Intimidad corporal y persona humana…
Una reflexión en torno a cómo la vida, no consiste meramente en adaptarse al medio como decía Darwin.
Para el filósofo valenciano Jesús Conill, argumentar sobre la persona humana y su realidad corporal, es posible reflexivamente desde el espectro de la filosofía crítica, en el sentido de ir más allá de lo que muestra el lente de las neurociencias y la biotecnología; con lo cual, es necesario abanderar el análisis deliberativo, en cuanto al valor que posee sobre todas las cosas la dignidad del Ser Humano, dando un salto cualitativo ante una concepción cientificista de la misma.
De esta forma, podemos develar las experiencias humanas, desde su esencia original que es ese humanismo que está latente en nosotros mismos y que no puede ser explicado a través de un prisma tecnológico, ausente de las experiencias enriquecedoras y aleccionadoras que nos constituyen como personas.
Así, es a través de esta propuesta filosófica de intimidad corporal y persona humana que el doctor Conill, nos insta a pensar en dar un salto al futuro, frente a aquellas proposiciones de carácter transhumanista y poshumanista que en la actualidad, buscan a priori someternos al imperio de la tecnologización de nuestras vidas, perdiendo esas experiencias de intimidad corporal propias de cada uno.
El autor en su obra nos dice que “si la filosofía quiere describir la realidad radical y autentica del hombre no puede basarse exclusivamente en los conceptos de las ciencias naturales, sino que tiene que prestar atención a las diversas formas de vivir, a la experiencia vital e histórica, y ofrecer una conceptualización objetiva propia.” Donde “…es preciso empezar advirtiendo que la vida humana es un gerundio…un quehacer, un hacerse a sí mismo, dentro de ciertas posibilidades.”
Por ello en su libro Intimidad corporal y persona humana, Jesús Conill nos recalca como esas posibilidades, deberán de inventarse sino se reciben, para así lograr sacar adelante un proyecto vital, donde se requiere de toda nuestra atención e imaginación para lograr de esta forma, desarrollarnos como personas autónomas.
Es fundamental en pleno siglo XXI, reconocer la riqueza que aportan las experiencias reales y las fantasías en el contorno de nuestra vida, tomando en cuenta que las nuevas tecnologías, posibilitan la intervención en la vida humana a un punto que sobrepasa la ficción.
Con lo cual, estos adelantos no debieran convertirse en deshumanizadores de nuestro propio ser, al no estar al servicio de nosotros mismos sino más bien, nuestra persona al servicio de los imparables avances científicos y tecnológicos que en la actualidad, están corrompiendo la vida humana, producto de un capitalismo salvaje, donde estamos en peligro al ser vistos solo como mercancías.
Además el Doctor Conill nos expone el hecho de que “la intimidad hace que tomemos la vida [en serio] y nos capacita para estar más allá de las farsas y acomodos de cada sociedad, sintiendo en profundidad…lo que uno es en sí mismo y como persona”.
Por tanto, intimidad corporal y persona humana, es una reflexión en torno a cómo la vida, no consiste meramente en adaptarse al medio como decía Darwin, sino más bien en lograr radicalmente adaptar ese medio a la vida; para de esta forma, cumplir con la máxima que en un principio, nos caracteriza a todos como seres humanos y que consiste en ser los propios constructores de nuestra realidad, como esos animales fantásticos a los que hace referencia el autor, mismos que poseen la capacidad de fantasear, más allá de la subjetividad vital…