El corazón de la democracia
¿Por qué te crees tú que hay tantos gabinetes de prensa?_Cualquiera sabe._Porque son los que mandan las informaciones a los medios._¿Tú te has enterado bien?
_Ya me he enterado por qué los sindicalistas se ponen pujos de marisco.
_Qué te gusta ir detrás de la noticia, niña.
_Ahora que los periodistas las hacen sentados.
_¿Y eso?
_¿Por qué te crees tú que hay tantos gabinetes de prensa?
_Cualquiera sabe.
_Porque son los que mandan las informaciones a los medios.
_¿Tú te has enterado bien?
_Así no salen esas criaturitas a la calle, que hace frío, y además no se vayan a enterar de alguna noticia.
_Qué bien pensado, niña.
_No, si al final van a ser hasta solidarios.
_¿Quiénes?
_Quiénes van a ser.
_Al grano, lo del marisco.
_¿Tú has escuchado lo que ha dicho la ministra Yoly Díaz?
_¿La Lady Paro como la llama la Olona?
_Esa misma.
_Estas niñas se tiran a dar.
_Pues ha dicho que los sindicatos forman parte del corazón de nuestra democracia.
_Además de Lady Paro esa muchacha es un vate.
_¿De beisbol?
_No, mujer, que es una poeta.
_Y mira lo que dice un estudio de la Academia Nacional de Estados Unidos.
_Siendo extranjero tiene peso. Si lo dice una criaturita de aquí anda que le íbamos a echar cuenta.
_Que ha demostrado que gracias a los ácidos omega-3, el marisco nos aporta los siguientes beneficios para el corazón: reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, protege contra el infarto y la muerte súbita y disminuye los niveles de triglicéridos en la sangre.
_Me he quedado traspuesta.
_Y yo igual. Como que llevo flagelándome desde que se lo escuché.
_Es para hacer examen de conciencia.
_Yo ya me he confesado y todo.
_¿Qué te ha dicho tu director espiritual, niña?
_Me ha dicho que lo nuestro con los sindicatos no era criticar; era referenciar.
_Con la guerra que hemos dado nosotras con los atracones de mariscos que se metían esos hombres entre pecho y espalda…
_Y ahora resulta que era bueno para el corazón de la democracia. Tan bueno que el Gobierno les ha dado 17 millones en subvenciones.
_Poco me parece. Estoy por invitar a los sindicalistas a unos langostinos de Sanlúcar.
_¿A unos langostinos na más? Los tienes que invitar a la mar de raciones.
_Es verdad, a ver si ese corazón reacciona…