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Canto a la unidad

¿Qué problema hay para no querer impulsarlo? ¡Ah, sí!: la “UNOyDÁ”

 

La Unidad va implícita al hecho de pertenecer y formar parte de un Partido (y, en general, en cualquier organización) y explicitarse en sus respectivas normas internas: Estatutos, Reglamentos,…

Por tanto, vender la UNIDAD como un valor identificativo de una opción política frente a otras es tan pueril que no merece la pena darle valor, salvo que dicha opción tenga una base más consistente.

Como tampoco nos parece honesto contraponerlo con DIVERSIDAD (se puede, ¡y es muy positivo!, potenciar la Unidad desde la Diversidad)

Al igual que resulta ridículo equiparar “Unidad” con UNICIDAD/UNIFORMIDAD

Ambos errores se invocan como defensa, no de un valor compartido sino de un Inmovilismo inaceptable: recordemos al franquismo con lo de “UNA, grande y libre”

Y lo peor ( y para nosotros despreciable), es la expectativa que generan quienes quieren sacar provecho personal, en un modelo repulsivo de política. Para ello transforman ligeramente el término: Dicen “Unidad” y realmente quieren decir “UNOyDÁ” mientras piensan: “Si yo apoyo a UNO, aunque no sepa ni porqué está de líder, y él sabe que lo apoyo, es probable que me recompense con un favor PERSONAL

 

En pocas palabras: Defender desesperadamente la UNIDAD como el eje fundamental (¿y único?) de un proyecto es algo tan soso y vacuo como sobrevalorado. La unidad en una organización se presupone ( al igual que otra serie de valores, como por ejemplo, la capacidad de trabajo, solidaridad, compañerismo, ayuda, organización, eficacia…).

Por el contrario, nosotros al menos concebimos el defender y promover la UNIDAD en nuestro PSOE como un proceso de unir cada vez más piezas (ideas aportadas y debatidas por compañerxs válidas para un período concreto), cual puzzle, hasta lograr un todo exitoso: EL PROYECTO COMÚN armónico y comúnmente aceptable, que nos debe servir de permanente referencia y de UNIÓN.

 

Las Piezas básicas 

En esta simulación que estamos haciendo, las piezas básicas serán las piezas del puzzle y cada una de ellas vendría a representar una idea o un conjunto de ideas, de marcado carácter socialista, adecuadas al momento político concreto, que en su conjunto compondrán el puzzle final.

Y este es el trabajo fundamental en una agrupación política: El incentivar, el proponer ideas, el debatirlas entre todas y todos y finalmente, de este proceso enriquecedor, y sumamente satisfactorio para lxs socialistas de verdad, saldrá un proyecto del ámbito que nos corresponda (local, provincial, autonómico o federal) del que podríamos sentirnos orgullosos y por lo tanto con el que deberíamos de salir a la calle diciéndoles a los ciudadanos y ciudadanas: “Esto somos nosotros y queremos que nos apoyes para hacer esto, esto y esto. Este es el Partido Socialista Obrero Español”. Por tanto, insistimos que este proceso, esta etapa, es fundamental y cuando oímos proclamar la “unidad” como el elemento definitorio único de un líder o aspirante a líder, hay que preguntarse: ¿pero unidad para qué?.

Alguien ha insinuado que en el circunstancias actuales del PSOE de Sevilla la unidad se conseguiría mediante la integración de proyectos. Pues muy bien, pongamos encima de la mesa todas las ideas, todas las piezas del puzzle e intentemos compatibilizarlas al máximo porque lo que sí es verdad es que debería salir un resultado único: EL PROYECTO ÚNICO, INTEGRADOR, OPORTUNO, COMPARTIDO y del que cada Militante se sienta copartícipe, “copropietario“, en resumen, con plena legitimidad para proclamar en foros, debates públicos, publicaciones, reuniones con colectivos, Asambleas, etc “ESTE ES MI PROYECTO, y EL PROYECTO DE MI PARTIDO, del que ME SIENTO MUY ORGULLOSO”.

 

Todos los componentes 

En nuestra opinión, lo fundamental es el proyecto, pero ello también requiere, a un segundo nivel, un liderazgo, identificado por un/a líder y un equipo de dirección.

El Proyecto debe ser el emblema del Partido, lleno de sustancia política e ideológica, con las características ya señaladas, de respuestas concretas, comprometidas, oportunas, evaluables, de las que habrá que rendir cuentas periódicamente, …

 

Por el contrario, no puede ser una simple retahíla de ambigüedades huecas, de generalidades que suenen bien pero no comprometan ni digan nada, de textos repetidos sin mayor compromiso de su cumplimiento,…

 

El/La líder primero debe tener capacidad de liderazgo, asegurar DÍA A DÍA el cumplimiento del Proyecto, ofrecer plena confianza a militancia y ciudadanía en la validez, oportunidad y viabilidad del mismo, coherencia con los proyectos a otros niveles, etc.

 

Finalmente, el Equipo de Dirección debe ser eficaz, creíble, UN TODO ( y no una acumulación de nombres) exigente con el cumplimiento de los acuerdos y normas legítimamente aprobadas, compacto… y rendir cuentas (periódicas y al final del trayecto) de lo hecho y lo no hecho.

 

Pero cuando vemos que primero se “elige” (¡!) al/a líder, después se habla del “proyecto del/a líder”, (cuya única valía es que lo avala el/la líder, sin mayor valor) y finalmente, el/la líder designa a “su” equipo, sin mayor compromiso que la fidelidad al/a líder, está claro que se apuesta por un modelo sin más oferta política que el nominalismo. Por ejemplo, en Alcalá de Guadaíra hay quien habla de “Una lista de unidad que respalda la cohesión interna en torno al proyecto (¿cuál?) que lidera la Secretaria General Ana Isabel Jiménez. Y que trabajará (como todxs lxs militantes…) para reforzar el liderazgo de Pedro Sánchez  Juan Espadas en Andalucía y Javier Fernández en Sevilla”, …). O de “la Asamblea para elegir delegados/as al Congreso Provincial de Sevilla …la lista de la unidad (¿¿??) en torno al proyecto (¿el mismo?, ¿Con qué elementos?…) que representan Juan Espadas y Javier Fernández. Un equipo de trabajo (¡hablando de delegados a un Congreso interno!!) dispuesto a salir a ganar las próximas elecciones andaluzas. Para garantizar la cohesión del Equipo de Gobierno y el liderazgo de la alcaldesa Ana Isabel Jiménez. (¿¿Qué tiene que ver ¿?. ¡Ay, los nominalismos!). Por un proyecto renovado y de cohesión (¿De qué, quién?). Para reforzar el proyecto socialista de Sevilla y Alcalá de Guadaíra . y no generar más crispación y división…

 

¿Tan difícil es entender, aceptar e implantar un modelo alternativo, frente a este modelo?. ¿Qué problema hay para no querer impulsarlo? (¡Ah, sí!: la “UNOyDÁ”…).