_A más de uno le ha dado un sopitipando al ver que la familia es tan real como la suya.
_Pero con más presupuesto, niña.
_Gracias a Dios.
_¿A Dios? A Dios, precisamente, no. A nosotros.
_Bueno, pues gracias a Dios que estamos nosotros para que la niña se pueda poner los botox.
_¿Los de Valverde del Camino?
_Mujer, los de la equis.
_Yo la equis siempre la pongo en la casilla de la Iglesia cuando hago la Declaración. Faltaría más.
_Así me gusta, que lo declares todo.
_Claro, que una cosa te voy a decir, que madre no hay más que una y a ella la encontró en la pantalla.
_¿En qué pantalla?
_Chiquilla, en la pantalla amiga.
_Pues a mí que me perdonen las feministas y todos los que me tengan que perdonar, que ahora hay que hablar con más tiento que en el “ismo”, no te vayan a saltar al cuello, pero eso era una pelea de lobas.
_Yo le hubiera dado con la mano abierta a más de una.
_¿Tú que le vas a dar, niña? Si tú eres una señora de Los Remedios de toda la vida…
_Eso es verdad.
_Pero una cosa te voy a decir, que la culpa de todo esto la tiene la revista del saludo.
_La prensa, entre otras cosas, está para eso. Como culpable de todos los males es muy socorrida.
_Nunca debió bajar tanto de escalafón.
_¿Y eso?
_Hay que igualar por arriba, pero ¿a quién se le ocurre hacerlo por abajo, niña?
_Eso es lo que trae la democracia.
_La democracia y sacar en portada a hermanas de toreros espectáculos, con unas casas de quiero y no puedo.
_Bueno, pero para eso está nuestra paisana Nati, para pasarle una garlopa al personal.
_¿Una garlopa?
_Chiquilla, un cepillo de carpintero; a veces, hasta dos.
_La verdad es que antes era todo más real. No se necesitaban estilistas y la gente soñaba con esas coronas, esos títulos, esos palacios…
_Ahora, visto lo visto, más bien vamos a tener pesadillas.
_Eso es lo que hay en la Zarzuela, niña…
_Sí, hija, sí. ¿Y tú ya sabes lo que hay en la zarzuela, no? Pues mucho cante.