Hace tiempo que Susana Díaz ha ojeado la pieza. Se llama Fernando Martínez, es catedrático de Historia, fue alcalde de Almería y dirige la ejecutiva municipal del PSOE de la capital. Pero lo que le ha puesto en el punto de mira de la cazadora de San Telmo es que Pedro Sánchez le escogiese para la ejecutiva federal del partido, dándole la responsabilidad de todo lo relacionado con la Memoria Histórica. Y para colmo logró ganar por muy poco a la candidatura susanista que le disputó el control de la agrupación local, el ultimo trozo de Andalucia por conquistar por la presidenta, ahí quedó el ultimo bastión del sanchismo en Andalucía.
Pero la hija del fontanero tiene buena memoria y no olvida. Pero sobre todo sabe esperar para no precipitarse apretando el gatillo. Técnicas de caza que seguramente habrá depurado estos años con los consejos de sus viejos amigos Viera o el Dr. Pulido, grandes aficionados a las monterías.
La poca diferencia de votos resultantes entre un bando y otro impulsó una operación de captación de nuevos afiliados . Empezaron los de la ejecutiva local aportando por sorpresa una afiliación masiva de gente. Milagro en Almería. Los otros habían hecho su captación algo mas modesta, trayéndose a personas de los pueblos porque la capital estaba trillada; pero por mucho que aportara el oficialismo la gente de Fernando Martinez eran imbatibles en papeletas de futuros socialistas de carné. Para colmo detectaron que había gente rara, con banderas con el pollo en sus perfiles de las redes, fachas que habían pedido entrar a militar en la socialdemocracia. Y sindicalistas que se quejaban de presiones de los martinistas a trabajadores municipales para que se afiliasen. Los que iban a seguir perdiendo, especialmente en las primarias a celebrar, no lo dudaron ni un momento y filtraron a la prensa de confianza el escándalo que suponía centenares de preinscripciones en el tramo final del cierre de plazo para poder votar en primarias.
Y es en este escenario cuando en San Telmo deciden ir de cacería. Y en ello están ahora. Susana, a través de Juan Cornejo, ya ha dicho que si hay que cortar por lo sano se corta y se paraliza todo hasta que se contraste que quienes entran saben, por lo menos, quien era Pablo Iglesias Posse. Para que se entienda mejor: se está cocinando una gestora en las cocinas dedicadas a estos menesteres. Fernando Martinez, por deformación profesional, seguro que conoce bien la historia que arrastra Susana, esa que dice que donde pone el ojo pone la bala o la flecha.
En términos políticos se ha puesto en marcha el ultimo acto que concluirá cosiendo el pequeño costurón sanchista que permanecía en el territorio andaluz. Claro que también habrá que añadir a continuación que, si cae Martínez, cae un miembro de la ejecutiva federal del partido.