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Aborto: ciencia y religión

Ni las mujeres que abortan son asesinas ni los que creen que el aborto es un crimen son fanáticos fascistas.

Doce años después de que el PP recurriera la ley de plazos de Zapatero el aborto vuelve a estar de actualidad. El vicepresidente de VOX en Castilla y León, anunció un protocolo médico consistente en que la mujer que acuda a abortar pueda ver ecografías y escuchar el latido del feto provocando el debate político y social. Como si una mujer en esa situación no llevara ya suficiente carga para someterla a más presión. En una situación de zozobra y angustia añadir más incertidumbre a la decisión es cualquier cosa menos una función sanitaria. Ninguna persona merece ese trato para calmar la conciencia de otra. ¿Es un asunto científico o religioso? ¿Quién lo dice? ¿Dónde lo dice? ¿Dijo algo sobre ello Jesús de Nazaret? ¿Dice algo la Biblia? ¿Los Evangelios? ¿Mahoma? ¿El Corán?

Todas las opiniones son respetables… menos las que no lo son. Ni las mujeres que abortan son asesinas ni los que creen que el aborto es un crimen son fanáticos fascistas. Distintas visiones de un asunto muy complejo que deben convivir respetándose mutuamente. Un embrión se convierte en feto aproximadamente a partir de la 9ª semana. Hasta hoy, el feto más joven que ha sobrevivido con todos los conocimientos de la ciencia nació con 21 semanas y cuatro días y es considerado un bebé milagro. La ley de plazos de Zapatero establece como límite de tiempo para abortar el feto 22 semanas y después solo en caso de riesgo para el feto o la madre. Esta ley hace compatible el derecho a la vida del nasciturus (no nacido) desde el plazo en que tendría alguna posibilidad de sobrevivir con el derecho a decidir de la madre hasta ese momento. Está en trámite una nueva ley del aborto donde se fija que una menor de edad puede abortar sin informar a sus padres (no digo pedir permiso, que es otra cosa). Se parte de la presunción de que la menor querrá abortar y los padres no y puede darse el caso contrario, que los padres quieran que aborte y la menor no; entonces, ¿qué decisión prevalece? Los padres tienen obligaciones para con los hijos y el hecho de ser hembra y preñada no anula la responsabilidad de los padres sobre su hija menor.

Se me ocurren infinidad de circunstancias por las que una niña o mujer puede quedar embarazada y las mismas por las que no quiera ser madre en ese momento o nunca. Ella debe decidir y la sociedad facilitarle la tarea sea lo que sea lo que decida, abortar o seguir con el embarazo en los plazos legales antes señalados. La mujer embarazada tiene derechos y el feto también, desde el momento en que alcanza la posibilidad de ser un ser vivo separado de la madre, pero mientras no alcance ese nivel de desarrollo es a la mujer a quien corresponde tomar la decisión.

Cuestión aparte es la trivialización de los embarazos. Se mantienen relaciones ajenas al riesgo de embarazo por ignorancia, falta de información o porque se antepone el placer a la responsabilidad. En eso sí tiene el Estado una tarea en educación sexual, en establecer una política de medidas anti-embarazo gratuitas (como deberían ser los productos de higiene femeninos), con DIU, píldoras, preservativos, etc. y campañas de formación desde la escuela. Abortar no es un sistema anticonceptivo sino un acto médico ante una emergencia. El discurso de “que se lo paguen ellas” poniendo el acento en el coste de la operación llevaría a plantear el mismo trato para operaciones y tratamientos de cáncer de pulmón de fumadores o de trasplantes y enfermedades motivadas por el consumo de alcohol. Seguro que es posible mantener cualquier opinión y respetar las de los demás. El aborto es voluntario, afecta a la vida de una persona y su futuro y esa persona debe tomar la última decisión con las normas legales garantistas vigentes en la actualidad. Aborto seguro y gratuito. El Tribunal Constitucional se pronunciará en breve sobre el recurso del PP. La ley recurrida es garantista para el feto, la madre y sus derechos como mujer gestante. Que siga así.