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El subsub del Vice

He de traerme veloz a mi escribano que toma el sol en Marbella con alcaldesa pepera de muy muñido riñón.

 

El nuevo señor Alcalde de esta Mariana ciudad tomó posesión un día cuando le dieron la vara, con bordones adornada, y de inmediato pensó que la ciudad era suya pues ganado habiala cual el santo rey Fernando cuando bajó de Castilla, tanto que este alcalde pecador bajó presto de Tomares, do curtido fue en melindres municipales colaborando con él un secretario tan fiel como  Hernando del Pulgar lo fuera con Isabel en la toma de Granada.

Héteme aquí que el alcalde,  pepero de condición, capaz de arrastrar consigo la gracia de la ciudad y llenar con su blasón el salero proverbial que atesora, desde Alhóndiga al Tardón, al saludar placentero, con toda cordialidad y sin doblez cerebral, al cuerpo municipal de mesnadas concejiles, desde escribanos a miembros del fielato, custodios del tesoro acumulado y guindillas con adargas y faroles para el orden custodiar, topó, digo bien topó, con el escribano mayor, que lo es por oposición, y tiene reconocido saberes y formación, hasta ser con todo lustre académico de número de una real corporación de jurisperitos, herederos poderosos de Grozio, de Justiniano y de don José Castán.

Acostumbrado el edil, primero sí pero edil, al marchoso y sinuoso y apacible y silencioso discurrir corporativo en su Tomares querido donde todo controlaba y nada se desmandaba entre tenientes de alcalde y un secretario con maneras tan gentiles que hábilmente bien lograba que hasta el último papel que por sus manos pasara favoreciera al PP, se dijo al saludar cortésmente y sonriente al escribano mayor , informado sobre él por los restos veleidosos del admirado ministro del Interior que declaró ante Marchena cuál colegial azorado castigado por fumar en el lavabo del colegio salesiano de los condes de  Bustillo: ¡pardiez, este escribano mayor me puede a mí molestar con sus saberes legales queriéndolos aplicar!. He de traerme veloz a mi escribano que toma el sol en Marbella con alcaldesa pepera de muy muñido riñón.  Moraleja de este ripio apresurado: los sevillanos pagamos un escribano de más para que el alcalde nuevo vuelva, en cohete de la Nasa por los cotejos de Zoido – ¡ qué manejo, qué manejo ¡ – lo que mola cantidad.