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Carta a los jóvenes del mundo

Que no os arrebaten la oportunidad de vivir

 

Me gustaría pensar que no vamos a llegar tarde a este desastre. Que cuando reaccionemos a cómo nos están utilizando en este descontrol, no será demasiado tarde. Que cuando nos paremos a pensar en haber seguido determinadas directrices y contribuido a esta locura, no sea demasiado tarde. Que cuando conozcamos realmente la verdad de todo, no sea demasiado tarde. Que cuando veamos, si es que lo vemos, cómo se ha gestionado y trazado el Plan, no sea demasiado tarde. Que cuando dejemos de hacer chistes, memes, de cantar canciones estúpidas, de aplaudir y compartir en los grupos de whatsapp y Redes Sociales todas esas bromas tan divertidas, queramos reaccionar y pedir explicaciones, no sea demasiado tarde…

Jóvenes del mundo. Soñar. Despertamos por la mañana con una sonrisa y buscar la felicidad a vuestro alrededor. Confiar en el futuro. En el estudio y en el trabajo. Ayudar a vuestra familia. Quererlos. Besar a vuestros padres y decirles que les queréis, si todavía siguen a vuestro lado. Recordarlos cada día sí se han marchado, sin olvidar que os han dejado su conciencia. Cuidar a vuestros hermanos y hermanas. Cuidar a los amigos, merecen la pena. Reíros juntos, bailar juntos, disfrutar de fiestas, cumpleaños, salidas y quedadas, todas las que podáis. Enamoraros. Mirar a los ojos y sentir ese cosquilleo que te pone boca abajo. Que te hace subir el volumen de la música y cantar en tu cuarto con los auriculares puestos, porque eso es el Amor.

Te escribo a ti, joven. Viaja. Haz planes para ir al campo, a la playa o a conocer cualquier ciudad del mundo con ese vuelo barato que te hará sentirte el más feliz del Planeta. Llena la maleta de bañadores y camisetas para salir magnífico en las miles de fotos que os haréis. Guarda las fotos para verlas con el paso de los años y rememorar esos maravillosos momentos. Porque se borrrarán, te lo aseguro.

Lee. Lee historias en libros. Novelas. Lee poesía. Descubre a los autores que nos han precedido y que nos son contemporáneos. Investiga la pintura. Ve a Museos, entra en ellos y plántate delante de obras y observarlas. Deja volar tu imaginación frente a un cuadro, frente a miles de cuadros en lo que te quede de vida.

Canta canciones. Báilalas. La música libera el alma y te eleva al infinito. Hay una canción para cada momento. Hay estrofas que contarán tu vida y esos momentos por los que pasas. Hay estribillos que serán la banda sonora de tu vida durante esos años… y los que están por llegar.

Escribe. Todo lo que te revolotee por dentro vuélcalo en una nota de tu teléfono o en ese cuaderno en el que todavía caligrafías. Cuando lo leas con el paso de los años recordarás quién fuiste en esos años. Porque querido joven, lo olvidarás.

La vida borra miles de momentos que hemos vivido. Borra años que te has bebido y has disfrutado sin darte cuenta.

Así que graba, graba todo lo que puedas ahora que tienes una cámara en tu teléfono porque dentro de unos años querrás volver a ver a tu madre con 30 años o con 40. A tu padre sentado en el sofá leyendo o mirando la televisión mientras te comenta las noticias. Graba a tu hermano pequeño y revívelo con una sonrisa llorosa el día que se vaya de casa… Graba a tus abuelos y hazles mil preguntas para enseñárselo a tus nietos porque olvidarás su timbre de voz.

Y acude a la literatura, a las novelas de ficción. A los poemas de amor y de esas cosas de la vida. A nuestros escritores y poetas que son los que de verdad revolucionan el mundo, nuestro mundo interior.

Y defiende tus derechos, defiéndete de las injusticias, de la pérdida de libertad. Patalea exigiendo responsabilidad y una gestión exquisita a los que te gobiernen y contribuye a eliminar del Poder y del Estado a todo el que no merezca ocupar el sillón de representarte en el Congreso o el Parlamento de tu País.

Sé buena persona, tiende la mano, besa, abraza, no temas a nada. No dejes que te llenen de miedo. No permitas que te borren los sueños. Llénate de sueños. ¡Sueña, puñetas! Vuela.

Sal a la calle, grábate la ciudad y cada rincón por si algún día te vas de ella, recordar tus raíces.

Sonríe a los problemas, todo tiene solución menos la muerte. No lo olvides nunca. Esa es la clave de la vida.

Lucha por lo que sueñes. Convierte en realidad esos sueños. Trabaja la imaginación, la creatividad y la fantasía leyendo, viendo películas, series, yendo a conciertos, a Fiestas de Pueblo… Montando barbacoas, paellas con amigos y la familia. Días de playa achicharrándote en la arena embadurnado de protección solar, bañándote en el mar salpicando y buceando en busca de caracolas y caballitos de mar imposibles de encontrar. Deja que te pique una medusa y siente la lluvia caer sobre tu cara cada vez que puedas. Adopta un perro o un gato y cuídalo para descubrir lo flipante que crecer a su lado. Bébete los bares. Tapea en todos los restaurantes que puedas.

Y recuerda que nadie tiene la fórmula perfecta para superar el desamor y la traición de un amigo. Lo irás descubriendo con los años. Por eso cuida y ayuda a los que la vida te ponga en tu camino.

Diviértete. Mira la vida con una sonrisa interior, te ayudará en los duros momentos de la vida. Todos vamos a morir algún día. ¿De qué? Ese es el gran misterio de la humanidad, nadie puede calcularnos nuestro tiempo y nuestra hora.

Busca tu vocación, la llevas dentro. Defiéndela. Nada ni nadie va a impedirte que la hagas realidad. Ten aptitud. Corre, salta, brinca, rie, llora, siente, ama y patalea por defender tus tradiciones y tus derechos.

No permitas que te prohiban ser feliz, aunque sea en tu pobreza. Recuerda que los grandes hombres y mujeres de la Historia han sido poco afortunados.

Vives en el mejor momento de la historia, defiende la cultura beneficiosa y protesta cuando sientas que te están engañando. Hazle caso a los poetas y colabora en retirar del poder a todo aquel que quiera imponerte doctrinas políticas, económicas y sociales que no te permitan hacer realidad tus sueños, porque si lees y te cultivas no necesitarás que el Estado te mantenga. Serás útil y aportarás a la sociedad.

No temas, el miedo no existe, estás lleno de ilusiones y tienes toda la confianza en ti.

Y cómo vas a morir algún día, cuídate. Haz deporte, camina. Y aunque te lancen todos los virus del mundo que quieran, no pares. No permitas que te encierren. Que el fin del mundo te pille trabajando, estudiando, bailando o riendo. Porque te engañarán.

Por cierto, no me importa la edad que tengas cuando estés leyendo esto. Sé que dentro de ti eres joven. Respira hondo y sal a defender tus sueños.