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El caso Esteban

Comentan que, tal vez, doña Margarita estaría refrendando la presión del JEMAD quien, a su vez, estaría actuando como mamporrero de una tercera persona.

 

El general de brigada (GB) Antonio Esteban López, secretario general del Mando de Doctrina del ET (MADOC, Granada) acaba de añadir a su excepcional hoja de servicios el Premio Nacional de Periodismo “José Ortega Munilla”. Su historial comprende, resumidamente: Diploma de Estado Mayor (nº 1 de su promoción); Diploma Superior del Colegio de Defensa de la OTAN (NADEFCOL); Licenciatura en Derecho; e Ingeniería Informática. Entre otros destinos, ha servido en todos los empleos (de teniente a coronel) en la Legión ―heroica fuerza de choque―, y  ha participado en 6 misiones de paz (Kosovo, Croacia, Bosnia-Herzegovina (dos veces), Líbano e Irak), haciendo honor a esa sublime disposición de las RR OO, que exhorta a  buscar “los puestos de mayor riesgo y fatiga”. Debo añadir que me honro en haberle tenido, cuando él era teniente coronel (Tcol), en mi Estado Mayor en la Fuerza Terrestre (Sevilla).

En un certero artículo de Antonio Rodríguez en Vozpópuli, el pasado viernes, se denunciaba el veto que la ministra de defensa, Margarita Robles, había impuesto al destino del GB Esteban como director de la Escuela Superior de las FAS (ESFAS), de la que era el  jefe de estudios, y que arrastraría su ascenso a general de división (GD). Analizando méritos y capacidades ―que, de eso, uno entiende―, si el GB Esteban no estuviera suficientemente cualificado para ser GD, ¿quién lo estaría entonces de entre los actuales GD,s y GB,s del ET? Y, de paso, ¿qué está pasando con los ascensos en el generalato del ET, y no digamos en los cuerpos comunes (especialmente en el jurídico militar y el militar de sanidad, bajo dependencia del subsecretario), para generar últimamente tantas críticas en los medios?

En noviembre de 2019, el JEMAD (GE Alejandre), el JEME (GE Varela) y el TG Bisbal, director de la ESFAS y director interino del CESEDEN, seleccionaron al GB Esteban, para ser propuesto, en su momento, como director de la ESFAS (con el consiguiente ascenso a GD). Habría que esperar a que un nuevo Gobierno nombrara al TG Bisbal director (de pleno derecho) del CESEDEN. El Gobierno tomó posesión, el 13 de enero de 2020, y confirmó al TG Bisbal como director del CESEDEN , así como sustituyó al JEMAD Alejandre (ET), por el ahora JEMAD Villarroya (EA). A principios de febrero, el JEME llevó a despacho con la Ministra el destino y ascenso del GB Esteban.  Y doña Margarita, simplemente, lo vetó. Una semana después, el JEME reiteró su propuesta y la Ministra volvió a vetarla.

El 11 de marzo, se produjo un cambalache de mucho más fondo ―que los árboles no impidan ver el bosque―, del que parece a primera vista: el GB Esteban fue destinado como SEGEN del  MADOC, y quien ocupaba ese puesto, el GB Ballenilla, fue nombrado director de la ESFAS. Este último, un mes después, por RD 489/2020, de 14 de abril, fue  ascendido a GD. El caso es que, por ley natural, el TG Bisbal (IM), se retirará y dejará vacante la dirección del CESEDEN el 8 de enero de 2024. Y si el GB Esteban, hubiera sido nombrado director de la ESFAS y ascendido a GD (como ha sucedido con el ya GD Ballenilla), el primero estaría en activo (por 7 años entre GB y GD) hasta el 21 de abril de 2024. Como por el “turno rotatorio” entre ejércitos, el sucesor del TG Bisbal, al frente del CESEDEN, debería ser del ET, no habría, en ese momento persona, más cualificada e idónea que el general Esteban para suceder, como teniente general (TG), al TG Bisbal.

Desde esas referencias, el “caso Esteban” aparece diáfanamente turbio. Podría ir más allá de la mera gestión de personal, así como, potencialmente, rozar alguna figura delictiva en el marco de una trama conspiratoria. Un escenario psicodélico muy impropio en un ministerio de estado plagado de juristas (ministra, subsecretario, SEGENTE, Asesor Jurídico General …). Algunos comentan que, tal vez, doña Margarita estaría refrendando la presión del JEMAD quien, a su vez, estaría actuando como mamporrero (dicho sin ánimo de ofender) de una tercera persona. Si bien añaden, a renglón seguido, que, hace once años, el entonces Tcol Esteban le ganó al CNI un recurso sobre su Habilitación Personal de Seguridad, cuando, precisamente, el hoy subsecretario de defensa  era un oficial jurídico destinado en ese Centro (un tema que no voy a desarrollar ahora, para no extenderme).

La potestad de la ministra de defensa para elevar al consejo de ministros los ascensos de los generales está fuera de cuestión. Pero también lo está que tal dominio no debe ejercerse en base a caprichos, sectarismos o intereses inconfesables. Lo del GB Esteban “es una tremenda injusticia que nunca había visto en mis 40 años de servicio”, resume un oficial general de tres estrellas.

Pienso que Doña Margarita se equivoca y que, como diría el castizo, “se la están metiendo doblada”. No es lícito jugar alegremente ni con las legítimas y fundadas expectativas profesionales de los militares, ni con esa “honrada ambición” que nos inculcaron en las escuelas/academias militares. No parecería  decente respaldar, conscientemente, los errores de otros. Pero entiendo que el veto al ascenso y destino del GB Esteban ―el caso Esteban―, es, además de injusto, un grave error del que bien por autoría, o por complicidad o por encubrimiento es responsable la ministra de defensa. Y, sin embargo, si ella quisiera, con un simple plumazo, podría remediar el creciente forúnculo, antes de que reviente o se tumorice. Leal y honestamente, Ministra: ¡échele valor y limpie su casa!