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Contaminar en Huelva sigue resultando barato

Los recuentos mensuales del mercurio liberado en la atmósfera por Ercros estaban presuntamente retocados

Opinión / ANTONIO S. CANDILEJOS.- La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha abierto expediente informativo al grupo industrial Ercros para esclarecer la presunta ocultación, en los últimos años, de información sobre episodios de contaminación al subsuelo y falsificación de mediciones sobre emisiones de mercurio a la atmósfera desde la planta que tenía junto a la ría, en Huelva, ahora en manos de Salinas del Odiel.

Rocío Jiménez, delegada territorial de Medio Ambiente en Huelva, reconoció públicamente que se trata de un asunto «complejo y grave»

La delegada territorial de Medio Ambiente en Huelva, Rocío Jiménez, así lo anunció el pasado 13 de noviembre, tras tener conocimiento del asunto a raíz de un requerimiento de información que hizo la Fiscalía, hasta la que había llegado una denuncia por parte del comité de empresa sobre estos hechos. Y reconoció públicamente que se trata de un asunto «complejo y grave».

Los recuentos mensuales de la cantidad de mercurio, sustancia tóxica, que se liberaba a la atmósfera, estaban retocados para reflejar un dato menor al que arrojaban las mediciones, según diversas comunicaciones internas de los encargados. Los correos electrónicos precisan que las mediciones llegaban a ser más de tres veces superiores a lo declarado. Los responsables de la factoría eran además conscientes de filtraciones tóxicas a las aguas subterráneas bajo su suelo, pero no informaron a la Administración hidráulica competente, en este caso la Junta.

El asunto, adelantado días atrás por el eldiario.es, viene a aumentar la preocupación de muchos ciudadanos, atónitos ante la falta de escrúpulos de dicha empresa y la dejadez de la Administración autonómica, de ser cierta la denuncia.

La sede de Ercros en Huelva. / A.S. CANDILEJOS
La sede de Ercros en Huelva. / A.S. CANDILEJOS

Y es que, además, cabe recordar que Ercross ya fue expedientada también en abril del año en curso por otro incidente contaminante: una fuga de cloro, aunque por fortuna no tuvo consecuencias y fue resuelta por los equipos de emergencia de la propia fábrica.

Precisamente, estos días también se ha conocido que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha rebajado de 192.000 a 90.000 euros la sanción impuesta por la Consejería de Medio Ambiente a otra empresa del sector químico onubense, Fertiberia, en relación con un vertido a la ría de Huelva registrado en 2007. Para muchos, esto pone en evidencia que contaminar en Huelva sale (casi) gratis.

Mientras tanto, los onubenses siguen a la espera de conocer el origen de los olores fétidos que hace unas semanas volvieron a dejarse notar en diversas zonas de la capital y su entorno y que provocaron cientos de llamadas por parte de ciudadanos preocupados al servicio de coordinación de emergencias 112. Como es habitual en estos casos, desde la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (AIQBE) se asegura que el hedor no procede de ninguna de sus empresas asociadas. Y la Junta, en este caso, además de indicar que los medidores no detectaron incidencia alguna, es decir, que no hubo escape, se ha comprometido a estudiar el origen de dichos olores.

Por cierto, la ciudad se pregunta hasta cuándo va a tener que convivir con las extensas balsas de fosfoyesos. Tras años de espera, nadie sabe cuándo podría comenzar la restauración de la zona contaminada. A la Mesa de la Ría no le gusta el proyecto presentado por Fertiberia. Sus integrantes creen que se trata de cubrir con una «capita de tierra» dichos residuos industriales, que se extienden a lo largo y ancho de 1.200 hectáreas. Sin embargo, la compañía de fertilizantes asegura, convenciendo a pocos, por cierto, que su plan es «la mejor restauración ambiental» para la zona.