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El déficit democrático que va del 3 al 20%

Rafael Martin de Agar Valverde
Rafael Martín de Agar Valverde*

El reciente 39 Congreso Federal del PSOE pone unas nuevas bases, aprobando unos Estatutos Federales en los que se promueve un mayor protagonismo participativo de los militantes, un mayor control democrático y de rendición de cuentas de sus dirigentes y otras numerosas medidas para evitar cualquier riesgo de clientelismo político.

 

Dentro de este nuevo escenario, juega un papel fundamental la regulación de las primarias a todos los niveles, procurando corregir errores de anteriores etapas y que fueran más participativas, tanto en electores como en elegibles. Para ello, un elemento clave es la figura de los avales, cuyo sentido tradicional en el PSOE es que se avala a alguien porque se considera una persona válida para el puesto al que aspira[1]. De hecho en el PSOE venimos desde siempre avalando a cualquier aspirante a entrar en el Partido. Es más, en mi opinión el aval no debería ni siquiera restringirse a un único aspirante, puesto que puede haber varios que merezcan esta condición de válido, distinto del momento de la votación en el que, obviamente, debe ser a un único candidato.

 

Estos y otros cambios tan profundos como necesarios, podrían requerir, como cualquier ley, un periodo de adaptación, por lo que se incluyó una disposición transitoria en la que, tras declarar la inmediata aplicación del texto estatutario, se abre la doble posibilidad de aplicar durante un periodo algunas de la reglas anteriores, o las nuevas, en lo referente al proceso de avales, doble vuelta, etc.

 

Como además de la letra está el espíritu de una norma, esta doble posibilidad se hace obviamente para no distorsionar los “sagrados” procesos electorales internos, y siempre procurando lo mejor para el Partido, en ningún caso, para privilegiar a unas precandidaturas frente a otras. Y menos aún, cuando alguna de esas precandidaturas la conforma un/a dirigente que toma decisiones sobre el propio proceso de primarias.

 

Así lo han entendido en numerosos ámbitos regionales y provinciales de nuestro Partido, donde se han aplicado plenamente las reglas de los nuevos estatutos. Lo que nadie quería propiciar era que esta previsión transitoria supusiera evitar las propias elecciones primarias, como de hecho ha ocurrido en Andalucía (a nivel regional y en seis de las ocho provincias andaluzas).

 

Queremos una explicación política, de la opción tomada aquí, que no en otros sitios, sin cuestionar la legalidad estatutaria utilizada. Por cierto, aprobada en el Congreso mientras los “presuntos beneficiados” se encontraban de juerga rehuyendo de sus obligaciones como delegados.

 

Esto ha originado una gran frustración porque, lo que esperábamos como una fiesta de la democracia, ejemplar para otros partidos, se ha tergiversado por, presuntamente, intereses personales. Y pienso así, hasta que no se nos dé a los militantes una explicación coherente de porqué se ha optado por mantener el nivel del 20% y las demás reglas en vez de lo previsto en los nuevos Estatutos. No se nos ha explicado porqué, y tenemos derecho a pensar lo peor.  Queremos una explicación política, de la opción tomada aquí, que no en otros sitios, sin cuestionar la legalidad estatutaria utilizada. Por cierto, aprobada en el Congreso mientras los “presuntos beneficiados” se encontraban de juerga rehuyendo de sus obligaciones como delegados.

 

En fin, el daño ya está causado y lo hecho, hecho está pero expreso mi deseo de que esto no se vuelva repetir nunca más. Estoy seguro de que la nueva dirección del Partido no lo permitirá y, desde luego, los militantes estaremos vigilantes y lo denunciaremos, al igual que lo hago yo ahora.

 

Y mientras tanto, también transitoriamente (hasta tanto se corrija este dislate), propongo al Partido que a estos Secretarios Generales proclamados, ya sea con el anterior o con el nuevo marco estatutario, y no elegidos por nadie ¡algo inédito en nuestro Partido! a lo largo de sus 138 años, se les denomine “SECRETARIOS GENERALES NO ELECTOS”. Creo que es una propuesta de justicia, y que nadie puede sorprenderse porque responde a la realidad. Con esta propuesta no se modifican los Estatutos Federales y se diferencia la situación de un Secretario General elegido por los militantes, como siempre, de aquellos que no han sido elegidos por absolutamente ningún militante.

 

 

*Rafael Martin de Agar es militante socialista

@martinagar_raf

 

[1] Aval: Garantía que alguien presta sobre la conducta o cualidades de otra persona.(RAE)