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 Urgencias

Clara Guzman
Clara Guzmán

_¡Niña, qué mala carita tienes!

_Demasiao que estoy viva.

_¿Y eso?

_Pues que he cogido la gripe y no la suelto y este año dicen que viene a por todas.

_¿Pero a por todas? ¿Sin distinción?

_Hija, tú sabes que la gente gorda siempre se salva. Ya dice el refrán que a perro flaco todo son pulgas.

_¿Pero has ido al médico?

_¿Al médico? Me fui a Urgencias y eso parecía Sevilla en Semana Santa.

_¿Por la pasión?

_Por la de gente, chiquilla.

_¿Pero no dice Susana que nuestra sanidad es la joya de la corona, que es puntera en el mundo?

_¿Puntera en el mundo con cuatro pastores para atender a tanto rebaño? Más de un “Spiriman” les tenía que salir; más de un médico respondón como el de Granada.

_Con tanto colapso no me extraña que a mi cuñado Juan de Dios le diagnosticaran bronquitis y lo que tenía el hombre era un infarto. Al final, porque volvió al día siguiente, le pusieron unos muelles en el corazón y enseguida a casa, que había que dejar camas libres.

_Menos mal que era de Dios, porque con el caos terrenal no se salva. Aquello era un espectáculo, niña. La gente, apelotoná, y cada uno con su virus a cuesta.  Lo más insano que he visto. Además, eso parecía la torre de Babel, porque como son tan solidarios mandando desde el sofá “rochebobois”, aquí no cabemos, pero ¡hala, a abrir la puerta! Y las criaturitas no daban abasto para atender a tanto enfermo. 

_Vamos, que con la de gente que hay en la Consejería de Salud llevándose lo más grande, ¿nadie cayó en que este año la gripe se adelantaba? ¡Que estamos en la era de internet…!

-¿Que nadie cayó? ¡Si están todos callados! Ahí el que habla no sale en el “Mannequin Challenge”, en castizo hacer un Don Tancredo.

_ ¿Y qué hicieron?

_Pues llamar al Séptimo de Caballería, como en las películas de indios y americanos. Como si los sanitarios estuvieran ahí, esperando a que les llamen para un roto o un descosido. Si nuestros sanitarios ya están en el extranjero, mi alma…

_¿Y la gente no se iba?

_¿Dónde va a ir la gente, chiquilla? Vamos ni que hubiera ido Susana a decir lo de la Lola Flores: “Si me queréis, irse”.

_¿Pero fue?

_ ¿Cómo va a ir, chiquilla? Es una manera de hablar.

_¿Qué, lo de que la quieran?

_Mujer, todo, que te veo venir.