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Posible aparición de una pandemia mundial

Informe de Inteligencia Nacional USA. 2008

 

“La aparición de una enfermedad respiratoria humana nueva, altamente transmisible y virulenta para la que no existen contramedidas adecuadas podría iniciar una pandemia mundial. Si surgiera una enfermedad pandémica para 2025, las tensiones y los conflictos internos y transfronterizos serán más probables a medida que las naciones luchen —con capacidades degradadas— por controlar el movimiento de poblaciones que buscan evitar la infección o mantener el acceso a los recursos.

 

La aparición de una enfermedad pandémica depende de la mutación genética natural o el reordenamiento de las cepas de la enfermedad que circulan actualmente o de la aparición de un nuevo patógeno en la población humana. Los expertos consideran que las cepas de peste aviar altamente patógena (IAAP), como el H5N1, pueden ser candidatas para tal transformación, pero otros patógenos, como el coronavirus del SARS u otras cepas de influenza, también tienen este potencial.

 

Si surge una enfermedad pandémica, probablemente ocurrirá primero en un área marcada por una alta densidad de población y una estrecha asociación entre humanos y animales, como muchas áreas de China y el sudeste asiático, donde las poblaciones humanas viven muy cerca del ganado. Las prácticas de cría de animales no reguladas podrían permitir que una enfermedad zoonótica como el H5N1 circule en las poblaciones de ganado, aumentando la posibilidad de mutación en una cepa con potencial pandémico. Para propagarse de manera efectiva, una enfermedad debería transmitirse a áreas de mayor densidad de población.

 

En tal escenario, una capacidad inadecuada de monitoreo de la salud dentro de la nación de origen probablemente evitaría la identificación temprana de la enfermedad. La lenta respuesta de la salud pública retrasaría la comprensión de que ha surgido un patógeno altamente transmisible. Pueden pasar semanas antes de que se llegara a obtener resultados de laboratorio definitivos que confirmaran la existencia de una enfermedad con potencial pandémico. Mientras tanto, comenzarían a aparecer grupos de la enfermedad en pueblos y ciudades del sudeste asiático. A pesar de los límites impuestos a los viajes internacionales, los viajeros con síntomas leves o asintomáticos podrían llevar la enfermedad a otros continentes.

 

Se producirían oleadas de nuevos casos cada pocos meses. La ausencia de una vacuna eficaz y la falta casi universal de inmunidad haría que las poblaciones fueran vulnerables a la infección*. En el peor de los casos, decenas a cientos de millones de estadounidenses dentro de los Estados Unidos se enfermarían y las muertes ascenderían a decenas de millones**. Fuera de los EE. UU., se produciría una degradación de la infraestructura crítica y pérdidas económicas a escala mundial, ya que aproximadamente un tercio de la población mundial se enfermaría y cientos de millones morirían”.

 

* Las organizaciones de salud de los Estados Unidos y del mundo están trabajando actualmente para desarrollar vacunas que puedan prevenir o mitigar las pandemias de influenza. Un gran avance en los próximos años podría reducir el riesgo que representa la influenza pandémica durante las próximas décadas.

 

**La rapidez con la que se propaga una enfermedad, cuántas personas se enferman, cuánto tiempo permanecen enfermas, la tasa de mortalidad y los síntomas y las secuelas variarán de acuerdo con las características específicas de cualquier patógeno responsable de una pandemia. Este escenario plantea características plausibles que caen dentro de un rango de posibilidades para estas variables.

 

Global Trends 2025: A Transformed World (página 75)

November 2008

USA National Intelligence

The U.S. Intelligence Community está integrada por 18 organismos:

• Dos agencias autónomas—the Office of the Director of National Intelligence (ODNI) and the Central Intelligence Agency (CIA);

• Nueve Departamentos de Defensa—the Defense Intelligence Agency (DIA), the National Security Agency (NSA), the National Geospatial- Intelligence Agency (NGA), the National Reconnaissance Office (NRO), and intelligence elements of the five DoD services; the Army, Navy, Marine Corps, Air Force, and Space Force.

• Siete organismos de otros departmentos y agencias —the Department of Energy’s Office of Intelligence and Counter-Intelligence; the Department of Homeland Security’s Office of Intelligence and Analysis and U.S. Coast Guard Intelligence; the Department of Justice’s Federal Bureau of Investigation and the Drug Enforcement Agency’s Office of National Security Intelligence; the Department of State’s Bureau of Intelligence and Research; and the Department of the Treasury’s Office of Intelligence and Analysi • No era ciencia ficción, ni un capítulo de una novela distópica, se trataba de un informe avalado por la totalidad de las principales agencias de inteligencia de los EEUU, incluida la propia CIA, publicado en 2008, once años antes de la aparición de la pandemia.

• La ignorancia de este futurible y sus consecuencias pone en cuestión a los gobiernos de los EEUU de George W. Bush, de Barack Obama y de Donald Trump.

• También son responsables por dejación la OMS, Organización Mundial de la Salud, y por extensión la propia ONU, y las agencias de inteligencia y los gobiernos de los principales países occidentales y de China y Rusia, entre otros.

• La advertencia sobre la posible llegada de una pandemia por parte de Bill Gates, se produce siete años después de haber visto la luz este informe, en 2015, por lo que a todas luces se basaba en el conocimiento previo del mismo.

 

No obstante, el gran responsable de que no hayamos estado a la altura para afrontar las consecuencias de la pandemia desde el primer día evitando así los millones de fallecimientos que se han producido, y se seguirán produciendo en el mundo si no cambiamos la actual estrategia de intentar alcanzar inmunidades en colectivos nacionales en vez de abordar una más eficaz a escala mundial, ha sido nuestra sociedad, en su conjunto, y su configuración actual basada en un modelo en el que, por encima de todo, prima el cortoplacismo economicista, tanto en los países occidentales, como también en China o Rusia y en el resto del planeta.

 

Una vez más, el origen de nuestros males como civilización está en el modelo de organización actual de nuestra sociedad que antepone los intereses de unos pocos al bienestar de la mayoría.

 

Podríamos, y deberíamos, avanzar hacia un mundo tras la pandemia mucho mejor, con una sociedad reseteada a favor de las personas y no de “las cosas”, pero para esto se requiere que dejemos de mirar al dedo y apuntemos a la luna.

Hoy hay condiciones objetivas más que suficientes para lograrlo.

¡Intentémoslo!