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Spiriman y el poder de las redes

Benito Fdez 2
Benito Fernández

Lo de las redes sociales y su incidencia en la sociedad actual, ya saben, Twitter, Faceboock, Istagram o You Tube comienza a ser preocupante. Podemos lo ha demostrado movilizando a miles de incondicionales seguidores con un simple mensaje. Mi generación, los que hace algún tiempo superamos los cincuenta, seguimos sin poder comprender cómo la pamplina más idiota, el tuit más simple y directo, es capaz de arrastrar masas de incautos que entran en el juego y polemizan sobre la chorrada más grande. La cosa no es exclusiva de los muchachos de Pablo Iglesias sino que todos los partidos, desde la Nuevas Generaciones del PP a las Juventudes Socialistas pasando por Ciudadanos o los nacionalistas, han puesto en marcha sus gabinetes de redes para tratar de contrarrestar los mensajes del adversario político y, de camino, lanzar los suyos propios.

Y en esas estábamos cuando me llega un mensaje de un grupo de jóvenes socialistas que pretenden la renovación del partido partiendo de la nada. Su lema es “ni su ni sa”. ¿Lo han cogido? Aluden a la conocida expresión “ni fu ni fa” cambiando la efe por la ese de Susana y de Sanchez. Vamos, todo un genio a quien se le haya ocurrido tamaño disparate digno de Perogrullo. Por si eran pocos, este nuevo bando no quiere ni a Susana Díaz ni a Pedro Sánchez como futuros líderes de su partido sino a alguien nuevo y aún desconocido, que tenga la suficiente impronta, inteligencia y capacidad como para recoger las migajas actuales y hacer con ellas un pastel lo suficientemente atractivo como para que recupere ese carácter de partido capaz de alcanzar el Gobierno de la nación.

 

A ello se está dedicando últimamente con contactos con empresarios y banqueros, auspiciados por su amigo el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido.

 

Lo malo es que el tiempo pasa rapidamente y aquí nadie le pone el cascabel al gato. Por más viajes que haga a lo largo y ancho de España, Pedro Sánchez, autor del mayor descalabro socialista de la historia, es un lider amortizado. Y Susana Díaz, demasiado cómoda como la emperatriz del Sur, no quiere arriesgarse a jugarse su futuro a la única carta de una secretaría general socialista cogida con pinzas. Ella prefiere apostar a lo seguro. Y lo seguro es seguir moviendo sus hilos para poder controlar al partido de Ferraz desde el Palacio de San Telmo o desde la sevillana calle de San Vicente. El Congreso que eliga a la nueva dirección no se celebrará antes de primavera y a Susana y a la actual gestora le queda aun mucho por hacer para que la solución final esté bajo su absoluto control. A ello se está dedicando últimamente con contactos con empresarios y banqueros, auspiciados por su amigo el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido. Su reciente viaje a Bruselas se enmarca dentro de esta campaña de visualizar quien es la persona que dirigirá, directamente o en la sombra, al nuevo socialismo español.

Pero volviendo a lo de las redes sociales, no quisiera acabar este artículo sin aludir a un personaje experto en redes sociales que está poniendo en jaque a la todopoderosa Junta de Andalucía. No es otro que Spiriman, o lo que es lo mismo, el jóven médico granadino de urgencias de solo 30 años, Jesús Candel. Para muchos de ustedes será un desconocido ( en la imagen, en su ultima intervención a través de Facebook) pero les aseguro que que en el ámbito de la Medicina andaluza se ha convertido en todo un superhéroe siendo capaz de sacar a la calle en Granada a casi cincuenta mil profesionales de la sanidad, un colectivo bastante reación a las movilizaciones, en protesta contra la pretendida fusión hospitalaria. Su llamamiento ha tenido eco en todas las capitales andaluzas con una “marea blanca” cada vez más numerosa que ha encendido las alarmas en San Telmo y la Junta se ha visto obligada a llamarle para negociar con el fin de frenar unas protestas convocadas en las redes sociales que pueden poner en un aprieto a la mismísima Susana Díaz en unos momentos en los que lo que menos necesita son problemas en su tierra.

Viene todo esto a cuento del poder que están adquiriendo las redes sociales en los últimos tiempos. Gente practicamente desconocida, pero dotada de un magnífico poder de comunicación y seducción de masas, es capaz de convertirse de la noche a la mañana en un lider y arrastrar tras de sí a miles de personas. Quizás sea ésto lo que deban de buscar los principales partidos de nuestro actual panorama político. Personas jóvenes, con carácter, ideas y poder de seducción que renueven las viejas estructuras políticas heredadas de la transición. Podemos puso el primer botón de muestra. Spiriman solo se ha limitado a recoger el testigo y ponerlo al servicio de sus compañeros de profesión y de los usuarios de la medicina pública. Cabe esperar que nuevos spirisman surjan entre las filas de los partidos tradicionales para remover sus periclitadas bases. Y desde luego esos no son los socialistas del “ni su ni sa”.

 

*Benito Fernández es Periodista