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El PP andaluz y la rana en el agua hirviendo

Desde Génova 13 manejan el termostato provocando hervores que hacen saltar a las ranas.

 

Llamó golfos y delincuentes a los miembros de la candidatura que ganó el congreso del PP de Sevilla; incluso anunció acciones judiciales para investigar las trampas congresuales supuestamente cometidas por los ganadores y su aparato. Hoy, el  atrevido alcalde de Carmona, Juan Ávila Gutiérrez, hombre de Moreno Bonilla, vicepreside a los que acusó de golfos tras un forzado pacto entre ganadores y perdedores y así intentar dar imagen de unidad que, sin duda, se ha cerrado en falso. Por supuesto ninguna iniciativa disciplinaria se llegó a iniciar por unos insultos graves contra compañeros/as y con gran publicidad.

Porque para definir lo que sucede en el PP andaluz que gobierna Andalucía con solo 26 diputados de 109, Moreno Bonilla al frente, hay que recordar la fábula de la rana y el agua hirviendo. Justo lo que parece que sucede tras las bambalinas populares, donde la temperatura empieza a subir demasiado rápido y los saltos de las ranas evidencian que hay gente dispuesta a no cocerse o al menos tan rápidamente como algunos pretenden.

Lo del congreso del PP sevillano dejó en el escenario político la existencia de dos ‘pepés’ distintos y distantes, el de Casado y García Egea en Génova 13 frente al proyecto del PP andaluz que intentan armar Juanma Moreno desde el Palacio de San Telmo, supuestamente ayudado por su mano derecha para todo, Elias Bendodo. Sin olvidar el intento que más temprano que tarde llegará para absorber Ciudadanos Andalucia con Juan Marín en el lote, seguramente como indepe para cuidar formas y la palabra dada.

Pero no, no es cuestión de ideas ni de proyectos, la batalla que se libra tiene que ver con el control del poder en las estructuras provinciales del partido, las que hacen las listas, votan en congresos e incluso aceptan sumisamente los paracaidistas que Madrid tiene que colocar como sea de diputados.

Como ya se contó en su día, la opinión pública y publicada se enteró de estas serias diferencias entre Madrid y Sevilla cuando estalló lo de Sevilla, pero en realidad el asunto había roto aguas tiempo atrás en Almería, aunque no se llegó a contar todo. Pero ¿por qué Bonilla comete la torpeza de apadrinar un candidato contra Madrid?

 

Ni la encuesta de Secuoya evita la ruptura entre Casado y Moreno

 

 

Moreno Bonilla quería que siguiese Amat

Casi un mes después del congreso de marzo en Sevilla, el 23 de abril, Juanma Moreno viajó a Almería y la etapa estelar del presidente fue en ‘Roquetas de Amat’ donde anuncia que lo del hospital está “cada vez más cerca”. 

Pero no iba solo para eso, el presidente tuvo tiempo para un aparte con Gabriel Amat con la intención de pedirle un nuevo esfuerzo para el partido, ‘un favor’ llegó a entender Amat, lo mismo que Javier Arenas le pidió hace años, cuando Amat rumiaba por cansancio su jubilación por edad y le pidió que siguiese hasta 2014, cuando él ganase la Junta.

Moreno Bonilla le pide a Amat que vuelva a liderar la lista de unidad para el congreso del PP de Almería, que haga ese esfuerzo y que Javier Aureliano ocupe la Secretaría General de esa lista única. Amat no lo dudó y le dio su sí al presidente. Moreno Bonilla volvió contento a Sevilla ese Día del Libro, aparentemente había ganado tiempo frente a Génova. Poner a Amat para, cuando proceda internamente, relevarle y promocionar al cargo a la exalcaldesa de Adra y actual consejera de Agricultura, Carmen Crespo, que goza de toda la confianza de Moreno. Javier Aureliano García, presidente de la Diputación, tenía el perfil perfecto para el control del aparato provincial del partido, manejando como maneja  mas de 216 millones anuales para repartir en la provincia.

Las fuentes consultadas explican por esta razón la permanente ambigüedad empleada por Gabriel Amat cada vez que se le preguntaba si volvería a presentarse. Todo hasta que García Egea le llamó por teléfono y tras agradecerle los servicios prestados al partido, le comunica que debe dejar paso a su exdelfin Javier Aureliano. En su momento lo conté en este artículo.

Ni que decir tiene que el veterano Amat tiene claro, a día de hoy, como fue utilizado o engañado en un tipo de batalla que él siempre se negó a librar en frente abierto. De la misma forma que también debe tener asumido que el mando en el PP almeriense se ha trasladado de Sevilla -¡ay Javier! (Arenas)- a Madrid.

 

A Gabriel Amat lo jubiló por teléfono Teodoro García Egea

 

 

Sebastian Pérez, salta la rana en Granada

Aunque el caso merecerá un capítulo aparte más extenso, en la olla hirviendo del PP andaluz, ha saltado esta semana Sebastián Pérez. Un señor nacido para la política – su padre fue Jefe del Movimiento en Granada- y que lo ha sido todo en la vida política, primero en Alianza Popular y después en el PP de Granada desde hace 35 años. Pese a ese historial Pérez Ortiz anunciaba su baja en el Partido Popular.

Durante hora y media, ‘Sebas’ Pérez , desgranó ante los periodistas las causas y motivos que le habían empujado a irse del PP ‘con dolor’, quedándose como concejal no adscrito y dispuesto a liderar una operación que concluya en una moción de censura para relevar al alcalde de Ciudadanos Luis Salvador que a día de hoy solo cuenta con un concejal, incumpliendo el 2×2 y al que solo sostiene el PP y Vox. Pérez tiene un arma poderosa, el voto que, junto a la izquierda, suman los suficientes como para cambiarlo todo.

Pero previamente Sebastián Pérez ha contado una serie de acontecimientos políticos internos que, una vez en la calle, deberían recibir respuesta de los interpelados directamente y que son, Juanma Moreno, Elias Bendodo y el poderoso García Egea, verdadero muñidor de lo sucedido, en esta ocasión sacrificando al PP de Granada en beneficio de los intereses del PP de Murcia.

Esta comparecencia de Sebastián Pérez, lo que dijo en el transcurso de la misma, no ha merecido atención informativa de Canal Sur TV, que ha dejado el asunto arrumbado en la información local y provincial. La dureza empleada por Pérez, especialmente contra el consejero de Presidencia y presidente del PP de Málaga -«efebos de pilates» le llama-  indican fuentes de la RTVA ha sido el motivo para que se obvie la información, el debate y la opinión en la tele pública sobre esta grave crisis que no conviene olvidar afecta a la gobernabilidad de la capital granadina.

Precisamente por el interes de esta pieza informativa hemos considerado oportuno colgarla íntegra en nuestro canal de Youtube.

 

 

Un relato, el de Pérez, del que se extrae la idea de que Pablo Casado y su dirección nacional no creen en la autonomía de las organizaciones del partido; están obsesionados por su control directo y, por tanto, difícilmente pueden creer en la democracia interna del partido ni en la autonomía constitucional de los territorios. Bien mirado son los mismos síntomas que se observan en el PSOE y a la batalla de las primarias andaluzas hay que remitirse para comprobarlo. Curioso también este PSOE, cuasi indepe en Cataluña y tan centralista con Andalucía.

 

¿Qué pasará en Granada?

 

Cuando el pasado 11 de mayo publique este artículo sobre la que se avecinaba en Granada, consulté con fuentes de la ejecutiva federal del PSOE que son, a la postre, los que deberían liderar y sacar provecho a una moción de censura para situar a Paco Cuenca de alcalde que, por cierto, fue quien ganó las elecciones de hace dos años, pero sin concejales suficientes para gobernar. Las fuentes fueron muy escuetas, indicando que no lo habían analizado y que seguramente el PSOE no entraría en esa operación de Granada, algo que sonó a gato escaldado en Murcia.

 

El ciudadano Pérez y una moción de censura en Granada

 

 

En el PP granadino, la reacción a lo dicho por su expresidente, ha sido sorprendente, anunciando inicio de conversaciones para que se cumpla el cacareado 2×2 pactado en su día y que Cs y Luis Salvador se pasan por el forro. En todo caso, esta poco meditada respuesta, lo que lleva implícito es abrirle a Moreno Bonilla un conflicto en la mesa del consejo de Gobierno. Porque allí estará Juan Marín del que, llegado el caso, se esperaría dignidad política suficiente y una defensa de los intereses de su partido en Granada. A Bonilla, tras la espantá de Vox, solo le falta un incendio en la coalición de gobierno para proceder a adelantar las próximas elecciones autonómicas. Mientras tato la olla sigue calentándose demasiado rápido, las ranas empiezan a saltar incómodas y alguna croando tela.