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La impunidad de los #CompiYoguis

Emilio Lucas
Emilio Lucas

Siempre he tenido un altísimo concepto de la amistad, y he defendido que a los amigos se les quiere incondicionalmente, con sus virtudes y sus defectos.

Y, aunque de natural aplaudo a todo el que se mantiene al lado de sus amigos en los momentos adversos, a usted, Majestad, he de censurarle por ese apoyo incondicional a su #CompiYogui.

Para bien o para mal, usted no es ya la “ciudadana Leti” (abrevio porque no sé si es con “c” o con “z”). Es usted la Reina de España, la esposa del Jefe de Estado, un cargo con gran fuerza simbólica que conlleva numerosos e indudables beneficios, pero que, como todo en su vida, también tiene sus servidumbres.

Llevan usted y su familia una vida tremendamente cómoda, viven en un Palacio que ya quisieran para si muchos españoles, y no paga ni siquiera las clases de yoga en que usted se hizo #CompiYogui del señor López Madrid.

Por eso, no puede usted hablar de “la mierda del LOC” ni ponerse del lado de este señor, por muy #CompiYogui que sea, cuando aparecen informaciones que apuntan a que chuleaba al contribuyente tirando de Visa black.

Debe elegir, Majestad, entre la amistad y la Corona. Y no dudes que si eliges amistad, aplaudiré tu apoyo a tu #CompiYogui. Pero eso pasa por que dejéis de vivir a costa de las arcas públicas, tu marido renuncie a la Corona, ponga una placa de abogado (creo que estudió Derecho).

No, no y no. No puedes ser su #CompiYogui, ni decirle que os queréis, os conocéis os respetáis y que “lo demás, merde”, porque eso es mandar a la mierda a las personas a las que representas y que te pagan por ello, una mayúscula falta de respeto a los ciudadanos españoles.

Debe elegir, Majestad, entre la amistad y la Corona. Y no dudes que si eliges amistad, aplaudiré tu apoyo a tu #CompiYogui. Pero eso pasa por que dejéis de vivir a costa de las arcas públicas, tu marido renuncie a la Corona, ponga una placa de abogado (creo que estudió Derecho), se levante a currar todas las mañanas a las 7, os vayáis de La Zarzuela, busquéis un pisito modesto y te pagues tú, de tu bolsillo las clases de yoga. Entonces, sí, a muerte con tu #CompiYogui. Quizás tuviese razón Joaquín Sabina y seas tú quien traiga la República.

Pero tetas y sopas, no. Vivir en La Zarzuela, no agachar la raspa, codearse con la crême de la crême y tener hijas Princesas (con mayúscula) y no princesas (con minúscula) tiene su coste.

Dicho todo lo anterior, le diré que le considero persona inteligente. A fin de cuentas, pescó usted un Príncipe, puso en jaque a su suegra y consiguió casarse con él y contra ella, e incluso ha llegado a Reina, algo con lo que ni Lady Di ni Camila soñaron jamás. Y, por eso, no puedo achacar a una simple lo de enviar mensajes de apoyo a un señor investigado y con las comunicaciones intervenidas (cosa que era de prever), sino a que usted, como todos los poderosos, se sienten impunes, por encima de las leyes que rigen para los ciudadanos medios, al margen de las normas.

Pero eso, como habrá podido comprobar, Majestad, está dejando de ser así. Los ciudadanos estamos empezando a valorar nuestra dignidad y a darnos cuenta de que lo importante es recuperar la Democracia. Y todo lo demás, merde… Incluida la Corona