Pensión polígama y otros sobresaltos

1/ El Tribunal Supremo, el del procés, pero su sala tercera, ha dictado una sentencia concediendo a una de las viudas de un polígamo marroquí, amparado en España por su derecho personal, la mitad de la pensión española que le era debida al fallecido al haber servido en el ejército español en el Sáhara. Hasta esta sentencia toda la pensión la percibía la primera esposa. La sentencia obliga a reconocerle a la segunda esposa su derecho a la mitad de la prestación desde el primer día del mes siguiente al del fallecimiento del soldado más los  intereses. «Omnia post obitum fugit mejora vetusta». Después de la muerte, todo parece más favorable al difunto. En este caso de poligamia, a su segunda esposa legal. Y hay quien desconfía de que los difuntos no nos acompañan. Que le pregunten a la agraciada si no se le aparece su muertito los días de la transferencia de la pensión.

2/ Ralph Peters, un analista de estrategia militar y de guerrilla urbana, ha llamado la atención sobre la constatación estadística que considera que los grupos violentos que en las ciudades se enfrentan a la policía, y a los ejércitos regulares en su caso, están integrados por seres primitivos  y erráticos de lealtades cambiantes, acostumbrados a la violencia y sin ningún interés por el orden civil. La bradicinesia ( cuando el movimiento se ralentiza) producida y constatable en la violencia urbana de Cataluña tiene relación con múltiples factores, pero uno de ellos es el que describe Peters. Los intervinientes en aquellos fuegos de artificio contra un Estado como el español eran «espasmos mioclónicos». Son aquellos que producimos al inicio del sueño con movimientos musculares incontrolables y, a veces, doloridos. Pero soñando. Cioran avisó ,con su experiencia del totalitarismo rumano de Ceaucescu, que «la lucidez es al alma, lo que el dolor de muelas es al cuerpo». Hoy, cuando los informativos muestra las palizas y pélelas entre seguidores del Barça y del Valencia, en terra dos països catalans, he apreciado la justeza de las avdrtenciasde Peters.

3/ Estos días pasados algún pretendido periodista,  y mezquino comadre ante de los entornos monarquico, ha vuelto a huronear sobre don Juan Carlos, a raíz de la muerte de una de las infantas, hermana suya. Don Juan Carlos de Borbón y Borbón no aprendió de don Francisco Franco Bahamonde que la discreción, el silencio y el férreo control de su entorno civil y militar eran claves para mantenerse en el poder. Controló muchos años, al estilo contagiado por el general, los pasos de la Casa Real y de su familia. A medida que la nueva configuración política y la confianza en los dirigentes políticos que, en conjunto, se llevaban bien con el, le tenían aprecio personal y respetaban su marco de actuación, pues también él respetó el institucional configurado por la Constitución, creció su confianza en que su vida pública estaba asentada y protegida. Lo estaba. Lo ha estado muchos años. El viejo rey tenía apoyo popular, una amplia mayoría de ciudadanos era juancarlista , apreciaban su cercanía y espontaneidad y el conjunto de la población española se sentía a gusto con él. Creo que esa sensación ha sido su perdición.

4/ El campeón mundial de escupir huesos de aceitunas a la mayor distancia posible y, a la sazón y probablemente debido a ello, secretario general del partido de don Casado, intervino el pasado miércoles 22 de enero en una rueda de prensa para aconsejar al presidente del gobierno sobre algún proceder que su inteligencia sentiente de ciezano detecta que no cumple. A su derecha en el micrófono se encontraba, !oh!, el magistrado López el cual hubo de abandonar el tribunal al que pertenecía !oh!, el Constitucional por cierto, debido a que lo pescaron borracho y conduciendo una moto de alta cilindrada. Ejemplo para los jóvenes y no tan jóvenes españoles, así lo muestran don Casado y don Egea. !Oh constructores egregios de la España del futuro!. Y recordemos, de paso, que un concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona y jefe del partido en aquel territorio ha dicho que fue un error presentar a la marquesa de Casado como candidata en las elecciones generales. La dicha marquesa tocando un piano vertical Steingway con caja estilo Luis XVI, y al fondo las parteluces que permitían ver hacia Lledoners las colinas de Manresa y a la izquierda Montserrat, una estampa de Watteau, llegó con esclavina de lamé con orla de armiño a  Cataluña a servir al rey, siempre con licencia de su coronel, !ay, ay de su coronel, de su coronel!. Coronel Casado. Nada que ver con Casado, general, rojo. Y no dio una. Volvió eso sí con su escaño de portavoz. Su coronel tiene un ojo…….

5/ Leo, sin asombro alguno pues España cura de espantos a sus hijos a perpetuidad, que ya a los Pujol no se les podrán reclamar lo ocultado a Hacienda, o sea a los catalanes españoles y a los españoles del Ebro hacia abajo y parte hacia arriba, 900.000 euros del total que a lo largo de veintitantos años defraudaron, invirtieron fuera, guardaron en ataúdes y escudellas varias. Y a don Felipe González, don José María Aznar, expresidenciables vivos, y los señores Rodríguez Zapatero y Rajoy como herederos de aquellos dos, ¿no se les cae la cara de vergüenza y, al menos, dejan de hablar de Estado de derecho?. Por cierto don Felipe VI podría dejar caer algo de esto en algún discurso sobre la Igualdad de de todos los españoles ante la ley. Y los fabulosos fiscales de sala, de antesala y de coche cama y los famosos jueces de instrucción que deben actuar de oficio, podrían preguntarse a sí mismos y a sus colegas porque no hablaron actuaron y denunciaron alto y claro cuando se sangraba a la Patria desde la presidencia del Govern, con el silencio del Gobierno y de todos los que sabían lo que estaba ocurriendo, fiscales generales sucesivamente sucesivos  y tribunales imparcialmente imparciales con la imparcialidad sacrosanta que se les supone a los designados tras durísimas oposiciones imparcialmente convocadas. Estos servidores del Estado, en este, como en otros asuntos practican el principio taoísta de “hacer no haciendo”. He leído estos días, no se donde francamente, que Elliot afirmaba que el fin del mundo no vendrá con un estallido, sino con un susurro. A lo mejor al régimen político del 78 le ocurre otro tanto.