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Propuesta de Camino de Santiago desde la Alpujarra

El viajero hallará sensaciones muy bellas en el arranque de este peregrinar desde las Alpujarras almerienses

Conchi Ruiz Alonso / Reportaje.- Al hilo de mi anterior artículo sobre la ruta que fue trazada del Camino Mozárabe de Santiago por la Alpujarra Almeriense, no quisiera que mi opinión quedara tan sólo en una mera crítica y, aprovechando que nos encontramos en mitad de un puente con festivos por llegar y las ganas de viajar y conocer nuevos rincones se acentúan, les propongo aquí la ruta que yo habría diseñado atravesando sólo y exclusivamente los pueblos de la Alpujarra Almeriense.

 

Para poder acceder a la Alpujarra Almeriense desde la ciudad de Almería existe un itinerario, ya conocido por numerosos senderistas, que no es otro que el Camino de las Fundiciones Reales con el que se creó una interesante obra de ingeniería, construida para enlazar de forma efectiva el puerto de la capital almeriense con las explotaciones mineras y fundiciones de la Sierra de Gádor. Para seguirlo hay que salir de la ciudad de Almería por la Colonia Araceli atravesando por debajo la A-7 por un túnel e ir ascendiendo atravesando las minas de Gádor hasta alcanzar La Puente de Alhama, la cual es considerada por muchos historiadores almerienses como parte del listado de los monumentos de mayor valor de la comarca alpujarreña. La Puente formaba parte de una antigua calzada romana y lo que hoy día podemos ver es una reconstrucción del s XVIII, que fue usada en los siglos XIX y XX para transportar el plomo que se extraía de la Sierra de Gádor hasta el puerto de Almería.

Captura de pantalla 2015-12-07 a las 15.40.34Esta etapa de unos 21 km permite al peregrino descansar en la Villa Termal de Alhama de Almería, auténtica Puerta oriental de la Alpujarra, donde cuenta con diversos alojamientos (un hotel, un hostal y apartamentos rurales) y la opción de darse un baño o un tratamiento hidro-termal en su Balneario, o si dispone de pocos recursos dinerarios poder aliviar sus pies cansados en los Caños de la Plaza de España, de donde cae agua termal con propiedades curativas. Desde el punto de vista religioso, cabe destacar el Morabito situado a media ladera del Cerro Milano, datado del s XVI, tratándose de la ermita-qubba más antigua de la comarca alpujarreña.

El recorrido a seguir desde Alhama, no es otro que el de los municipios que formaron parte de la Tahá de Marchena, que era la división administrativa del territorio alpujarreño de época nazarí integrada por 10 pueblos: Alsodux, Alhabia, Terque, Bentarique, Huécija, Íllar, Alhama, Instinción, Rágol y Alicún.

PRIMEROS PASOS

Descenderemos entonces por el Camino del Resquicio pasando por el Cerro de Marchena, fortaleza medieval que gobernaba y protegía la antigua Tahá, de la que quedan varios aljibes y un lienzo de muralla, alcanzando así uno de los pueblos más pintorescos del Medio Andarax, Terque, donde además de poder conocer la historia más reciente de la comarca a través de sus museos, podremos deleitarnos desde el Jardín Botánico con las vistas del Valle del Río Andarax con su manto de naranjos, admirar las residencias burguesas como la popular Casa de los Caballitos o la Casa de Juan de Austria, el Barrio de las Cuevas, hoy reconvertido en casas-cueva para alquiler turístico, y donde podremos también visitar su Iglesia, edificada a finales del siglo XVI sobre las ruinas de la anterior que ardió durante la rebelión de los moriscos y que además está dedicada al Apóstol Santiago…

Desde Terque ascenderemos siguiendo el curso del Río Andarax, que es el eje central de la comarca de la Alpujarra Almeriense, el cual nos deja hacia un lado la Sierra de Gádor y hacia el otro Sierra Nevada, ofreciéndonos un paisaje lleno de contrastes, con aromas a azahar de sus vegas de naranjos, las antiguas cuevas-silo de sus cerros y el agua presente en todo su recorrido.

 

Desde el punto de vista religioso, como eje vertebrador del Camino Mozárabe, hay que destacar el pueblo de Huécija, el cual merece una parada casi obligatoria para el peregrino y así visitar el Convento de los Agustinos con su magnífica torre, única en la comarca, y declarado como Bien de Interés Cultural, así como la Iglesia de la Anunciación de estilo mudéjar.

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Una vez recorridos los pueblos de la Tahá de Marchena alcanzaríamos Canjáyar, con su imponente estampa de pueblo blanco alpujarreño, una de las vistas más bonitas que ofrece este camino. Este pueblo forma también parte del trazado del Camino de las Fundiciones Reales y, de hecho cuenta como gran atractivo de ese Camino con la Fundición Real de Alcora, la cual puede visitarse y es más que recomendable, ya que su estado de conservación es magnífico.

 

En Canjáyar se podría hacer la segunda pernocta del recorrido, ya que cuenta con diversos alojamientos, no obstante, uno de los pueblos por los que se pasaría con este itinerario, Instinción, cuenta un hotel, donde el peregrino podría descansar y esperar al día siguiente para llegar a Canjáyar y continuar hacia la Alta Alpujarra.

LIGNUM CRUCIS

Uno de los mayores atractivos de Canjáyar desde el punto de vista religioso, es la famosa Santa Cruz de Canjáyar, reliquia de la que se ha aprovechado para crear un producto turístico que conlleva hasta una peregrinación anual desde la ciudad de Almería. Esta Cruz fue descubierta en un muro de la Iglesia de Canjáyar, que según los estudios que se han hecho sobre la misma, fue traída por un peregrino desde Tierra Santa y ocultada para evitar su profanación por los musulmanes en tiempos de las revueltas alpujarreñas.Captura de pantalla 2015-12-07 a las 15.41.43 Cada alveolo de la cruz contenía una piedra de lugares de Tierra Santa relacionados con la vida de Jesús y de la Virgen. Algunas de las piedras se han deshecho, pero en el fondo de todos los alveolos se conserva y puede leerse abreviadamente el origen de las mismas, del Monte Sinaí,  del Monte Calvario, …

Esto convierte a la Cruz de Canjáyar en un pequeño atlas, un mosaico auténtico de Tierra Santa conformado con la clara voluntad de abarcar todos los lugares que acogieron a Jesús y su madre. Además, en el siglo pasado fue enriquecida con un LIGNUM CRUCIS, un fragmento verdadero de la Cruz de Cristo.

Si continuamos el ascenso por la Alpujarra Almeriense llegaremos al pueblo de Padules, donde podremos saborear los excelentes vinos de sus bodegas y hacerle un guiño a las tierras gallegas con el primer vino de la uva albariño producido en la provincia de Almería.

Y no deberemos abandonar este pueblo sin antes descalzarnos y mojarnos los pies en Las Canales de Padules, un lugar único donde el Río Andarax queda encerrado entre dos paredes de roca formando un remanso de agua cristalina. Desde aquí continuaremos por un sendero señalizado, PR-A360, que nos guiará hasta la pequeña y encantadora población de Almócita, con sus casas blancas con poesías en sus fachadas y calles estrechas donde nos acompañará la arquitectura morisca.

Este sendero nos llevará hasta el pueblo de Beires, pero si proseguimos nuevamente por el Camino de las Fundiciones Reales desde la localidad de Almócita, con los vestigios que la actividad minera dejó en esta comarca, alcanzaremos el bello pueblo de Fondón con su imponente torre de la Iglesia de San Andrés y las impresionantes vistas que nos ofrece de la majestuosa Sierra Nevada. Aquí pasearemos por sus estrechas calles con hermosas casas señoriales y burguesas de los siglos XVIII y XIX, como la Casa Palacio de Las Godoyas, y degustaremos los excelentes vinos tintos que se elaboran en las bodegas de este municipio alpujarreño, volviendo a hacer un pequeño guiño a las tierras gallegas donde arribó la barca con el apóstol Santiago, porque si allí es bien conocido y afamado uno de sus quesos, el de Tetilla, aquí no lo es menos uno de sus vinos, el Tetas de la Sacristana.Captura de pantalla 2015-12-07 a las 15.41.59 Podremos encontrar alojamiento en este municipio, bien en el camping, en diversos apartamentos turísticos, o en el hotel de montaña del núcleo de Benecid que cuenta con unas impresionantes vistas hacia el Valle del Andarax. O si lo prefieren podemos avanzar unos 4 kilómetros más y alojarnos en la capital de la Alpujarra Almeriense, Laujar de Andarax, pueblo que fuera la última residencia en la Península Ibérica de Boabdil antes de partir a Fez y donde murió su esposa Moraÿma. Desde el punto de vista turístico esta localidad es la que cuenta con más servicios de alojamiento de toda la comarca, ubicándose además en la misma una de las Villas Turísticas de Andalucía.

Captura de pantalla 2015-12-07 a las 15.41.21En Laujar podremos recorrer sus calles siguiendo la ruta de sus numerosas fuentes o pilares, admirar el impresionante retablo barroco de su Iglesia, visitar el nacimiento del Río Andarax y, por supuesto probar sus vinos porque si he mencionado los caldos de Fondón y Padules, no debo hacer menos con los de este pueblo, cuyo nombre se recoge en la indicación geográfica protegida de esta zona vitivinícola “Vinos de la Tierra Laujar-Alpujarra”.
El último tramo antes de abandonar la comarca de la Alpujarra Almeriense, ya casi lindando con la provincia de Granada, nos supondría la ascensión hasta el punto más alto de la provincia de Almería, el Puerto de La Ragua. Tendremos para ello que dirigirnos hacia Paterna del Río, donde antes de continuar el camino deberíamos parar unos minutos para visitar el interior de su Iglesia, datada del siglo XVI, y observar su llamativo artesonado mudéjar así como el retablo barroco de su altar mayor.

Aquí tomaremos la “Acequia Real” de Paterna que nos conducirá a través de un precioso paisaje de castaños centenarios, agua y setas, hasta que alcancemos nuestro último pueblo de la Alpujarra Almeriense, Bayárcal. Desde aquí se deberá descender hacia La Calahorra, ya en la provincia de Granada, para así continuar el Camino Mozárabe de Santiago siguiendo los trazados del resto de comarcas andaluzas y extremeñas.

Al principio de este artículo les dije que este itinerario era una propuesta de la que aquí escribe, por lo que no hallarán a lo largo del mismo grafitis amarillos con vieiras marcándoles el trazado. No obstante me he basado en diversas rutas y senderos existentes y que están señalizados, los cuales he ido entrelazando para dar unión a mi propio Camino, sólo espero que hayan disfrutado y saboreado el recorrido.