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  Ojitos

_Pero si no me la ve con la mascarilla… _A eso voy. _Pero me echa cada ojeada… _¿Lasciva? _Lasciva, lasciva, no sé. Me las echa al bies…

 

_ María del Carmen, estaba pensando…

_¿Pensando, María Auxiliadora?, ¡pero, cómo se te ocurre, niña!

_¿No me digas que ya hay un decreto ley al respecto?

_Todavía no, pero ya es de obligado cumplimiento que no pensemos.

_Es que no me da lugar a mirarme el BOE.

_¿Te acuerdas en el confinamiento que todo el mundo leía el BOE?

_Era lo suyo. No sabíamos qué estaba haciendo la pandi…

_Como si el BOE despejara dudas…

_Cuando salí del encierro me dijo el psicólogo que era conveniente ir digiriendo las noticias lentamente, como digiere la boa constrictor.

_¡Qué estricto! Pero se acaba la pandemia y te quedan deberes.

_Mira, estaba digiriendo lo de que las señales de tráfico son machistas y ya tengo una bola tremenda.

_Es que otra cosa no, pero noticias…

_Me puse a pensar…

_¿Otra vez?

_Me puse a digerir lo de hacer ojitos.

_¿Y eso?

_Pues que ahora mucho ojo con que los hombres te hagan ojitos…

_¿A los de nuestra quinta también les afecta?

_Creo que es una medida generalizada.

_Pero si a estas edades ni vemos.

_Tampoco van a caer en la desigualdad. A todos los machos por igual.

_Pues a ti se te ha acabado el rollo que te traes con tu carnicero.

_Así estoy yo, digiriendo como una boa.

_Claro que no te quiero desilusionar, pero lo del carnicero es marketing.

_¿Marketing de qué?

_Mujer, ¿tú te crees que el hombre te va a decir cariño, cielo y reina así por tu cara bonita?

_Pero si no me la ve con la mascarilla…

_A eso voy.

_Pero me echa cada ojeada…

_¿Lasciva?

_Lasciva, lasciva, no sé. Me las echa al bies…

_María Auxiliadora, una cosa te voy a decir.

_Dime, María del Carmen.

_Que da gracias a Dios que lo de la Igualdad es sólo para los hombres.

_¿Cómo para los hombres, niña? Si ese ministerio es para empoderar a las mujeres.

_A eso me refería.

_¿Y qué tiene que ver con mi carnicero?

_Que si realmente hubiera Igualdad, a la que metían presa era a ti.

_¿Y eso?

_Porque tú eres la que encandilas al hombre haciéndole ojitos. Si te conoceré yo…