2 Monseñores y 2 Señores
Y Bergoglio?. Ha ido a saludar a la Salud del pueblo romano, en Santa Maria Maiore, para dejar espacio y tiempo a los dos señores.
Suelo de mármol de Carrara y paredes revestidas del mismo material y un bello rincón de la basílica de San Pedro, donde ha concluido la misa exequial de despedida al señor papa muerto en la madrugada del lunes de Pascua.
El aparentemente dueño de los destinos de la economía y el comercio mundiales que asistía de azul claro para afirmar que viene del oeste, ha entrado a la par que el pequeño gobernante de un país que gracias a un antiguo espía que sigue en el este está viendo morir a sus conciudadanos. Ahora masacra el espía europeo de la sufrida Ucrania a la que ya masacraron los alemanes y el padrecito Stalin en los años cuarenta del siglo pasado.
Dos monseñores de la casa pontificia, sede vacante hoy, acercan sillones y se alejan lo suficiente para no oír pero sí guardar a los dos señores que se han acogido hoy a sagrado para no repetir la bochornosa encerrona del despacho oval en el oeste según se va hacia Dodge city, ciudad sin ley por donde Billy el Niño perseguía inmigrantes europeos en carreta hacia los horizontes lejanos.
Aquí en el silencio y el fresco de los tránsitos de la basílica central de la cristiandad católica todo el mundo es igual. Sor Gabrielle, también de azul, monja nómada, amiga del papa muerto está ahí al par, llorando, que el presidente Matarella. Aquí el pequeño director de la política y la guerra de Ucrania es igual que el jugador de golf que lanza aranceles al hoyo 29 que está en Pekín.
La Iglesia querida por el papa muerto, abierta a todos los humanos porque son iguales, ha acogido tras la vibrante homilía de un cardenal de 91 años que ha recordado que aquí se muere hasta el apuntador, porque somos todos iguales al ser hechos por el Dador de la Vida y ser todos de Él, a los dos políticos que ofrecieron un penoso ejemplo del abuso de poder y del apoyo a los dictadores que asaltan a cañonazos las fronteras de una nación en paz.
Y Bergoglio?. Ha ido a saludar a la Salud del pueblo romano, en Santa Maria Maiore, para dejar espacio y tiempo a los dos señores. Ya le informarán sus monseñores.