_María del Carmen, ¿viste el desfile?
_¿El de las Fuerzas Armadas?
_No va a ser el del modelito de la reina y el de la Robles, que formaban con los colores la bandera de España.
_Todo es posible, niña.
_Es verdad, desde que le damos más importancia al exterior que al interior…
_Pues el ministro del Exterior iba despeinado.
_Como si viniera de Tarifa.
_Vendría el hombre de bregar con sus contradicciones.
_Eso altera mucho el cuero cabelludo.
_Y la masa encefálica.
_Hubo poco mandamás.
_Mandamenos todos los que quieras.
_Mujer, es que estamos en funciones.
_¿El país?
_El país no sé; España, sí.
_Pues a ver si se ponen a funcionar.
_Creo que hasta julio no hay gobierno.
_Tampoco pasa nada. Una vez estuvimos un chaparrón de tiempo sin gobierno y la nave fue.
_¿Adónde?
_Adonde van las naves.
_¿Al olvido?
_En el olvido han caído algunos.
_Pedro Sánchez no estuvo.
_No tendría fuerzas.
_Pues en la calle había mucha.
_A ver si nos ha salido como Rajoy…
_¿Gallego?
_A Rajoy le aburrían los desfiles.
_¿De modas?
_De soldados, niña.
_¿Sí? Con lo vistosos que son…
_Claro que ya nada es lo que era.
_No te pongas filosófica.
_Ahora la legión ya no tiene el carnero.
_¿De mascota?
_Ahora tiene un poni.
_¡Qué cursi!
_Mujer, le han puesto de nombre Paco.
_Para quitarle hierro, ¿no?
_Eso no lo sé. Pero Paco está hasta en la sopa.
_Deja tranquilo a Paco no se vaya a despertar.
_Pues como se despierte es capaz de preguntarle a esta gente: ”¿qué hay de lo mío?”