Soldados

Hay que felicitarse por la reciente publicación del libro, “SOLDADOS”, del que es autor  el general de división (r) del Ejército de Tierra Juan Carlos Domingo Guerra. El libro, editado por Almuzara, ha sido presentado en el Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM) del ET, el pasado jueves, por el GE (r) Fernando Alejandre, ex Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD).

El general JC Domingo Guerra es Diplomado de Estado Mayor y en Relaciones Internacionales, Máster en Gestión de Empresas de Defensa y graduado superior del Colegio de Defensa de la OTAN (Roma). Posee una importante experiencia operativa en misiones en el exterior tanto como casco azul como en unidades multinacionales. Es autor de dos libros anteriores “Lo que callan los militares” (2015) y “Ceuta en la encrucijada” (2021). Ha publicado múltiples artículos en Arbor (Revista del Centro Superior de Investigaciones Científicas), así como en varios periódicos de tirada nacional.

En “SOLDADOS”, su autor  desarrolla una moderna reflexión sobre la defensa nacional y sus inconsistencias.  Meditación que resulta tan profunda como ágil, leal como veraz y valiente como  prudente. Es una pieza literaria excepcional, de ensayo y de investigación, que ha de ser referencia obligada en la biblioteca de cualquiera que, aunque sea mínimamente, sienta interés por el futuro de España y su defensa. Propósito, por cierto, especialmente exigible a los políticos que aspiren a encabezar organismos en el campo de la defensa nacional.

Este libro supone una feliz e inteligente incursión en el mundo de los soldados, así como en la relación de éstos con la sociedad a la que sirven. El texto realiza un serio y solvente análisis ―como corresponde al reconocido rigor intelectual de su autor―, del rol de los militares en una democracia que percibe en ellos un peligroso rival. Es, en definitiva, una pieza literaria de obligada lectura para mejor entender el mundo actual, a través del análisis tanto de conflictos pasados, como del actual en Ucrania e, incluso, de otros que ―me temo―, ya están agendados “sine die” en nuestro futuro, como serán los de Taiwan, Ceuta y Melilla.