Marruecos, ¿país amigo?
Marruecos ataca a España a través de Ceuta y Melilla porque cree que tiene “la sartén por el mango”.
Desde la Marcha Verde que ordenó Hasan II en 1975, se acabaron las relaciones diplomáticas de buena vecindad en igualdad de trato y reciprocidad. Marruecos no ha dejado de hostigar y crear problemas a España desde la muerte de Franco, con relaciones asentadas en el buenismo woke español al servicio de la casta política contra los intereses nacionales. Se confundió democracia con debilidad y así hemos llegado hasta aquí.
Marruecos ataca a España a través de Ceuta y Melilla porque cree que tiene “la sartén por el mango”. Antes del 11M Marruecos asaltó el islote de Perejil y fue la última y quizás única vez tras la muerte de Franco que España se plantó y respondió como merecía el ataque a la soberanía nacional. Las relaciones bilaterales consisten en que Marruecos exige y España cede; ¿por qué desde Gibraltar se devuelve a un marroquí ilegal en tres días y aquí pasan meses o se rechazan? ¿No conocía Marruecos que el asesino de Algeciras, súbdito del comendador de los creyentes tenía problemas mentales? ¿Por qué no lo reclamó de inmediato? ¿Por qué retrasó durante meses su expulsión? ¿Cuántos así tenemos en España porque Marruecos lo permite? ¿Por qué se rechazó al terrorista de Atocha (“El Chino”) al que se quiso enviar a Marruecos un año antes del 11M? El Gobierno español, el servicio secreto, los políticos, los medios de comunicación, los diputados… ¿Se han hecho alguna de estas preguntas?
Miles de ciudadanos marroquíes residen en España, o residen y trabajan, o ni residen ni trabajan, pero viviendo en Marruecos reciben un salario/subvención/ayuda de los españoles muy superior a la de un jubilado, un joven español en paro o cientos de miles de personas que acuden a colas de hambre. Ser español y pobre en España resta más que suma. El buenismo woke del pensamiento único talibán ha impuesto estas prácticas como normales y si lo denuncias eres políticamente incorrecto, antisistema, fascista, xenófobo y racista. El Gobierno sabe desde hace muchos años que hay extranjeros percibiendo dinero sin trabajar y residiendo en Marruecos y ni PSOE ni PP han hecho nada para impedirlo no se vaya a enfadar el rey vecino, ese gran aliado y amigo de España. Políticos cobardes empobreciendo la nación, malgastando en sus privilegios y despreciando a los españoles más pobres.
España compra vehículos de 30.000 euros/unidad para las fuerzas de seguridad de Marruecos (el doble que para las españolas) mientras su rey vive en una abundancia obscena en un país tan pobre. Entregamos millones de euros con la excusa de ayudar a controlar la inmigración ilegal mientras Marruecos envía sus tanques a Ucrania y su rey tiene decenas de palacios, yates y un séquito real con todos los privilegios de un maharajá. Marruecos puede creer que se anexionará Ceuta y Melilla cuando quiera. Puede pensar que, con la religión y el fanatismo por la integridad territorial, por el Gran Marruecos cuyo penúltimo paso era el Sáhara y ya lo tiene, Mohamed VI o su hijo seguirán avanzando en la marroquinización de Ceuta y Melilla sin necesidad de un asalto militar de ambas ciudades, aunque en ese caso extremo su régimen dictatorial con máscara democrática sería más sólido ante miles de muertos que España, que tendría una crisis como otras de la historia pasada poniendo en jaque la partidocracia, la Constitución y la Monarquía.
En Marruecos manda un rey multimillonario con plenos poderes, su voluntad es ley y usa la inmigración y el conflicto con España porque su primo de zumosol, EEUU, lo protege de España y de la UE donde tampoco Francia estaría de nuestra parte en ningún contencioso frente a ellos. Un país vecino que utiliza la inmigración ilegal contra España mientras sus relaciones con políticos españoles no han sido sospechosas para el servicio secreto español… o sí, pero las falsas razones de Estado, como hemos visto con el anterior jefe del Estado Juan Carlos I, llevarían a proteger los delitos que puedan cometerse incluso yendo en perjuicio de los intereses nacionales. No trabajan para la nación española sino para su casta política. Lo mismo es aplicable a la Policía y la Guardia Civil, a las policías autonómicas, que lo hacen para sus élites regionales y a las locales para las suyas, los políticos municipales.
El último episodio de cesión ha sido el cambio de criterio sobre el Sáhara por decisión del presidente del Gobierno, cambiando sin explicación la posición mantenida durante 45 años sin debate en Consejo de ministros, Congreso de los Diputados ni referéndum y coincidiendo, seguro que casualmente, con el robo de datos de su teléfono. Hemos cedido el Sáhara a Marruecos vulnerando los acuerdos de la ONU, siguiendo a EEUU y Marruecos y provocando la ruptura de relaciones con Argelia. Solo un país de pandereta, una república bananera de cuarto nivel gobernada por un autócrata o una partidocracia con Estado fallido podría comportarse así. Imposible en una democracia. Este acto es del mismo nivel de indignidad política y moral que salir huyendo del Sáhara tras la Marcha Verde.
Para que España salga en la foto con cierta dignidad impostada, como el perro que mueve la cola cuando lo acaricia su amo, en estos días se celebra una cumbre-pantomima para “vender” a los españoles la importante tarea del Gobierno español, que llevaba 40 años de perfil ante su gran amigo y vecino y desde el cambio de posición en el Sáhara ha adoptado una pose de genuflexión con doblamiento de cerviz y las dos rodillas en tierra. Escenificarán una obra de teatro que ya no engaña a los españoles sea cual sea su ideología, cada día más conscientes de que la nación y sus derechos de ciudadanía (no súbditos, vasallos ni lacayos, ciudadanos) son un valor superior a la basura que practican todos los partidos contra l ciudadanía en este régimen tan inmoral.