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Buen día de Moncloa para España

Los señores Casado y Sanchez han hablado durante hora y media. Otro triunfo

 

El señor Casado ha acudido a visitar al señor presidente del gobierno de España. Primer triunfo de la civilidad y la cortesía tras los bochornos indultos y vejaciones mutuas en el Congreso estos días pasados. Creo que ese gesto honra al presidente del PP y transmite una sensación de normalidad a la ciudadanía. 

Los señores Casado y Sanchez han hablado durante hora y media, según las noticias publicadas. Otro triunfo, porque aún siendo verdad que tempus fugit, no lo es menos que solo el tiempo suaviza las tensiones, permite conocerse y darse tiempo es señal de sensata vividura.

No se han puesto de acuerdo los señores Casado y Sanchez. Tercer punto a favor de ambos actores. Hubiera sido una engañosa conclusión si al término de la visita conversada ambos hubiera acordado soluciones en esta enrevesada situación que vive España. Dice a favor de los protagonistas que hayan sido veraces al transmitir que sus posiciones son decisiones tomadas con tiempo y argumentos.

Hemos superado lo que don Diego Torres de Villarroel, doctor por Salamanca, catedratico de matemáticas de su universidad  decía al describirla “sabios sólo de gestos y visages/ estudiante ninguno, mil togados/ y con ventosidades de graduados los que tienen ya plaza de salvajes/ la necedad se abriga con los trajes y andan todos los vicios arropados...”. Porque esa algarabia de patanes de albañales (no albañiles) y de hueros fantasmas elegidos es lo que vimos estos pasados días en los escaños del semicírculo del antiguo convento de jeronimos hoy lugar de las Cortes españolas.

Los señores Casado y Sanchez, de consuno han visibilizado que pueden hablar, sin acordar. Que pueden saludarse sin insultarse y acordarse de sus respectivas y honrosas progenitoras. Que mantienen sus posiciones firmes y volverán a hablar. Porque rebuznar no es propio de seres racionales. Y rebuznos hemos oído en el lugar que ocuparon los procuradores franquistas y don Emilio Castelar. Elijamos.