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El pin de Pedro

Dice nuestra exconsejera Montero que decae la medida del pago del IVA del famoso, y guaseado, de guasa, “mes trece”.

 

Para pin gubernamental el que Mentiránchez le tiene puesto a la llave de la caja fuerte donde guarda los 537 MM€ que debe a Andalucía del IVA del año 2017. Añadamos aquellos 4.000 MM€ más que Susana Díaz exigió a Rajoy, en pregón constante y recitado a medias entre la expresidenta y la hoy ministra de Hacienda, entonces su consejera. Ojo, cuatro mil millones, de los cuales nada se sabe ya, ni se espera que se sepa mucho más. Para revitalizar ese crédito tendrá Andalucía que impulsar una DUI con barricadas al uso, y desobediencias al Estado también, ¿no? El camino catalán lo llaman. Más directo que esperar un presupuesto.

 

Surge la chirigota sola, al compás del tres por cuatro, cuando se sabe que ahora niegan el pago quien antes lideraban la exigencia. Dice nuestra exconsejera Montero que decae la medida del pago del IVA del famoso, y guaseado, de guasa, “mes trece”.

 

Que decae, dice quien levantó la bandera del chantaje aquel que entonces rumiaban Sánchez y ella misma: “hasta que no nos aprueben los presupuestos del Estado, no pagamos el IVA“. Y así taconeaba doña Chiqui, con arte que no es flamenco, sino el más puro chantaje. A las palmas Susana y Pedro. Al cante el PSOE-A, que así queda, dando el cante ante tanto petenera de su maldad.

 

Estamos ante el vodevil del mal cómico, y ni a ratos. Ese teatro del absurdo político, en el que los que afanaban eslóganes a casco porro contra Rajoy, se meriendan hoy sus propios ripios con el descaro del sin sonrojo, aprestados, como ya dije en esta Chauna alguna vez, a iniciar cada martes desde Moncloa la oposición al presidente JuanMa Moreno.

 

Va a ser divertido ahora oír al neosanchismo reconvertido de Susana Díaz y su prole de portavoces y portavozas adjuntos o separados, defender la medida del Gobierno sanchista que nos somete, con las ganas a media tea, y con la hemeroteca por montera.

 

Por un lado, se les verá satisfechos por cumplir una etapa más del puntual revanchismo contra PP y C’s, que osaron vaciar su progresismo ombliguista de San Telmo. Por otro, se les debe suponer cierta vergüenza, digamos mejor congoja, puesto que no podrán dejar de pensar que, al final, por muy máquinas electorales que se crean, quienes pierden con esos descarados frenazos a nuestro presupuesto, somos los andaluces. Todos. Los que votan PSOE, y los que no. Y eso puede ser letal para quienes no saben nadar si no es en la pretérita abundancia.

 

El pin de Pedro a la deuda con Andalucía, y a esa deuda histórica que ya es historia, es un descarado servicio más a los pactos que hipotecó para lograr su investidura. Algo así ha venido a decir el Presidente Moreno, no sin razón.

 

Que la factura es gorda con los separatistas, y el pin gubernamental contra los apóstatas de la progresía es su arma letal de sometimiento, aleccionamiento y, digámoslo claro: recaudación. El pin de Pedro tiene una clave sencilla, empieza por O de Oriol, sigue con J de Junqueras y acaba en ERC. El PNV es el puk. Y Andalucía, su cenicienta.