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Sorayistas vs. cospedalistas, el caso Almería

El arenista Gabriel Amat deserta del sorayismo y anuncia su apoyo a Cospedal.

De todos los posicionamientos que en estos días se ven en el PP alineándose con ésta o aquel candidato, el sucedido en Almería es el más llamativo por sorprendente, increíble y para algunos políticamente sospechoso.

Gabriel Amat, un alpujarreño a la vieja usanza, de los de palabra y apretón de manos, amigo, protegido y protector de Javier Arenas, ha decidido en esta contienda de primarias del PP apoyar abiertamente a María Dolores de Cospedal, vieja enemiga de Arenas que por estrategia personal apoya a Soraya Sáenz de Santamaría, aunque no le dejen aparecer en las fotos y videos de actos como el de Málaga de este sábado, dicen que con espera en el Parador incluida.

No se entiende este inesperado desmarque público de Amat si se contextualizan los años de relación entre ambos políticos, con seis o siete décadas de ejercicio politico a las espaldas entre los dos.

 

La relación Arenas-Amat comenzó a fraguarse tras el golpe de mano de Amat contra el PP de Enciso en El Ejido que terminó en la Operación Poniente, aún por juzgar casi diez años después del arranque de su instrucción y 50 procesados.

 

Arenas apoyó abiertamente a Amat para que se hiciese con las riendas de PP cuarteado por el Poniente y por la capital tras la secesión de Juan Megino que creó su chiringuito para luego gobernar con el PP a cambio de Urbanismo. Acertó Amat porque supo aplicar su astucia a la bonaza que favorecía electoralmente a la derecha, ganando elecciones y, sobre todo, recuperando la Diputación que, como se sabe, suelen ser prolongancion de aparatos provinciales de los partidos, oficinas de colocación de los que las gobiernan, ya sean del PP o del PSOE en este caso.

La amistad personal y relación política de Amat con Arenas ha sido provechosa para ambos, hasta el punto de que Almería se convierte en la nueva patria electoral del político nacido en Olvera (Cádiz) y criado en Sevilla.

Los imputados de la Operación Poniente, que llegaron a ser cerca de setenta, su partido el PAL y sus terminales de poder mediático, fueron los que como respuesta inmediata a la agresión sufrida por Enciso que le condujo a las cárceles de El Acebuche y Albolote, abrieron sin éxito lo que con el paso de unos años y por otras denuncias se acabaría llamando «la Trama Amat».

Los medios controlados por la trama corrupta de El Ejido fueron los primeros en denunciar la tela de araña societaria del clan Amat, denuncias que por llegar avaladas por encarcelados en aquel momento, no merecieron credibilidad. Podían haberlo hecho cuando estaban dentro del PP y no lo hicieron. De hecho, si la Justicia se hubiese metido entonces a investigar a Amat y su gente, además de los de El Ejido, no hubiese beneficiado a ninguna de las dos grandes instrucciones, particularmente por falta de medios.

 

Pero Gabriel Amat a finales de la década pasada conocía mejor que nadie sus debilidades en términos políticos, como también daba por sentado que sabían de sus puntos débiles sus antiguos camaradas del PP almeriense, de la época del juntos, revueltos o asociados en mercantiles del vamos a llevarnos bien, todo lo que haya que llevarse.

 

Con el paso de los años la lectura política que puede hacerse de la OP es que fue una lucha interna feroz por el poder del PP en la provincia más rica y prospera de Andalucía. Amat contó, desde el principio, con el apoyo de Javier Arenas y el aparato regional y nacional del PP. Convertirse Arenas en diputado cunero fue el broche de oro a una operación que nació con un dossier por encargo denominado “Informe Pícaro”. Una investigación patrimonial de todos los adversarios de Amat en el Poniente.

Dicen verdad los defensores oficiales de Amat, como la ex alcaldesa de Adra Carmen Crespo, cuando afirman en su defensa que el líder almeriense del PP es el que ha sufrido más denuncias en su trayectoria política y que de todas se ha librado, archivándose las causas.

Es cierto que la gestión del alcalde de Roquetas, su honestidad personal y política, han sido sistemáticamente cuestionadas desde su oposición política o ciudadana. De la misma forma que quienes han denunciado la supuesta corrupción de Amat creen que goza de una baraka especial que le protege en los edificios judiciales de Almeria. (Algunos, con ironía, dicen que la baraka tiene regular cobertura en Granada)

De las cosas más insólitas que han sucedido con Amat el archivo del Caso La Fabriquilla por el que llegó a estar imputado o investigado no pasó desapercibido para nadie. Sobre todo tras la lectura del informe de Fiscalía donde, tras relatar la existencia de numerosos y graves delitos, se adhiere al archivo decretado por uno de los siete jueces que han pasado investigando a Amat. Quizás fue mera casualidad, pero el archivo de la causa se produjo a las pocas semanas de la presencia en Almería del ministro de Justicia Rafael Catalá en una jornada de trabajo con «los operadores judiciales» de la provincia.

 

O lo que está pasando ahora mismo, parece que con cinco piezas separadas – cinco según Amayt– de la llamada «Trama Amat», autos de archivo judicial que se habrían “fabricado” cuando la juez, la polémica Otilia Fornieles, ya había abandonado formal y oficialmente el puesto de juez sustituta.

 

Al menos ese es parte del relato que la acusación Amayt ha elevado en su recurso al juzgado, avalado por el rastro digital de fechas de los documentos vía LexNet.

En resumen, a Gabriel Amat sus asesores jurídicos y fiscales le tienen que haber alertado de que la instrucción de la conocida como «Trama Amat», no es plato fácil de digerir como otros del pasado inmediato. Que los márgenes jurídicos (y de los otros) son habas contadas que deben saber aprovechar. Añadan a eso el nuevo contexto político generado tras la moción de censura a Mariano Rajo; una nueva Fiscal General del Estado que sabe por dónde queda Roquetas, La Mojonera o El Ejido. A todo eso añadan las dichosas primarias donde, sorpresivamente, Amat se cambia la chaquetilla apoyando a la exministra de Defensa y dejando a su “hermano pequeño” Arenas a los pies de los caballos.

 

¿Qué ha pasado para que un hombre de los de palabra, en este cruce de caminos, haya optado por la candidata más inesperada y en teoría contraria a sus intereses personales y políticos?

 

Fuentes sorayistascreen que Gabriel Amat está más débil que nunca y necesita seguir gozando de protección, “de eso se han aprovechado enviándole a Juan Ignacio con un mensaje claro de parte también de Catalá: ‘las deudas se pagan’. Si alguien puede prestarle protección en este momento son quienes apoyan a Cospedal, que seguro que aún mantienen a personas de confianza en puestos de claves del aparato judicial y policial”.

Alguien cercano a Amat sostiene que es lógico que Gabriel haya hablado con Javier de este tema, “y estoy convencida de que Javier personalmente habrá entendido y apoyado las razones de Gabriel.”