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Memoria del terrorismo

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Salvador Gata*

El artículo 573 del actual Código penal dice: “Se considerara delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida e integridad física…..cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades”: Subvertir el orden  constitucional…Alterar gravemente la paz pública…Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella.

El art. 573 bis establece las siguientes penas:   Prisión por el tiempo máximo previsto en este Código si se causara la muerte de una personas…Prisión de veinte a veinticinco años cuando, en los casos de secuestro o detención ilegal, no se dé razón del paradero de la persona. Y así hasta la pena  de diez a quince años si se causara cualquier otra lesión, o se detuviera ilegalmente, o amenazara o coaccionara a una persona.

No cabe la menor duda de que los luctuosos hechos ocurridos en Barcelona en los últimos días son, por definición, actos de terrorismo, pues su objetivo ha sido, probablemente, alterar gravemente la paz pública provocando al mismo tiempo un estado de terror en la población.

Ahora bien, este humilde comentarista tiene claro que el objetivo de estos actos terroristas  es, provocar terror en la población, pero  no tiene  tan claro qué se pretende al crear ese terror.

Los ideólogos de esta terrible estrategia de marketing y propaganda deben tener asumido los costes y las posibles ganancias de esta despiadada sistemática. Desde el punto de vista del político o del terrorista (el ideólogo) su objetivo, como en un proceso microeconómico cualquiera, ha de ser maximizar beneficios minimizando costes.

 

Un atentado terrorista, y yo he vivido muchos, consiste,  en palabras de despreciable e ignominioso asesino Josu ternera en “socializar el terror”.

 

Evidentemente en este caso concreto (y en todos los demás) los beneficios han sido cuantiosos, (horas de televisión,  entrevista, proyección internacional, etc., etc.) y los costes mínimos, total seis  adolescentes de un barrio marginal de una ciudad cualquiera, segunda generación de una población desplazada y en proceso de desarraigo en una región hostil a todo lo que no sea el nacionalismo catalán.  Carne muerta para los Puigdemot, los Forcadell, los Romeva y toda esa panda de sucios y zarrapastrosos de la  Cup.

Un atentado terrorista, y yo he vivido muchos, consiste,  en palabras del despreciable e ignominioso asesino Josu ternera en “socializar el terror”. Instalar en la conciencia colectiva la posibilidad de sufrir en sus propias carnes el azote de los canallas asesinos y, de ese modo, socializar, es decir, aceptar las consecuencias del terror  y vivir con ellas.

En este país de de reyes felones, cuando no maricones (putos en castellano antiguo), de gobernantes débiles y mangantes, de caciques crueles y despiadados (te advierto que yo he mandado fusilar, me espetaba un cerdo anciano no hace demasiado tiempo), la actuación de grupos terroristas ha sido asumida y admitida con total desvergüenza. El GRAPO mataba supuestamente a empresarios corruptos y explotadores y policías que los protegían.  A día de hoy aún siguen campando a sus anchas muchos de los componentes de este grupo terrorista.

Solo se vio debilitado con la progresiva falta de aceptación social y el declive de la Unión Soviética, fuente inagotable de recursos. Pero en ningún caso gracias a la iniciativa de los sucesivos Gobiernos de esta nación. (Seguro que alguien que combatió el terrorismo desde su poltrona en Carabanchel alto, escondido tras las siglas de un sindicato, no está de acuerdo con etas afirmaciones).

 

Si, acuso a los distintos Gobiernos de España de haber tolerada, aceptado e incluso protegido a los terroristas de la asquerosa banda ETA. 

 

De ETA que podemos decir que no se haya dicho ya en todos los idiomas posibles. Terrorismo aceptado y tolerado por el Estado desde sus inicios hasta su hipotético final.

Si, acuso a los distintos Gobiernos de España de haber tolerada, aceptado e incluso protegido a los terroristas de la asquerosa banda ETA. He visto con mis propios ojos (y no desde detrás de un despacho) como caían  guardias civiles, policías nacionales, militares y por último algún político.  El 23 de febrero de 1984 Ví con mis propios ojos  el cadáver de Enrique Casas, en la puerta de su casa, delante de su mujer y sus hijos. Y a los pocos días ví los cadáveres de los tres terroristas en una sala del Gobierno civil de San Sebastián en el barrio de Amara.

Felipe González, Aznar, El Petazeta y Rubalcaba han ocultado información sistemáticamente a la población  y a los miembros de las FFCCSSEE. Que mueran dos o cien maderos de pueblo o picoletos destripaterrones no supone un gran problema para el Estado. El problema es la política, el PNV, los batasunos, los Podemos, la CUP, ese es el problema. Los titulares de los votos de los ciudadanos, los que hacen posible los presupuestos, las grandes obras de infraestructura, la mangucia que eso conlleva, ese es el problema. Qué más da si caen dos o doscientos gualdrapas, al fin y al cabo son mano de obra barata, dócil y disciplinada, para eso se les paga. Todo por la patria. (Debería decir “todos por la tapia”). Hagamos política (con dialogo) si te matan te jodes (Abieras estudiao, me dijo un cabron de jefe hace mucho tiempo). Dejad que nos lo llevemos crudo, haced lo que so os mande y mirad solo hacía donde se os indique, panda de insurrectos.

A estas alturas del relato no deben caber muchas dudas acerca de mi profesión,  pero he de permanecer en el anonimato, al menos de momento.  Quiero decir que hablo desde mi propia experiencia, lo que he visto  y oído con mis ojos y oídos y lo que  palpado con mis manos. Todo a lo largo de  más de dos tercios  de de mi vida. Y lo hago desde la honestidad y el agradecimiento a una empresa que me ha dado de comer a mí y a mis hijos y me ha permitido acceder a un estatus social que en otras condiciones me hubiesen resultado mucho más dificultoso, o quizás no, pero en cualquier caso agradecido y orgulloso de haber participado en la transformación de esta sociedad y de esta empresa.

Si, he visto muchos cadáveres, (no desde ningún  despacho  en Madrid). He vito comandos de hijos de puta llorando y merándose en el  momento de su detención.  Los he visto temblar y llamar a sus madres. Agarrados de las manos musitaban plegarias a su  dios protector. Y he visto  picapleitos frotándose las manos ante estas detenciones. Denuncias y Querellas (financiadas por el PNV, los batasuno y todos esos hijos de perra)  ante la Audiencia Nacional, antes de que los cobardes terroristas salieran del calabozo en dirección al juez instructor. Todas estas denuncias y querellas eran admitidas a trámite. Los Picos y los Maderos eran imputados de delitos de lesiones y torturas  sistemáticamente, con el objetivo (¿Terrorista?) de mermar su capacidad de actuación e influir en sus investigaciones.

 

He visto desfilar por la Audiencia Nacional a Inspectores, Guardias, Jefes Superiores, Coroneles, tropas, maderos,  acusados falsamente de delitos contra los Derechos Humanos. He visto a etarras celebrar la muerte de políticos, policías, guardias civiles, militares y como los Gobernadores Civiles de aquellas épocas callaban y miraban para otro lado.

He visto muchas cosas, será porque ya soy viejo y he vivido demasiado, o quizá solo sea porque nunca cerré los ojos ni me escondí tras las siglas de ningún sindicato (…)

 

Si, fue abatido sin  causa, sin compasión, sin motivo ni razón. Carne muerta Sr Junquera, carne muerta.

 

El día 17 de Agosto hemos contemplado atónitos como unos “terroristas” causaban la muerte de treces civiles y como   seis de esos terroristas, presuntos autores de estos atentados.,  eran “Abatidos”

No voy a entrar a comentar siquiera la actuación de estos chavales ni sus verdaderas motivaciones. No quiero hablar de la idea  que subyace en la toma de  tan terrible decisión.  La idea de nación se basa en los principios de la preexistencia de  un territorio, una cultura y un idioma común.  El islam, como todas las religiones monoteístas no es ni buena ni mala, es solo una filosofía de vida, establece  unas normas  éticas y de comportamiento  comunes que engloba a millones de fervientes seguidores. Y es ahí donde radica su fortaleza, en la capacidad de hacer que millones de personas tan alejadas física  y culturalmente de los primitivos ideales del profeta se sientan unidos por un “objetivo común”.

A falta de un territorio, de una cultura y de un idioma común, aparece la fe en los dogmas del profeta y en la interpretación que de los mismos hacen sus exegetas.

Sería de risa, si no fuese por los trágico de la situación ver a ese muslin de origen cordobés,  barbudo desaliñado, con su media lengua y analfabeto profundo hablando de Al Andalus.

O  esos tipos de Alcanar (Tarragona) preparando una mochila explosiva con ciento seis bombonas de gas butano a la espalda para atentar contra la Sagrada Familia.

O esos cuatro chicos de Cambrils comprando coca-colas en una gasolinera rodeados de cinturones explosivos. Que lógicamente fueron “Abatidos” cual liebres en el coto

Y a ese chico de 22 años que después de haber cometido tan atroz fechoría sale huyendo y durante tres días vaga por los montes cercanos a Subirats, desesperado, solo, sin ayuda y que, finalmente es localizado por el helicóptero policial, siendo finalmente  “Abatido” por los héroes del momento, cuando estaba rodeado por no se sabe cuántos intrépidos mossos. Si, fue abatido sin  causa, sin compasión, sin motivo ni razón. Carne muerta Sr junquera, carne muerta.

 

Habría que preguntarse también dónde están ahora los Jueces Justicieros y los fiscales garantes de los derechos de los ciudadanos. Quizá estén haciendo planes para el puente de la Inmaculada.

 

La Constitución española protege con un derecho inalienable y común para todos en su artículo 15  el derecho a la vida  y a la integridad física y moral sin que, en ningún caso, puedan   ser sometidos a torturas ni penas  o tratos  degradantes. Queda abolida la pena de muerte.

La LO 2/1986 en su Art. 5, apartado 2, letra d) dice: que los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ”Solamente deberán utilizar las armas en las situaciones en que exista un riesgo racimalmente grave para su vida, su integridad física o las de terceras personas, o en aquellas circunstancias  que puedan suponer un riesgo para la seguridad ciudadana y  de conformidad con los principios de …congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su alcance”.

Pero esa es la Constitución española. Esa Constitución de la que los Junqueras y los Romeva  se mofan. Esa que Rajoy no es capaza de utilizar en toda su profundidad para acabar con el disparate de esos pocos catalanes delincuentes y malhechores.

Y como buenos catalanes  mangantes y malhechores se han equipado con unos “mossos” bastante intrépidos ante los adolescentes desarmados. A ver cómo reaccionan esos héroes cuando los beneméritos ocupen sus instalaciones. Lloraran y se mearan? O solo musitaran plegarias a su virgencita de Montserrat?

Habría que preguntarse también dónde están ahora los Jueces Justicieros y los fiscales garantes de los derechos de los ciudadanos. Quizá estén haciendo planes para el puente de la Inmaculada.

 

*Salvador Gata es un Seudónimo.