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Fuego en Sierra Bermeja

Hay un asesino terrorista suelto. Tardaron cinco días en pedir ayuda a la UME.

 

Sierra Bermeja es un conjunto montañoso que enlaza la Serranía de Ronda con la Costa del Sol en Málaga. Un paraíso natural, la tierra con la mayor concentración de hierro y platino conocida en el planeta que dan el color característico del que nace su nombre.

 

Se enfrentó a un incendio de sexta generación, de los que dicen los entendidos que es inextinguible por su volumen, voracidad de fuego, temperatura y extensión. Un bombero ha muerto tratando de combatirlo. Los medios oficiales dicen que fue un fuego intencionado, al nacer en dos focos distintos sobre montículos de hojarasca prendidos con mechero, a 600 metros de altitud y con viento de Levante. Hay un asesino terrorista suelto. Tardaron cinco días en pedir ayuda a la UME.

 

En este, como en todos los casos, las autoridades no harán un análisis crítico para encontrar remedio y tratar de impedir que estos hechos se repitan. El 20 de agosto de 2008 un avión de Spanair se estrelló en Barajas ocasionando 154 víctimas. Pocos días después se celebró un homenaje a los servicios de emergencia como si hubiesen sido héroes, tratando de ocultar que hubo descoordinación y que los primeros auxilios tardaron casi una hora en llegar al lugar donde morían las víctimas. En Sierra Bermeja han ardido 7.700 hectáreas hasta que el sexto día la lluvia lo sofocó. En Ávila, el mes pasado, se quemaron 21.993 hectáreas porque los servicios de bomberos no acudieron a extinguir un coche ardiendo al no ser su competencia. ¿Alguien ha revisado los protocolos de intervención? No, nunca se hace. Las administraciones actúan como cuando Franco era cabo. Postureo y mentira.

 

En el caso de los incendios hay múltiples factores que contribuyen a que sean cada vez más voraces y más difíciles de controlar. La carencia de agentes forestales, que avisan antes de que el fuego esté extendido. Los agricultores y pequeños ganaderos se quejan de las normas que les impiden casi pasear por sus tierras. No digamos ya cortar una rama, una caña o limpiar un arroyo de barbecho. Las leyes de medio ambiente estatales, autonómicas y normas municipales deben revisarse. Se quejan de que no pueden tener cabras, ovejas o vacas porque les impiden sacarlas a pastar. Desde mayo a octubre, ni una rama o planta se puede tocar. El combustible del fuego, el follaje sin limpiar, nada tiene que ver con el cambio climático.  

 

No vale prohibir por sistema a agricultores con máquinas participar en la extinción. En más de una ocasión ellos han impedido la propagación. Menos prohibiciones legales contra la ciudadanía y más y mejor gestión de los montes. El campo hay que limpiarlo con brigadas forestales y dejar a los agricultores y ganaderos que trabajen en sus tierras con sus cultivos y animales. Los montes son organismos vivos que requieren atención. En la zona de Estepona de Sierra Bermeja, actividad muy extendida eran particulares con pequeños rebaños de cabras y ovejas que limpiaban el monte pastando. Hoy prácticamente no existen, asfixiados desde hace dos décadas por leyes sin sentido y la presión de la Guardia Civil, rellenando estadística para sus generales y políticos miopes. Hay que legislar menos (1 millón de páginas cada año solo en el BOE, si sumamos los boletines autonómicas y normas de ayuntamientos es imposible de gestionar), y que las fuerzas de seguridad actúen no para rellenar estadísticas del jefe con sanciones sino previniendo fuegos, robos y otros hechos peligrosos reiterativos contra agricultores y ganaderos que quedan sin respuesta. Contra el cambio climático en el bosque, guardas forestales, cortafuegos, agricultores, animales y limpieza.