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Cabalgata chocante en Utrera

La compungida Asociación ‘Maestro Milla’, organizadora del evento, no se lo explica

 

Hubo un tiempo de lanzamientos enérgicos de caramelos por la mayoría de los integrantes de la Cabalgata de Reyes sevillana. En los archivos de las Urgencias constarán los percances, algunos muy serios al impactar en los ojos, al tiempo algunas ópticas hicieron su enero sustituyendo cristales. Después de recomendaciones e implorar al sentido común ―parece―llegaron unas suaves entregas de glucosa celestial.

Sin embargo, integrantes de algunas carrozas de la cabalgata de Utrera decidieron obsequiar este año con regalos tan originales como un tratado de cultura sanitaria para combatir las hemorroides; tal vez incluidas las infantiles (¡). El obsequio pudiera tener un fin caritativo para culitos escocidos o, encontrados los manuales en algún rincón a la espera de un reciclaje celulósico, algunos decidieran homologar al respetable con una gran papelera de reciclaje.

Además, otros o los mismos, mandaron por vía área a los enfervorizados padres y niños un popurrí de materiales ferreteros: tensores, puntillas, soportes para las cortinas, tornillos, tacos… (supongo made in China, claro). Y, según comentan, hubo lesionados. Buen capítulo para el gran libro de la estupefacción

Esperemos no cunda el ejemplo porque durante el año muchos podría decir: «¡Eh, Juan, deja el filtro anticuado del coche en el trastero para tirarlo en la próxima cabalgata!». Cachivaches de naturaleza insospechada y manuales abracadabrantes podrían terminar esparcidos si cundiera el ejemplo por las cabalgatas nacionales.

La compungida Asociación ‘Maestro Milla’, organizadora del evento, no se lo explica: «Algunos participantes rompieron la disciplina, el compromiso de lanzar regalos adecuados, y las consecuencias, además de la mala imagen dada, podrían haber sido muy graves. Lo lamentamos».

Otra rocambolesca cosa ha sido constatar con alto grado de certeza ser la protagonista la carroza de Papá Noel ¡o sea, la oposición nórdica instalada en pleno séquito real! En esta fiebre diferenciadita extendida por España, preludio de un balcanizado caleidoscopio, la comitiva utrerana no querría desentonar.

Pudiera en un futuro ocurrir afanes de superación al incrementar algún descerebrado la variedad de los regalos, so pena instalase la sufrida asociación unos arcos detectores de metales o scanner con los agentes de seguridad preceptivos.

En fin, tampoco sería mala cosa pasaran los diputados y diputadas  por dichos controles porque el calor en esta legislatura se adivina de alta temperatura céfala, con riesgo evidente de lanzamientos ferreteros peligrosos. Tampoco, si el hastío llegase en cortos periodos, les vendría mal a los padres y madres patrios asimilar tratados sobre las hemorroides, mal irritante, sensible a los disgustos y a los picantes. En todo caso, Utrera podría orientarles, dada la experiencia obtenida en el pasado cortejo.