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Todo termina en i

“Las personas olvidan siempre que la felicidad es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”.

Meloni, Salvini, Berlusconi, todo termina en i. En i de Italia. Soslayo el bamboleo mediático español y europeo (el que está a mi alcance) y escribo desde los márgenes pero sin dejar las tres íes de la victoria de la noche triunfal. Recuerdo al profesor bergamasco Roberto Pertici que nos ha recordado que el conde de Cavour repetía: “La Historia es una gran improvisadora” , con i.  Berlusconi, tres canales de televisión de su propiedad, poseedor de la mayor fortuna de Italia, dueño del partido con el que se ha presentado a las elecciones y obtenido el 8,11% de los votos, va a controlar el Senado y a la señora Meloni gracias al sistema electoral vigente que favorecedor de coaliciones, premia a las cabezas de las circunscripciones. Menos extrema derecha y más derecha extrema. Capitalismo puro y duro. Menos Abascal aplaudiendo a las patrias y más grandes fortunas tomando nota.

Janet FRAME, nacida en Nueva Zelanda, estuvo internada, con i, largo tiempo en diversas instituciones psiquiátricas de su país, donde los médicos – muchos de ellos convencidos de que su ciencia es una ciencia exacta – iban (con i) a hacerle una lobotomía, pero a punto ya de realizar la intervención, con i), le concedieron en su país uno de los premios más importantes de la literatura de Nueva Zelanda por sus obras escritas en medio de crisis y dolorosas incursiones, (con i) en los territorios de locura. Se salvó del quirófano y de las manos de los médicos. Emigró a Inglaterra, (siempre con i, como Italia) y allí el médico que la trataba la animó a escribir su historia. Creó así “Rostros en el agua”. Una maravilla inolvidable, con i.

Lucían BALGA, nacido rumano, poeta al que es beneficioso leer estos días en que Zelensky habla sin parar, Putin manda a sus ciudadanos al frente tras movilizarlos sin más consulta y el patriarca Kirill, de Moscú avisa, cuál cardenal Gomá con Franco, que a los que mueran en el frente les serán perdonados los pecados. A este patriarca le pesa demasiado el Encolpio y debería quitárselo ya mismo ( un encolpio es la cruz pectoral de un obispo ortodoxo). Pues bien, en medio de ese horrísono ulular, un poema de BALGA sobre la Ucrania muda. “Un silencio denso reinaba en la tierra / y una pregunta cayó hasta el fondo de mi alma   / ¿Nada tenía que decirme la tierra?, toda esta tierra despiadada, ancha y cruelmente muda, ¿nada? /  Para escucharla mejor acerque el oído a la gleba  turbado y sumiso / y por debajo de los campos oí / el latir estrepitoso de tu corazón “. Lo encontrarán en “La Tierra”.

Un viejísimo refrán persa afirma y enseña que “el chacal que vive en los desiertos de Mazanderan, solo puede se cazado con perros de Mazanderan”.  Mazanderan era una antigua provincia de Persia. Las airadas protestas de estos días en la calles de cuarenta ciudades  iraníes poniendo en jaque a la clerigaya que aherroja a las mujeres y persigue a quienes alas defienden y se defienden, van a comprobar pronto o tarde la verdad cruda del refrán. Solo quien conoce y sufre la realidad, se levantará contra sus opresores y consiguira destronarlos. No hay que olvidar que los deobandis, heridos por la abolición británica del imperio mongol, crearon una forma rígida del islam y nos ofrecieron los talibanes, mezcla de rigores o deobandi, nacionalismo tribal unida a la agresividad de los huérfanos traumatizados por la guerra. Rusia soviética y USA postal Trump, salieron a escape de Afganistán después de provocar miles de muertos y miseria. Ahora algunos observadores opinan que los talibán pueden perder el poder en Afganistán, de nuevo.

Cuando las televisiones nos acorralan con infracciones, terremotos, huracanes, cestas de compras, muertos varios, hay que releer a John Locke: “Las personas olvidan siempre que la felicidad es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”.