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Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio

El tristísimo espectáculo de aquel vergonzante magistrado ministro del Interior que se habia venido a Sevilla escudándose en “el operativo”.

 

La Audiencia Provincial de Lleida ha desestimado, el pasado viernes día 4, el recurso de apelación interpuesto por el Fiscal contra la providencia de 11 de noviembre de 2019, dictada por el juzgado de instrucción número 4 de la misma capital en las Diligencias Previas número 336/2018 que CONFIRMA.

 

Las diligencias del juzgado de instrucción fueron abiertas a consecuencia de varias denuncias formuladas contra agentes de policia estatal intervinientes en los sucesos del 1-O para impedir las votaciones en los colegios electorales en el referendum convocado por la presidencia de la Generalitat catalana. Tras numerosas actuaciones de abogados, fiscales y del propio juzgado, éste dictó la providencia a que se refiere el auto de la Audiencia mandando proseguir con la investigación de las conductas de tales funcionarios policiales. La Fiscalia se opuso y ahora la Audiencia falla en su contra. Fallo contra el que no cabe recurso.

 

Los funcionarios policiales denunciados por los ciudadanos que recibieron golpes, empujones con lesiones, vejaciones, insultos, lo que fuere, han sido declarados sujetos a investigación por el magistrado del juzgado de instrucción número 4 de los de Lleida. El fiscal se opuso, los ciudadanos recurrieron. La Audiencia provincial confirma la decisión del magistrado instructor. Comienza ahora un lento y complicado camino para oir a los investigados, a sus acusadores, conocer documentos aportados por unos y otros, emisión de informes periciales, hasta que el magistrado considere que tiene suficientes argumentos basados en hechos o en pruebas que estime válidas legalmente para dictar un auto de apertura de juicio oral contra los agentes que considere han presuntamente cometido alguna conducta compatible con ser identificada con un tipo penal descrito previamente el en Código vigente. Estado de derecho puro y duro.

 

Recordemos alguna de aquellas interminables sesiones en la decimonónica sala en la que se juzgaba a los responsables de los hechos del llamado procés. Y veamos desfilar a los responsables politicos y operativos que mandaban las fuerzas policiales desplegadas en Cataluña. La moviola ha de detenerse en la oronda figura del magistrado ministro del Interior en aquellos días quien con toda contundencia, más no con la misma seguridad, se limitó a echar sobre sus subordinados polìticos y mandos policiales la responsabilidad de lo que hicieron o dejaron de hacer los funcionarios policiales durante las penosas horas contempladas en todas la televisiones del mundo en las que la cara se caía de vergüenza viendo lo que pudimos ver. El tristísimo espectáculo de aquel vergonzante magistrado ministro del Interior que en tal fecha se habia venido a echar el ratito a Sevilla escudándose en “el operativo”, hubiera debido ser motivo suficiente para que los politicos españoles no volvieran a nombrar ministro a ningun magistrado de la plantilla de jueces españoles, por si acaso era congénita, judicialmente hablando, la tendencia a no responsabilizarse personalmente de ningun error, aún de bulto o manifiesto. No ha pasado así. pues el gobierno social comunista de señor Sánchez, heredero del conservador del señor Rajoy, ha designado tres magistrados ministros y una magistrada  presidenta del Senado. Si no quieres caldo, cuatro tacicas.

 

Como letrado en ejercicio, a mis muchos años, valoro lo suficiente a la magistratura española como para seguir ejerciendo ante ella con respeto y lealtad. Como ciudadano español consdiero imprescindible que se impida por ley que magistrados en ejercicio pasen a la política partidaria y activa, sin renunciar de por vida a la categoría y puestos escalafonados de jueces y magistrados. Me parece una aberración moral y política que acostumbra a pagarse muy cara por las interconexiones que se crean.

 

Un coronel al mando de un regimiento, un general de brigada o división habría respaldado con honor a los funcionarios militares a sus órdenes y se hubiera hecho responsable del mando del puñetero operativo. Contemplar al magistrado ministro del Interior me hizo añorar al coronel don Lucio Mora, de la sección tercera de Capitanía General con quien tuve el honor de compartir tareas en el Cuerpo de Tropas de la Cruz Roja Española.