_María del Carmen, ¿te has enterado de lo de la cremita?
_¿Para las patitas de gallito?
_No, hija, no. Lo de la cremita es un taller de masaje erótico que patrocina la Junta de Andalucía en Torremolinos con tu dinero y el mío.
_¡Jesús, eso es para turbarse!
_¿Más?
_Mujer, lo justo.
_Tengo que enterarme si a esas clases hay que ir obligado…
_No creo, se irá por gusto.
_A lo mejor si vas y lo haces te dan créditos.
_Ya lo que faltaba, que los bancos también estuvieran ahí metidos.
_Los bancos últimamente no saben qué hacer para jo…robarnos.
_Hija, pero hay cosas que no hay que enseñar, que ya se nace sabiéndolas. Vamos, que son de inteligencia natural, no entremos en honduras, niña.
_Más bien en Guatemala.
_ Si te soy sincera, yo creo que la Junta de Andalucía lo hace por el control.
_No, si aquí con tal de hacer publicidad. ¡Estoy de los patrocinios…!
_Pero la Junta dirá que es por nuestro bienestar.
_Pues, hija, ya podían arreglar la sanidad y la educación, por tocar sólo dos temas.
_Ya, pero en los cursos esos tocan a más.
_Pues yo prefiero la calidad a la cantidad.
_Ya, pero tú sabes que en esos sitios van al bulto.
_A ver, niña…
_¿Y la Iglesia ha dicho algo?
_¿Qué Iglesia?
_Pues la Iglesia con mayúscula, los que mandan.
_Que yo sepa sólo ha hablado la Iglesia catalana para decir que apoya el golpe del Puigdemont.
_¡Vaya por Dios!
_De la sinvergonzonería de aquí abajo no ha dicho ni mu.
_Es que lo de aquí abajo es una cosa muy íntima y lo otro está en boca de todo el mundo.
_Y en el porompompero, ¿no te has enterado del muchacho catalán que se ha tatuado la cara del Puigdemont donde la espalda pierde su casto nombre?
_¡Qué mal gusto!
_No, si al final, el buen gusto va a estar en la Junta…