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Empacho de datos de paro andaluz

Si se confirman las encuestas parece que los del yo lo solucionaría tendrán que esperar a la siguiente oportunidad.

 

Hay una semana, cada tres meses, que recibimos un verdadero empacho de datos sobre empleo y paro en toda España – he titulado andaluz, por eso de que estamos aquí y hacia nuestras elecciones nos dirigimos- Los datos de la encuesta de población activa, los de la Seguridad Social, los de los servicios públicos de empleo, confluyen con unos días de diferencia (por ejemplo, los datos de la EPA a finales de octubre, los del Ministerio de Trabajo al comenzar noviembre). Tiene sus ventajas: para un político atento a la oportunidad siempre habrá un dato que confirme que debe o debería gobernar: esto va bien porque gobierno yo y, por supuesto, lo contrario: si me eligiesen a mí esto lo arreglaba en un par de abrir y cerrar de ojos (en un solo abrir y cerrar no sería posible, que aquí siempre ha existido mucho paro)

Si se confirman las encuestas parece que los del yo lo solucionaría tendrán que esperar a la siguiente oportunidad. Así pues, entretengámonos analizando la Andalucía que los socialistas heredaran de los socialistas. Andalucía, amigos, va bien. Más o menos.

 

Si se confirman las encuestas parece que los del yo lo solucionaría tendrán que esperar a la siguiente oportunidad.

 

Pues bien, los datos de paro registrado y de afiliaciones a la Seguridad Social de octubre siguen la línea de los de la Encuesta de Población activa del tercer trimestre: Andalucía reduce el paro y aumenta el empleo con más moderación que en los años precedentes y, por no separarse del resto del país y de la realidad del mercado laboral español de estos últimos 35 años, un poco como precario, digámoslo así.

En el último año en Andalucía ha bajado el paro otra vez (también lo hizo el anterior y el de antes) pero -¡ay, los peros!- no debemos caer en la cosa fácil de decir que es donde más se reduce. En valores absolutos claro que sí. Es normal, por el tamaño de la Comunidad y porque, ya saben, es más fácil sacar peces cuanto más llena está la pecera. Con todo, es muy destacable que desde el momento más profundo de la crisis, el invierno de 2013, las personas inscritas como parados en las Oficinas de empleo de Andalucía hayan descendido en 270.000.

 

Andalucía reduce el paro y aumenta el empleo con más moderación que en los años precedentes.

 

El otro “pero” es que la reducción del paro en estos últimos doce meses, 39.500 personas, es la mitad del año anterior. ¿Normal? Pues sí, y por ello, porque una vez avanzada la recuperación, el paro decrece ya a menor ritmo, los problemas que habrá que analizar -nuestros gobernantes, digo- son desde la calidad del empleo a la formación o las habilidades que tienen los desempleados y los futuros empleados ¿responden a las necesidades futuras del mercado?

A lo largo de toda Europa, países como Alemania, Instituciones como la Unión Europea y think tanks dedican tiempo y medios a analizar e intentar detectar cuales serán las futuras necesidades del mercado de trabajo. Y si eso también crea empleo directo, de entrada el de los analistas. Como aquí lo crean algunas políticas activas de empleo que contratan orientadores profesionales: en un primer momento, el de estos.

Podría hacerse aunque confiemos en que mejor que aquello del grupo de análisis del Brexit. En los primeros momentos se anunció la formación de un grupo de estudio (somos los primeros, se afirmó) para ver cómo ello nos afectaría. No se ha vuelto a escuchar nada del tema. Total, estas cosas son muy complejas.

 

A lo largo de toda Europa, países como Alemania, Instituciones como la Unión Europea y think tanks dedican tiempo y medios a analizar e intentar detectar cuales serán las futuras necesidades del mercado de trabajo.

 

Todos los datos y su evolución nos dicen, pues, que Andalucía debería plantearse ya no solamente crear empleo -cuando una crisis dispara el paro, el que sea y como sea- sino su calidad e, insisto, la formación y las habilidades que devuelvan a los parados actuales a la ocupación. A los que se pueda. Aceptemos que habrá desempleados de larga duración, mayores, cuyo retorno será muy difícil y para los que habrá que buscar soluciones que les permitan disponer de rentas. Uno de esos datos es el de empleo, precisamente, no solo como hemos dicho hasta este punto del artículo, el del paro.

Las cifras de afiliación a la Seguridad Social confirman que, en Andalucía, alcanzar el nivel de empleo precrisis no es que sea posible, es que está cerca. Hay, ahora, 3,05 millones de cotizantes a la Seguridad Social en Andalucía, 27.000 más que en el otoño de 2008, y 79.000 menos que en 2007, antes de que empezara todo esto de la crisis. ¿Cuánto tiempo se tardará en alcanzar ese nivel? ¿tres, cuatro años? Bien, pues intentemos que sea de una forma que no se evapore cuando soplen los vientos de una futura crisis y siempre la hay. Los próximos cuatro años -los del Gobierno andaluz que salga de las elecciones del 2D- son determinantes.