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Consumo de cannabis y funcionamiento mental

El cannabis debe ser considerado como una droga dura.

 

Es ampliamente conocido que el consumo de cannabis afecta al funcionamiento cerebral  a través de una alteración de la mente, del movimiento, de la percepción y de las funciones apetitivas.  Además la intoxicación por cannabis puede tener propiedades adictivas. El principal principio activo es el delta-9-tetrahidrocanabinol que es un componente que se encuentra en la mezcla de cannabinoides presente en  los extractos de la planta Cannabis sativa y que actúan receptor predominante que se expresa en el cerebro. Existe  un segundo cannabinoide  que se expresa principalmente en los tejidos periféricos y en el sistema inmunológico. El delta9-tetrahidrocannabinol  y algunos de sus cannabinoides sintéticos han sido construidos recientemente  por ingeniería genética y se han introducido para su consumo en el mercado.

Se ha comprobado que, en las personas,  el cannabis produce un deterioro de la mente y  de la cognición así como del equilibrio y de las tareas que requieren control psicomotor.  La intoxicación aguda, es decir cuando se está “colocado”, afecta a la memoria a corto plazo, especialmente a la que requiere mucha atención, es decir, a la memoria de trabajo, a  la memoria que nos permite pensar y  resolver problemas al mismo tiempo. Los estudios evidencian que su consumo habitual puede producir lo que se conoce como psicosis cannabica, por lo que su consumo debería ser evitado especialmente entre niños, adolescentes y jóvenes. Al afectar a la memoria  es por lo que la mayoría de los adolescentes y jóvenes que consumen derivados del cannabis acaban abandonando la escuela, o los estudios, porque ni se enteran, ni retienen bien lo que estudian porque no almacenan bien en su cerebro la información que reciben.

 

El principal principio activo es el delta-9-tetrahidrocanabinol que es un componente que se encuentra en la mezcla de cannabinoides presente en  los extractos de la planta Cannabis sativa y que actúan receptor predominante que se expresa en el cerebro.

 

Está, desde antiguo, también ampliamente descrito que el consumo de cannabis produce un síndrome amotivacional. Los usuarios “pasan”, les da igual, todo aquello que no sea que le dejen en paz y tranquilos, ni siquiera la desgracia propia o familiar les motiva a actuar.  Esto es lo que ha hecho posible que  el consuno libre de cannabis sea utilizada políticamente  para control social de la población. La gente cuando lo consume es obediente, no piensa  y no progresa mentalmente, se puede manejar política y socialmente según interese.  El cannabis debe ser considerado como una droga dura, porque, por ejemplo,  que un estudiante deje los estudios  porque al consumir porros, y le falla la memoria es un ataque a los valores y fundamentos que necesita el estado y la sociedad para progresar e innovar. Algunos políticos durante la transición  fomentaron con naturalidad  la aceptación social del consumo de  cannabis,  lo cual hizo que el consumo se extendiera y que estar en contra del consumo fuese tachado como retrogrado, concepción que aún hoy, a pesar de las evidencias  es muy difícil de cambiar, además del dinero negro que mueve su consumo.

 

El cannabis debe ser considerado como una droga dura.

 

Los medios de comunicación han hablado mucho de los beneficios del cannabis y de sus propiedades terapéuticas, generalmente olvidando de que es un factor de riesgo para el desarrollo de esquizofreniaal  desencadenar alteraciones semejantes del sistema nervioso.Para aquellos con vulnerabilidad genética a la esquizofrenia y a la psicosis, el consumo de cannabis puede precipitar la enfermedad y, en algunos casos, hacerla irreversible y provocar adicción cuando el consumo es habitual. El consumo de cannabis actúa en los circuitos de recompensa del cerebro, como otras drogas euforizantes. Produce tolerancia, es decir cada vez necesita consumir más para producir los mismos efectos, En los usuarios crónicos o habituales, se puede producir una especie de síndrome de abstinencia con síntomas tales como necesidad de tomar la droga para calmarse, disminución del apetito., dificultades  y trastornos del sueño y para quedarse dormidos, pérdida de peso y en muchos casos, angustia, agresividad irritabilidad y tener sueños raros. Algunos variantes del receptor CB1  pueden  aumentar o disminuir el riesgo de sufrir dependencia al cannabis, pero prácticamente ningún consumidor sabe la pureza de la droga que está tomando y que otro tipo de sustancias le han sido añadidas. Es posible que  algunos mediadores opioides del cannabis expliquen su capacidad euforizante y adictiva. La depresión es frecuente  en los consumidores habituales del cannabis o del  hachís ya que su consumo produce cambios en el sistema de neurotransmisores que facilitan  la aparición del estado de ánimo depresivo. A veces aparece una depresión sub-larvada, es decir,  sin síntomas aparentes.

 

Algunos variantes del receptor CB1  pueden  aumentar o disminuir el riesgo de sufrir dependencia al cannabis, pero prácticamente ningún consumidor sabe la pureza de la droga que está tomando y que otro tipo de sustancias le han sido añadidas.

 

La psicosis cannabica ocurre por una acumulación de cannabis en el organismo. El metabolismo del cannabis es muy lento y puede tardar hasta más de dos semanas en realizarse, por lo cual el quedar limpio mental y cerebralmente de cannabis,  cuando se consume con frecuencia, no es lo habitual. La psicosis cannabica se manifiesta a través de trastornos de la percepción, del pensamiento y de paranoia. Es importante destacar la ocurrencia de  frecuentes ataques de pánico en las personas bajo los efectos agudos de la marihuana y el hachís.  Las alteraciones mentales por consumo de cannabis pueden darse en cualquier persona,  aunque no tengan antecedentes personales o familiares de psicosis ni de trastorno maniaco-depresivo. Los pacientes vulnerables o con antecedentes psicóticos pueden agudizar y empeorar los síntomasLas personas consumidoras de cannabis tienen tres veces más riesgo de desarrollar un trastorno relacionado con la esquizofrenia que aquellos que no lo han fumado. Nadie sabe, normalmente, cuál es su vulnerabilidad genética a la psicosis, por lo cual el mejor consejo es no probar  que sucede. Por otra parte los derivados del cannabis son  la droga más implicada en accidentes de tráfico, afectando a la atención, a la concentración, a la coordinación y al tiempo de reacción. El consumo de cannabis empeora no solo los síntomas psicóticos sino también los síntomas de los pacientes con trastorno bipolar.  Se ha observado que aquellas personas con trastorno bipolar que dejan de consumir cannabis tienen mejores resultados que los que  siguen consumiendo, tanto en la remisión de los síntomas como en la recuperación del estatus  laboral. El cannabis también produce mayores tasas de recurrencia y un peor funcionamiento psicosocial. Cuando existe una enfermedad mental primaria esta es agravada por el consumo de cannabis y lleva hacia la aparición de un cuadro psiquiátrico. En cualquier caso los derivados tienen una relación con la esquizofrenia y la psicosis, bien sea como factor de riesgo o como agravante de la enfermedad.

 

Se ha observado que aquellas personas con trastorno bipolar que dejan de consumir cannabis tienen mejores resultados que los que  siguen consumiendo…

 

La intoxicación por cannabis está también asociada al control del apetito, aumentándolo, y al peso corporal, para comer  les gusta consumir cosas dulces. Se han aprobado varios medicamentos para el control de la obesidad y el síndrome metabólico asociado con la diabetes tipo 2. Sin embargo  la agencia americana para las drogas y los medicamentos (FDA) se negó a aprobarlos. En 2009  la agencia europea del medicamento  también los retiró preocupada porque estos medicamentos podrían inducir al suicidio y a la autoagresión. Los cannabinoides se toman por vía oral, por inhalación o rociados debajo de la lengua  En el laboratorio y en el ámbito clínico se han hecho estudios con Cannabis y cannabinoides para aliviar el dolor, las náuseas y los vómitos, la ansiedad y la pérdida de apetito. Es posible que Cannabisy los cannabinoides tengan beneficios para el tratamiento de los síntomasdel cáncero en  los efectos secundariosde las terapiascontra el cáncer y en el tratamiento para niños con síntomas como náuseas, aunque los estudios son limitados. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos(FDA) aprobó dos canabinoides (dronabinol y nabilona) para la prevención o el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia. Se ha encontrado que el Cannabis destruye células cancerosas en el laboratorio  aunque no hay todavía  suficientes datos probatorios para recomendar a los pacientes la inhalación o ingesta de Cannabis para el tratamiento de los síntomas relacionados con el cáncer o los efectos secundarios relacionados con el tratamiento del cáncer . La FDA no ha aprobado Cannabis para su uso como tratamiento del cáncer utlizado como control social.