The news is by your side.

El anciano sigue en prisión

El debate de la proporcionalidad en la legítima defensa debe abordarse y resolverse.

 

El anciano de 77 años que disparó a un intruso en su propiedad ha provocado un debate en la sociedad sobre proporcionalidad y legítima defensa, avivado por el hecho de que el anciano está en prisión provisional desde el 1 de agosto. Una medida abusiva propia de una justicia desnortada en un Estado que desprecia la seguridad de su ciudadanía. 

 

Se han conocido más datos de la víctima principal (el anciano en prisión también lo es), como su trabajo en el ejército español, que tenía órdenes de busca y captura de distintos juzgados de Madrid (por malos tratos, robo con fuerza y desobediencia), además de una orden de expulsión. Por entrevistas a familiares y su abogado se sabe que no tenía domicilio, ni trabajo, que no quería ayuda de su familia y que tenía algún problema mental. Su hermano se quejó de que nadie les ayudó y el abogado dijo que tiene antecedentes policiales por pequeños robos que podrían calificarse como hurtos famélicos. Si es cierto que no tenía domicilio, ni trabajo, ni ayuda de su familia porque él no quería, el verdugo de esta víctima principal y de la víctima secundaria, el anciano, tiene un nombre: el Estado español. Que no haya una autoridad sanitaria, ni judicial, ni una institución pública o privada que sea capaz de darle cobijo, comida y tratamiento a un sintecho con problemas mentales nos califica. Que deba sobrevivir asaltando viviendas casi a diario con numerosas detenciones (infinitamente menos que los delitos cometidos) evidencia que la sociedad no tiene resueltos problemas como este. Mucho Estado, muchas comunidades autónomas, diputaciones, coches oficiales, pompas, boato y sinvergüenzas viviendo a costa de lo que pagamos la gente decente, pero no existe ayuda para quien lo necesita. Y cuando aparece el Estado es para mandar a prisión a un anciano que defendía su vida y su propiedad.

 

El debate de la proporcionalidad en la legítima defensa debe abordarse y resolverse. Ahora se ha sabido que el intruso y víctima principal estuvo el día antes de su muerte rondando la vivienda del anciano y este le avisó de que si volvía lo recibiría a tiros. A pesar de ello, el intruso volvió y, según declaraciones del anciano, lo encontró en el patio, agazapado tras una planta y portando una motosierra. Y los del pensamiento correcto (o corrupto) siguen exigiendo proporcionalidad. ¿Qué es proporcional en esa situación? ¿Preguntarle qué intenciones lleva? ¿Para qué va a usar la motosierra? Si acomete a 10 metros de distancia, sin arma, con palo, cuchillo o motosierra, el tiempo mínimo de reacción impediría al anciano poder disparar y defenderse. Lo debería saber el más tonto de los policías, abogado, fiscal o juez. 

 

De noche, en tu casa y armado con motosierra. ¿Qué es exigible a un anciano de 77 años? ¿Y si fuera una mujer quien habita la casa? En España hoy se legisla para favorecer la ocupación de viviendas, se transmite un discurso que es un llamamiento a la inmigración ilegal, o se aplica un criterio de proporcionalidad que alienta a los delincuentes a robar en tu vivienda. La proporcionalidad es que a cualquier intruso que acceda a tu casa sin permiso, más de noche, más portando un arma letal como una motosierra lo puedas atacar con cualquier medio en defensa de tu vida. De lo contrario, los propietarios tendrán miedo a defenderse por las consecuencias que ello le pueda acarrear. Donde hay miedo no hay libertad ni seguridad. Por fortuna lo juzgará un jurado popular, gente corriente que con el sentido común del pueblo lo declarará inocente.