The news is by your side.

Afganistán

Si Biden huye dejando gente a merced de los talibanes debería ser relevado en la Casa Blanca… y acusado y enjuiciado. 

 

Un mes después de los atentados del 11S, Estados Unidos y la OTAN invadieron Afganistán. Allí han dejado en 20 años 3.595 muertos occidentales (dato 23/7/2020), 20.500 heridos y más de dos billones de dólares. Miles de millones circularon por meandros de corrupción occidental y de mafiosos narcotraficantes, señores de la guerra, a los que Estados Unidos entregó el Gobierno afgano. Miles de soldados afganos cuyos salarios pagaban los yanquis no existían, soldados que existían no cobraban, elecciones fraudulentas y Joe Biden han contribuido a este desenlace. 

 

Los talibanes amenazan a Estados Unidos con “consecuencias” si no han abandonado el aeropuerto de Kabul el 31 de agosto. Hay que hacer todo lo necesario para sacar a la gente de Afganistán, incluso tomando militarmente Kabul para que puedan seguir entrando y saliendo aviones. Si Biden huye dejando gente a merced de los talibanes debería ser relevado en la Casa Blanca… y acusado y enjuiciado. 

 

El Gobierno, el Ejército y la policía española están cumpliendo en Kabul. El presidente del Gobierno reaccionó tarde y mal, en alpargatas, con propaganda desde el palacio donde veranea que pagamos todos; la ministra de Defensa, Margarita Robles, siempre acertada, en su sitio. Hace días pedí en Twitter medallas rojas pensionadas para los 17 policías de Kabul, que no se las llevaran los mandos desde sus despachos en Madrid. Un amigo que fue miembro del MOE (Mando de Operaciones Especiales) me respondió que los policías están allí voluntarios y que en zonas de guerra deben actuar unidades especiales del Ejército, no policías. Dos días después se supo que un destacamento del MOE se trasladaba a Kabul. Acertada decisión. Que condecoren también a los militares.

 

En 2008, el comandante Valverde mandaba una columna de 12 soldados del MOE para proteger a la policía afgana que abría una comisaría en el pueblo de Khaikhane. Fueron emboscados y recibieron fuego durante horas, en un combate sin bajas españolas (el MOE son “boinas verdes” o “guerrilleros”, la unidad de combate más preparada del Ejército español), resultando 72 talibanes muertos. Defensa concedió cinco medallas rojas pensionadas: al comandante, dos capitanes, dos sargentos y despreció a los siete soldados rasos. Eran muy caras. Sumando las siete costaban 600 euros/mes. Práctica inmoral habitual también en la policía. Si hubiesen muerto, fanfarrias con protagonismo político. Españistán.

 

Arabia Saudí y otros Estados del Golfo que nadan en millones no acogen a desplazados afganos, ni sirios, ni de ningún otro Estado. Los refugiados, para Europa, los “pagafantas” de su invasión pacífica que en 50 años desestabilizará los cimientos de nuestra civilización. La UE debería plantear la acogida de refugiados en países musulmanes, aunque viendo a Arabia Saudí en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU es evidente que el dinero pesa más que los valores de Occidente. La ONU es una élite feudal de decenas de miles de políticos y funcionarios con salarios estratosféricos sobre la pobreza de millones de personas.

 

En todo caso debería exigirse a quienes quieran vivir en Occidente algunos compromisos; a), un hombre y una mujer son iguales, de la misma condición y con los mismos derechos; b), se prohíbe la pederastia. No convertir a niñas de 12 años en esposas y esclavas; c), se prohíbe la violencia, la tortura y maltrato a los menores. 

 

Europa debería proteger sus valores y su forma de vida. Gastará un billón de euros (en su burocracia se perderán algunos miles de millones) para acoger refugiados islámicos sin exigir su acogida a los países musulmanes y monarquías del golfo. Refugiados y tasa de natalidad cambiarán occidente desde el vientre de sus mujeres.