Richard Villalón

Cuando su pata llega a rascarte la puerta es cuando los demás no piensan en tus risas, tus rabias, tus imprevisibles.

Yo para ti y viceversa .Muchos viceversa de promesas, un círculo infinito mareándome más que el primer embarazo.

Pedro ¿Qué ha pasado de esa maravillosa inocencia estremecida en los pasillos de las bibliotecas?

Los Cuentacuentos  son capaces de crear mares a mitad de un desierto, de formar fuego si la nieve del desamor lleva atrapándote siglos.

Aquella tía Eloísa, fría como un alambre. Sorda al eco de su soledad, al final nunca sospechaba que sus sueños eran abominables.

Regalaba amuletos contra el mal amor, el peor asesino para ella, era un amor simulado. Es mejor nunca enamorarse, hay gente parecida a una enfermedad.

Es imposible separarse cuando uno habita dentro del otro. Será nuestro legado aparte de haber bebido poesía a borbotones.

En fin, una mudanza es un terremoto, un incendiado bosque, un tsunami en el mismo día.

Los sábados son para ser la reina de la disco. Reinar sería olvidar este mierda trabajo de teleoperadora, estos pollones inútiles.

El verano pasado se había confundido tanto. Le gustaba dudar entre recordar u olvidar para siempre .Esos besos, esos mordisquitos, esas pantorrillas.