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El pelotazo de Paco Cuenca

Pepe Torrente
Pepe Torrente*

Ahora que la RAE ha aceptado el “si me queréis irse” de Lola Flores, tamizado con el iros más populachero puesto a la altura del idos tan medieval y pedante, no vamos a tener tiempo de embotijar palabros de tabernaria ínsula para proponerle a la entonces ilustradora y abrillantadora, hoy más cómoda y rendida, Real Academia española, para que los incluya en el léxico oficial de nuestro idioma.

Legalizar el convoluto como chollo corruptor y liante, sería la primera. Es que hay muchos convolutos sueltos, desamparados y sin nadie que los quiera cuando se descubren. Esa conducta tan arraigada en la cultura política española por la que se agarra un concejal moldeable junto a otro alcalde que acepte regalos, y voltear así el plan urbanístico local hacia la plusvalía de unos pocos señores de oscuro con bigote y gafas de sol muy caras. Muy de la España de los siglos XX-XXI.

La siguiente propuesta podría ser la definida en los ambientes nazaríes como PacoSelfi, ese estilo desmedido de un alcalde como Paco Cuenca en Granada, el cual sustituye la falta de concejales socialistas en el Pleno (tiene 8 sobre 27) por una hiperactiva y requetefotografiada movida selfística, para demostrar que al menos quieto, lo que se dice quieto, no está. Otra cosa sería si gobernara.

Hacer de Paco Cuenca un enfiteuta oficial del reino progresí sería la siguiente idea, dada la proclividad del alcalde granadino a proponer un remedo de enfiteusis de estilo neo progre, con la que disponer de los terrenos de propiedad ajena a la entidad que él preside, sin permiso más que de su ocurrencia, y especular de manera desmedida para obtener plusvalías que ayuden a financiar sus propuestas de millonaria trascendencia pero de escaso peso político.

La bandera del soterramiento de la entrada del AVE en la ciudad de Granada es ahora la que le queda al enfiteuta Paco; ese mástil al que se ha asido el primer edil de la ciudad de los cármenes, para intentar confrontar con el PP que gobierna ese tren de alta velocidad que no llega, ni los otros tampoco. El granadino alcalde-selfi no ha tenido mayor ocurrencia, sorprendiendo a extraños y más aún a los propios, que proponer la innovación urbanística de miles de metros cuadrados en el centro de la ciudad de Granada, junto a la actual estación ferroviaria de Pajaritos, para construir viviendas y locales comerciales, y extender así la burbuja inmobiliaria hasta estos días de nuestra era. Todo sea por evitar que se acabe la crisis del ladrillo, por retomar la burbuja ahora que parece que el orden legal volvía al tema urbanístico, y los pelotazos se limitaban a los que daban los pies de Messi y Ronaldo de manera fina, o los de Mathieu o Sergio Ramos de mucha más fuerza natural, no sin cierto estilo, pero mucho menos exquisito. Menos mal que la especulación parte de un alcalde socialí. Si esa idea hubiera nacido de otras torres previas, qué no dejarían de decir los que hoy manejan el ambiente progresí.

El pelotazo de Paco Cuenca, en su acepción más inmobiliariamente burbujeante, debería ser también un vocablo a incluir en el léxico progresí de rarezas e inverosimilitudes, aunque no lo autorice la RAE. En ese nuevo modo de hablar, que cuenta con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias como activos impulsores, ya han conseguido sobrado protagonismo y estabilidad la gente, y el diálogo que proponen para casi todo, siempre y cuando se adjunte como recurso de salida en cualquier embrollo periodístico o político. Por cierto, sería plausible añadir al lenguaje de progresistas reglas, esas quitas de deuda autonómica que Pedro propone para Cataluña, pero no para Murcia, Andalucía o Asturias. Son esas ideas-propaganda que también pugnan por entrar en la vida y batallas de un léxico tan flexible y esponjoso como es el progresí.

Pero volvamos con PacoSelfi, el autor de la revelación del soterramiento del AVE, producto más de un encuentro devocional con Carlos Jesús de Gamímedes que con la realidad política moderna. Un alcalde que actúa ajeno a toda la movida de la Operación Nazarí, del Caso Serrallo, y de los demás convolutos y convolutas, y que quiere hoy afilar el hacha del rotring sobre el PGOU de la ciudad, para ponerse a levantar pisos allí en medio, sin más destino que el de la plusvalía que precisa para argumentar ese acomodo político improvisado y poco resultón. Es lo que hay, desgraciadamente: que para hacer el ridículo cada uno elige la manera que más le plazca. Aunque sea alcalde de Granada.

 

*Pepe Torrente es Funcionario. Columnista.

@torrentepep