Se acumulan las preguntas

Derogará Ayuso a Casado?. Lo reformará como pide Bruselas?. Le recortará su temporalidad?. Conseguirá precarizarlo aún más?. La CEOE se mostrará de acuerdo?. Permanecerá Aznar en el Olimpio?. Y Cuca, qué labios fruncirá?. Do la marquesa está?. Sonreirá el hidalgo Abascal?. Exaltarase Bal?. Aconsejará Rufián, predicador, al fin, de la capilla papal?. La señora del putiferio lo dejará pasar?. El ciezano sin mancha al fin escupirá?. El bildudiputado podralo controlar?. Qué hace MAR?. Y la arquitecta sin firma ni maldad?. Qué sin vivir nos deja la navaja barbera oculta en la guantera que guarda en las celdas cerradas del sótano olvidado de la Puerta del Sol, lugar que derogaba a quienes se limitaban , !pobres!, a discrepar. Ayuso está aposentada en el lugar horrendo ocupado que fuera por don Eduardo Blanco, el comisario Yuste, don Saturnino bautizado que fue y por Billy el Niño, condecorado él. Sus espectros de hallogüei vestidos persiguen a Casado para hacerlo caer.