The news is by your side.

La Señora De Feroz y sus circunstancias

Mandar a toda la corte de fariseos a acorralar a jueces, policías y medios de comunicación no suele dar buenos resultados.

 

La Sra. de feroz, profesional honesta y trabajadora, nos tiene a todos circunspectos ante la avalancha de informaciones acerca de su inusitada actividad empresarial y de lo cercana que se muestra ante determinados círculos empresariales con los que comparte charlas, reuniones, cátedras y un sinfín de actos públicos, semipúblicos y privados en los que, a la postre , se reparten ingentes cantidades de recursos públicos, esto es, la pasta de los contribuyentes.

Es común al ser humano buscar la verdad última de los elementos del conocimiento. Determinar qué es verdad y en qué se basa esta afirmación ha sido materia de debate desde la más remota antigüedad hasta nuestros días. El “método” sabiamente expuesto por Descartes, nos habla de una serie de ideas innatas, intuiciones, que nos aportan saberes ciertos y, a partir de los cuales, podemos determinar la certeza o falsedad de otros conocimientos, mediante un proceso de deducción.

Filosofía aparte, el método cartesiano nos dice que, partiendo de lo único cierto que tengo a la mano, esto es el yo pensante, puedo llegar, mediante el uso de la razón al conocimiento cierto de cualquier otro hecho o circunstancia.

Cualquier novela de crimen y misterio a las que soy tan aficionado, comienza por el hallazgo de un muerto. Si, un muerto, bien sea porque carece de signos vitales o, como diría un experto forense, porque presenta lesiones incompatibles con la vida.

Por tanto, partimos de una idea innata ( yo, mí, me, conmigo mismo)  y nos encontramos con una evidencia, un muerto. Yo, que pienso luego existo, veo un muerto, evidencia.

A partir de aquí, la razón humana, haciendo uso de las matemáticas y la física, realiza una serie de actos tendentes a analizar las circunstancias de la evidencia. El muerto, que presenta lesiones incompatibles con la vida, ha debido ser matado, un muerto matado, pues resulta altamente improbable que se hubiese disparado a sí mismo en reiteradas ocasiones, a corta distancia y por la espalda.

Tras la evidencia y el análisis previo, llegamos al proceso de síntesis; la muerte violenta de un individuo por la espalda, haciendo uso de un arma de fuego, constituye un hecho, necesariamente humano, consciente y voluntario, aunque esto último pudiera ser objeto de debate.

Nuestra razón, el sentido común, la lógica carbonera, nos dice que hay una evidencia, comprobada y que ha sido realizada consciente y voluntariamente por un ser humano, descartamos de este presupuesto al Sr, Puente, pues adolece de los atributos básicos que diferencian a un primate de un congresista.

Llegamos entonces, en este proceso de deducción, a la enumeración. Hay unos hechos, evidencias, demostrados y constatados, analizados, englobados en una determinada faceta del hacer humano, la criminal, que podrían ser merecedores de reproche , en este caso penal.  Según la teoría general del delito, un acto humano, voluntario, consciente, antijurídico, típico y punible.

Siguiendo este proceso mental, tan básico como atarse los cordones de los zapatos, la Sra. De feroz, profesional honesta y trabajadora, ha realizado una serie de actos, que habrán de ser probados, analizados, sintetizados y con posterioridad, calificados, tareas estas propias de la policía judicial, por un lado, y del juez instructor, por otro.

Pero las evidencias son las que son, y por más que intenten barrerlas y esconderlas debajo de la alfombra, han aflorado y el hedor de las mismas deja bastante rastro. Se puede amenazar a Argentina con otra guerra de las Malvinas (ya nos gustaría tener esa capacidad), pero la mierda asoma bajo el dosel presidencial y Milei se descojona del feroz profundamente enamorado.

Negar la evidencia, como Judas, es el primer paso para reconocer la verdad del hecho. Aquí no hay caso, jajajaj.

Mandar a toda la corte de fariseos a acorralar a jueces, policías y medios de comunicación no suele dar buenos resultados. Atufar la mente de los adeptos con la teoría de fango no es más que reconocer, que los hechos son los que son y que, apenas se realice sobre ellos un mero análisis, se concreten y se enumeren, daran un buen susto al Sr. Feroz, su consorte y a toda la pléyade de palmeros amancebados que vociferan espasmódicos aquello de que, al Presidente se le respeta y la Sra. del presidente también se le respeta. Que callados estaban cuando se insultaba, injuriaba, amenazaba, expulsaba al Rey de España, a la Sra. Ayuso, sus hermanos, padres y amigos.

El orangután puede llamar drogadicto al presidente de gobierno de un País amigo. Éste no pude, so pena de guerra nuclear, señalar que la Sra. de feroz ha realizado una serie de actos que serán convenientemente analizados y calificados por quien corresponda. Esta es la máquina del fango. Amenazar, disuadir, extorsionar, mentir, injuriar, atufar, con la única intención de ocultar unos hechos que, a mí, yo pensante, en uso de la razón, de la ciencia, del sentido común, de la lógica carbonera, me parecen lo mismo que a todos los demás, me refiero a todos los demás que no estén enganchados a la mamandurria de Ferraz, o de Ferroz. Esto apesta, aunque la Fiscalía general del Partido socialista se apresure a diagnosticar que, “aquí no hay caso”.

España es de los españoles, no de los fachas ni de los comunistas. Argentina, Israel y España son países amigos, aunque los mamelucos de sus gobernantes se empeñen en lo contrario.

Del mismo modo, el Betis es o debería serlo, patrimonio inmaterial de la humanidad y no solo de los béticos.

Por eso, yo cada noche brindo gustoso con una buena copa de CruzCampo. Viva el Betis. Viva España.