The news is by your side.

OVNIs y PEVNIs en la política

Después del tiempo transcurrido algo de razón llevarán los podemitas, los pobres, tras los sustos por los rejonazos y picas inmobiliarias. 

 

Los podemitas ponen el grito en su anhelado cielo, y con razón, por lo poco dado del presidente del Gobierno a identificarse dados sus permanentes cambios: ayer eran amores matrimoniales con actas y testigos televisivos y hoy les manda un divorcio por burofax, (nada raro, ¡voto a bríos!, la catarata de amores y desamores en nuestra geografía).

Después del tiempo transcurrido algo de razón llevarán los podemitas, los pobres, tras los sustos por los rejonazos y picas inmobiliarias. 

Alguno, tal vez, asocie al presidente con los PEVNIs,  es decir y para aclarar: personas volantes no identificadas ─aunque lejos de mí tratarlo como un objeto─. Pero, habituado a resistir en los cielos largos periplos, actitud en nada similar a reposar en colchones mullidos, quizá haya observado algún OVNI de verdad, tal vieron el rey don Juan Carlos y doña Sofía cuando iban hacia China el 15 de junio de 1978.

 

Les sugeriría a los analistas políticos y aficionados, abriésemos otras líneas de comprensión en el campo de lo esotérico

 

Esta cuestión suscita una posibilidad: la de influir entidades extraterrestres en los altos mandatarios, causa posible de los enigmas políticos. Uno de ellos, motivo de desconcierto para las empresas encuestadoras, es la abstención de una mayoría socialista ─según especulan algunas─ en las elecciones andaluzas.  

 

Los ufólogos de Venezuela lo tienen más difícil

 

Una intuición tengo: el haber sufrido el presidente Trump alguna abducción por habitantes del Cosmos, quizás los llamados ‘grises’, numerosos en los EEUU. De otro modo no se entienden sus decisiones, más propias de seres situados en lugares más allá de nuestro escaso caletre. Los ufólogos de Venezuela lo tienen más difícil, claro.   

Les sugeriría a los analistas políticos y aficionados, como yo, abriésemos otras líneas de comprensión en el campo de lo esotérico, lo alquímico o, todavía más cercano, dirigirnos a los numerosos y numerosas videntes y videntas permanentemente asomados y asomadas a las pantallas de los píxeles.

Cuestión nada extraña por tener noticias fidedignas de habituales consultas de muchos políticos con profesionales del augurio, al fin, herencia de nuestros antepasados, temerosos de cualquier decisión sin asegurarles los referidos éxitos rotundos. Aunque, sinceramente, me gusta más un buen oráculo o orácula por su cercanía y riesgos asumidos, y en absoluto los huidizos extraterrestres, siempre presumiendo de escaparse en sus veloces platillos.  

 

La hornada de los independentistas, capaces de obtener hasta un premio del Tribunal Supremo

 

Dicho lo cual, extraigo algunas  ideas del libro del presidente: ‘Manual de Resistencia’. Nada presuntuoso debe sentirse don Pedro, siempre resucitado ante el más difícil todavía, similar afán a la hornada de los independentistas, capaces de obtener hasta un premio del Tribunal Supremo. Los traumas bienvenidos sean si criban las lealtades de la marabunta y nada como tener una ejecutiva dócil al dictamen del jefe, o sea, él. Proclama afinidades entre su persona y el rey para, no solo presumir, sino de llegar a la cuadratura de lo redondo: un socialismo monárquico.

«Hablamos  por teléfono de manera regular. Una corriente de confianza mutua se estableció entre nosotros y enseguida nos reconocimos mutuamente como las personas que íbamos a sacar al país del riesgo de bloqueo». Y muchas autoalabanzas, más propias de manuelas chochas con sus inesperados nietos.  Vamos, si el libro lo leen los alemanes en el cerco de Leningrado se meriendan a las tropas del Padrecito.

 

Como Casado no escriba otro de igual temática pierde las próximas, seguro.  

 

Una vez dada mi contribución a lo masculino y masculina, me quedo con lo inclusivo mientras parto raudo a Delfos para pedir cita al oráculo y me coloco en el CIS de Tezanos, como la señora Bescansa, por ejemplo.