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Declaremos la Emergencia Feminista

Pedimos que se declare la “Emergencia Feminista” por parte del gobierno central, incluido los autonómicos y locales, lo que conlleva ponernos manos a la obra.

 

Un gobierno anterior finiquitado, moción de censura, tiempo de gestión en algunos vértices, atendiendo especialmente al preelectoral, elecciones generales, pausa y pausas, europeas, municipales, algunas autonómicas, balances o parecido, y luego ensayo de juego de tronos en versión adulterada, editoriales, audiencias, colores descatalogados, tuneados con apabullante naturalidad. Pre-pactos, pactos, y post-pactos, constitución de los diferentes gobiernos, verano vacacional, organigramas, y diseño consensuado o decretado del qué hacer con España, sus ayuntamientos y comunidades, con especializaciones en master exprés de malabarismo político, en tonalidades multicolor algo emborronadas.

Y mientras… la obligada maquinaria  ajusta, desajusta y vuelve a ajustar, habrán pasado casi 500 días, y aunque convencida que no ha sido la inanición el comportamiento generalizado, hay un tema de sangrante actualidad, del que ninguna institución desde la local a la supra-nacional están exentas de responsabilidad, y habrá que revisar si han hecho los deberes. Hablamos de uno de los términos más usados y con más énfasis para lo bueno, y lo peor, siempre antes de que la ciudadanía hubiera introducido sus papeletas en las diferentes urnas, y es “la Violencia de Género”, olvidada por casi todos en el baúl del 8 de marzo.

“El feminismo es esa médula de la arquitectura de una sociedad”, de la que se han estado nutriendo en estas multi-elecciones, para ganar el voto de las mujeres, y se ha constatado que ha facilitado algunas victorias importantes, pero también a quienes se han puesto de perfil, les ha restado lo que creían asegurado.

“Las políticas de igualdad están siendo un arma de primer nivel para los que restan en esta temática”, además de para las negociaciones de esos presupuestos andaluces, que están formando parte de los llamados trueques más allá de Despeñaperros.  Rastreando  en los documentos de negociación, que han hecho públicos para la formación de los múltiples gobiernos, adelanto que salvo someras referencias, la violencia de género en los términos que requiere la gravísima situación, no forma parte de las agendas políticas, salvo para suprimirla o retocarla.

La tragedia de esta España hiperbólica, es que “cuando las cosas se han manoseado, se  desdibujan los planos, los artífices aparecen como lo que son, y eso es un tremendo inconveniente para seguir confiando”. Por lo tanto ni multi-cuentas de twiter, ni carreras kilométricas, ni retóricas declaraciones, ni rostros físicos a secas de mujeres en primera fila o nivel, que también. Hoy el feminismo os está hablando con la solemnidad de las cosas que le atañen a la mitad de la sociedad, así como a la otra que no cree que le afecte.

 

En este sentido debería preocuparle y mucho, dichos movimientos a esta democracia incompleta, y  muy especialmente a los representantes en funciones o no, que están obligados por razones  constitucionales, inclusive humanitarias, a incluir la Violencia de Género en la agenda, como primer tema a abordar tras juramentos o promesas.

 

“Las mujeres tenemos algo más de esperanza de vida que los hombres, salvo que en tu trayecto se cruce un maltratador” en potencia o consumado, cómplice por omisión o por acción, que aun siendo los que son, terminan no por su condición de hombres, sino en  su categoría de maltratadores, asesinos formando parte de ese terrorismo machista, que se cobra las vidas de las mujeres, por el hecho de ser mujeres,  fruto de ese significado de sometimiento al imperio del más fuerte, a la parte de justicia patriarcal,  de las estructuras machistas, de la sociedad no igualitaria, que ve, oye, calla y en demasiados casos asiente.

Las instituciones deben ser conscientes de que la mirada no debe estar solo en el resultado de la violencia, sino en las causas que dan lugar a ella, estamos señalando ir  más allá de la conducta personal del hombre y “poner el foco en el sistema de desigualdad que nos ha relegado a segundo sexo”.

Según datos oficiales 47 asesinadas en 2018 en el ámbito de la pareja o ex-pareja, así constan en el epígrafe “feminicidios íntimos oficiales”, donde no se contabilizan el resto de las asesinadas fuera del ámbito estrictamente familiar (Laura Luengo, Diana Queer…) que el año pasado llegaron a la cifra de 91 feminicidios, incluyendo a los menores y extra-pareja; y hasta junio desde este año llevamos 28 mujeres asesinadas , incluido  el penultimísimo de Alboraia una joven de 29 años, además del presunto asesinato de Ayamonte, amén del alarmante caso de Verónica (que no se suicidó, la mataron también por, entre y con las redes) hubo demasiados cómplices anónimos o no. El dato de este último asesinato, da la escalofriante resultante de 1000 mujeres, desde que se han empezado a contabilizar estadísticamente.

Desde Feminicidio.net advierten, que la ley contra la violencia de género no se toca: «Si consiguen derogarla se puede aplicar el 155 en el formato que corresponda, y para empezar en Andalucía”. Esa es la angustia, el tono y el estado de las mujeres que velan por las mujeres, como la mayoría que cuidan para que se acabe este sin sentido, de no considerar las políticas de igualdad el alma y el corazón de una sociedad.

Les recordamos que “un país sin feminismo asumido, legislado y practicado es un país frágil, e inestable, y pone la democracia y a sus gentes, especialmente a sus mujeres, en una situación de alerta social permanente”, por todo esto y por todo lo demás, pedimos que se declare la “Emergencia Feminista” por parte del gobierno central, incluido los autonómicos y locales, lo que conlleva ponernos manos a la obra, para un programa de medidas urgentes ya, pero ya, y eso es ya.