hoy constitucional, cuando ellos se jactaban de pactar y de hablar continuamente con Bildu, mientras ETA estaba asesinando y ahora, ¡qué curioso!, los consideran malditos.

Y hablando de ETA, cada vez que pretendan utilizar a las víctimas de ETA, que son víctimas de todos nosotros y todos las hemos llorado, habrá que hacer un recordatorio, con 7293 ataúdes junto a I D Ayuso, para recordarles que, si tanto les duelen los 853 asesinados por ETA, ¿cómo es que no le duelen las miles de personas mayores que han muerto abandonadas en las residencias de Madrid, con una desproporción escalofriante con respecto a los muertos en las demás comunidades autónomas?, (y cuya máxima responsable se llama “la gran lideresa Díaz Ayuso” con las macabras instrucciones de su gobierno para que no se hospitalizaran…) . 

Por cierto , habrá que hacer otro recordatorio, con el funesto logo de ETA hecho añicos, para no olvidar que quien acabó con ETA fue el pueblo español durante el gobierno de zapatero y Rubalcaba . Y que, efectivamente, ETA hoy no mata ni existe. 

Y, cómo no, cada vez que citen a las “perversas “ compañías de Pedro Sánchez, es perfecto un recordatorio con la imagen de Feijóo y su amiguete narcotraficante, disfrutando de las miles de víctimas de la droga…

En definitiva vamos a tener una colección enorme de recordatorios y que no crea el Partido Popular que no los vamos a sacar una y otra vez hasta que sus potenciales votantes entiendan que podrán seguir votando al PP, pero que sepan que están votando a la mentira y al cinismo y, como bien recordó Rajoy alguna vez, “consejos vendo, que para mi no tengo…, lo que vulgarmente viene siendo lo de la doble vara de medir. 

Hay que tener muy poca ética y mucha caradura para reprochar a otros lo que tú vienes haciendo continuamente o para esperar de otros lo que tú no has sido capaz de hacer nunca en las mismas circunstancias.