Cataluña

Hay que combatir radicalmente la imposición del pensamiento único y defender la libertad de expresión de todos

Don Pablo es hoy la más corajuda y genuina representación del estado de derecho.

Los independentistas, recuperado el control de las instituciones y del dinero (no olvidemos este último “detalle”), siguen a favor del “procés”.

Basta echar un vistazo atento a la Historia para descubrir que los grandes dramas de España y su decadencia tienen como responsables a sus políticos.

Una nueva exhibición de la ya célebre democracia sucesoria a la catalana (Pujol designó a Mas; éste a Puigdemont; y éste, a su vez, a Torra).

Circula por las RRSS que Rajoy ha traicionado a España, que su indolencia desde el gobierno ha provocado que Cataluña sea hoy un muro infranqueable del independentismo.

Al final, si le das el poder absoluto a unos mediocres absolutos no hay otro resultado posible que no sea un desastre absoluto.

Felipe González, Aznar, Zapatero y Rajoy también deberían ser juzgados por permitir que las leyes fueran violadas.

La acción de la Secretaría de Estado de Comunicación frente a la gestión comunicativa del independentismo, se salda con fracaso y frustración. Y aquí nadie dimite, ni es “dimitido”.  

Porque en el juego del gato y el ratón, el felino, al final, siempre acaba atrapando al roedor.