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Garzón bien vale una misa

Mi opinión es que Garzon bien valdrá una misa. Y Enrique IV fue rey de Francia que es de lo que se trataba. 

 

Enrique III  de la Baja Navarra, para acceder al trono de Francia tomó el nombre de Enrique IV y desde su condición de hugonote convicto pasó al catolicismo sin solución de continuidad y se le atribuye la frase “Paris bien vale una misa”, como principio político de preferencia por el poder, más allá de religiones y conciencias. En 1598 firmó el Edicto de Nantes autorizando la libertad de conciencia de sus súbditos dando fin a las guerras de religión que habían horrorizado el siglo XVI, en tales espantos la Noche de San Bartolomé  con la matanza a manos de católicos parisinos de hugonotes parisinos por miles.

Recuerdo estos hechos y el valor político de las ideologías y las pertenencias de quienes ocupan posiciones de poder o pretenden ocuparlas a propósito  de las carnes que hacen temblar la coalición gubernamental según cuentan los periodistas reales, virtuales y prosopopéyicos que no han leído todavía a Eric Zemmour, candidato a las presidenciales francesas, que los ha puesto a apear de un burro señalándoles como despreciables seres. Dichas carnes de porcino castellano o leones, o manchego, no son demasiado estimadas por el actual ministro español de Consumo quien lo ha comunicado al The Guardian británico, olvidando lo que la pérfida Albión nos ha costado en la historia patria.

La Coalición PSOE-UNIDAS PODEMOS goza de buena salud según los ministros de ambas formaciones y sus voceros en los distintos lugares donde vocean. Ya escribió don José de Zorrilla que “los muertos que vos matais gozán de buena salud”- El presidente del gobierno que cometió el error de convocar elecciones en 2019 a consecuencia de las cuales hubo de abrazar a Pablo Iglesias como san Pedro le tuvo que dar la mano a san Pablo en la reunión conciliar de Jerusalen, en ambos casos con escasas y desmañadas ganas, ve ahora a su vicepresidenta impuesta por aquel haciendo esfuerzos por ocupar espacio demográfico y político a la izquierda de su partido. Es evidente viendo por televisión la cara del señor Sánchez que su alegría y juvenil prestancia están desapareciendo por días y no por la presencia del pretendido jefe de la oposición ni del estomagante grupo de diputados de VOX. 

Barones territoriales socialistas partidarios de que se disuelva la coalición los hay y son conocidos. El aparato de Ferraz sería feliz si tal ocurriere. ¿Es factible?. Lo es. Presupuestos aprobados permiten gobernar este año y prorrogarlos legalmente el siguiente sin intervención parlamentaria. La reforma de la ley laboral es un sapo que se ha tenido que tragar el presidente y el PSOE y que si sale adelante supondrá un triunfo para la señora Diaz y su plataforma en ciernes. Si no sale por causa del ministro de Consumo y sus opiniones personales, el beneficiado es el presidente pues no tendrá que pactar con Bildu y el PNV y menos con el pelma del señor Rufián que cada día se parece más a un arzobispo in partibus infidelium. Y  si el apoyo Frankestein del Congreso se disuelve a estas alturas, el benefciado ante el sufrido pueblo español será únicamente el PSOE el presidente del gobierno que se habría quitado de su espalda a los enemigos de la España irredenta. 

¿Y Cataluña y el País Vasco?. De momento no pasará nada ni en un territorio ni en otro. Las palabras se las lleva el viento. Los intereses son más estimulantes que los futuros ideales. Mi opinión es que Garzon bien valdrá una misa. Y Enrique IV fue rey de Francia que es de lo que se trataba.