The news is by your side.

Partes de la historia patria

Bertrán de la Quintana no era juez de carrera, pero en 1936 se le nombro juez y fue destinado a Girona.

 

El chiarchiáru dice en siciliano lugar de muerte “pavoroso refugio de salvajina, de aves nocturnas, de serpientes”, donde la experiencia de los campesinos de Racalmuto, de Caltasinetta, de Agrigento sabía y designaba el lugar donde se ocultaban los cadaveres de los muertos a manos de la mafia. Lo cuenta Vicenzo Consolo en su Sicilia paseada, precioso relato editado en Traspies.

 

Ya están en las librerias, las notas, los informes, los relatos e impresiones de Josep María Bertrán de la Quintana, abogado, político nacido en Barcelona en 1884 (fallecido en Méjico en 1960), republicano, progresista y catalanista, fue uno de los fundadores de Esquerra Republicana de Catañuña (ERC). No era juez de carrera, pero en 1936 se le nombro juez y fue destinado a Girona. El presidente del Tribunal de Cassació de cataluña lo designó en abril de 1937 para que investigara todo lo relaciomado con la aparición de unos cadáveres en Can Serret en el municipio de San Feliú de Llobregat y el asesinato de Roldán Cortades, secretario del dirigente comunista Rafael Vidiella.

 

Cumpliendo la encomienda de su superior investigó la existencia y origen de los cementerios clandestinos de Cataluña durante la guerra civil de 1936 a 1939. Asesinados por las llamadas “patrullas de control” sus víctimas eran inhumadas de forma clandestina y sin dejar rastro ni registro en fosas comunes. Las patrullas de control ejecutaron la represión dirigida contra empresarios, religiosos y contra adversarios políticos de todos los partidos del arco ideológico presente esos años en Cataluña (también fueron conocidas como brigadas del amanecer). Secuestraban a sus victimas y las asesinaban enterrándolas despues en cementerios clandestinos.

 

Abrió el sumario por estos hechos en abril de 1937, localizando unos 20.000 cadáveres, procesando a 175 personas encartados en los 18 sumarios que aperturó, con un total incluido en ellos de 2073 asesinados identificados. La protesta de Angel Pestaña, dirigente anarquista, y la intervención para que no prosiguiera su tarea de politicos de CNT, (Confederació Nacional del Treball, anarquista) del PSUC (Partido Socialista Unificat de Catalunya, comunista) y de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya, izquierda socialdemócrata e independentista, fundado en 1931), Estat Catalán (partido independentista y de lucha nacionalista fundado en 1922) y el POUM (Partit Obrer d’Unificació Marxista, fundado en 1935), lograron que el tribunal que lo había encargado de la instrucción lo obligara a abandonar su puesto en el mes de diciembre de 1937. La Abadía de Montserrat publicó en 1989 Retaguardia en Cataluña, cuyos autores, Solé y Sabaté y Vilarroy y Font, historiadores, calculaban en 8.360 personas, las asesinadas por las patrullas de control y las brigadas del amanecer. Otros historiadores elevan el número de personas asesinadas por las patrullas de control a 12.000. Alessandro Manzoni opinaba que “El verdadero mal para el hombre no es el que sufre: es el que hace”. El juez Bertrán de Quintana, hubo de exiliarse a Francia y de allí a Méjico donde vivió hasta 1960.

 

Margaret Drabble, inglesa, novelista, critica literaria que, encima, es Dama comandante de la Orden del Imperio Británico, autora de La negra crecida, publicada en español por Sexto Piso en 2018, advierte que cuando nada es seguro, todo es posible. Lo cual, opino, vale igual para la época y el territorio del juez Bertrán que la la situación actual de la COVID19 y, para cualquier persona sensata y racional, desde el momento en que nace hasta que muere.